Centenario de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza

El actuar de la institución ha sobrepasado grandemente sus propósitos primigenios, consolidando un patrimonio tangible e intangible que hacen de la misma una institución señera en este suelo y reconocida y valorada en el resto del país y en el exterior.

Centenario de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza
Junta de Estudios Históricos de Mendoza

La Junta de Estudios Históricos de Mendoza ha cumplido este 7 de noviembre cien años de existencia. Ya Ricardo Rojas en “Las Provincias” enseña: " . . . y si la tierra desierta clama por el hombre y por el agua fecundadora . . ., la tierra feliz del oasis, que ya tiene el hombre y el agua, clama por un hijo que perpetúe la belleza épica de sus cordilleras, la belleza trágica de sus llanos, la belleza romántica de su tradición indígena y patricia, . . ., mientras el alma oye cantar el agua que corre por la acequia de la viña . . .” y yo afirmo que esta entidad ha sido y es ese hijo vocero y custodio de nuestro acervo cultural, de nuestro pasado y de nuestra idiosincrasia, guiado por el lema de Nicolás Avellaneda: “los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos. Y los que se apoyan sobre tumbas gloriosas son los que mejor preparan su porvenir.”

De esta forma, en 1923, un grupo de estudiosos inquietos por el conocimiento y difusión de la historia mendocina y de Cuyo en general, como lo fueron Manuel Lugones, Conrado Céspedes, Lucio Funes, Pbro. Juan Peralta, Jorge A. Calle, Juan Agustín Moyano, y otros, fundaron lo que fue la Junta de Historia de Mendoza. Sus objetivos propuestos eran propiciar y promover los estudios históricos, organizar conferencias y congresos, publicar documentos y obras antiguas referidas especialmente a las provincias de la región cuyana y editar una revista. Sin embargo, cien años después podemos afirmar que el actuar de la institución ha sobrepasado grandemente sus propósitos primigenios, consolidando un patrimonio tangible e intangible que hacen de la misma una institución señera en este suelo y reconocida y valorada en el resto del país y en el exterior.

En efecto, a la semana de esta fundación, el entonces gobernador Dr. Carlos W. Lencinas envió un proyecto a la Legislatura por el que auspiciaba la creación y ordenaba la entrega de un subsidio anual permanente para sostener y mantener la Junta, reconocido por decreto Nº856, hecho significativo toda vez que un gobierno de corte netamente populista apoyó este ente injustamente tachado de oligárquico. Así las cosas, parte de su patrimonio intangible es haber incluido entre sus miembros exponentes de las más variadas ideas políticas ya sean conservadores, liberales, justicialistas y socialistas, de distintas condiciones sociales, algunos representantes del patriciado mendocino, otros hijos de la inmigración, algunos de sólida formación académica, otros autodidactas, algunos de profundas convicciones religiosas tanto cristianas como hebraicas, y algunos agnósticos, como así tampoco faltaron los militares y asimismo, nunca el género sexual implicó una limitación, sus puertas han estado abiertas a toda persona moralmente íntegra que objetivamente quisiera estudiar el pasado regional en todas sus facetas.

Posteriormente y debido a variadas circunstancias la institución se reorganizó y el 2 de agosto de 1934, se llevó a cabo la primera Sesión de Directorio de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, con la presidencia de Don Julio César Raffo de la Reta. El lugar elegido para la asamblea fue el salón de la biblioteca de la Honorable Legislatura de la ciudad Capital y contó con la presencia de los señores Juan Ramón Guevara, Antonio Ordoñez Riera, Elías Villanueva, Alejandro Mathus Hoyos, Julián Barraquero, Simón Semorile, Emilio Jofré, Tomas Silvestre, Julio César Raffo de la Reta, Mario Tomba, Silvestre Peña y Lillo, Federico Moyano, Juan Draghi, Urbano N. Ozán, Fernando Morales Guiñazú, Ramón Morey, Joaquín Méndez Calzada, Lucio Funes y Homero Saldeña Molina. Asimismo, la actividad contó con la adhesión de los señores Ricardo Videla, Gobernador de la Provincia y del Vicegobernador Gilberto Suárez Lago.

En la oportunidad Raffo de la Reta, explicó que Mendoza tenía un rico acervo en sus antecedentes históricos y que: “El estudio de la historia, reviste un doble aspecto. Ciencia de causalidad y efecto, del pasado y del presente hacia el futuro, y es también culto de los más altos valores morales y mentales, con que la humana estirpe va jaloneando su duro tránsito por el mundo a través de los siglos. Bajo el primer aspecto, enseña y orienta, al ofrecer como experiencia de vida vivida, los hechos producidos en el pasado, y en el segundo, incita a la elevación moral, por la admiración y la glorificación de los héroes, de los próceres y de los hombres-luz, que conducen a las colectividades, las inspiran, las elevan o alumbran sus destinos y las salvan en las horas inciertas de las grandes conmociones humanas”. En ese mismo año se autorizó la publicación de la Revista de la entidad cuyo propósito primordial fue el de propender y divulgar los estudios históricos relacionados a la región de Cuyo y especialmente a nuestra provincia.

Luego el ente se transformó en una entidad civil sin fines de lucro, con personería jurídica otorgada por decreto Nº378 de 1945. Además, como esta entidad es continuadora de la primera Junta de Historia, se considera como fecha fundacional el 7 de noviembre de 1923.

Desde entonces la Junta ha cumplido una labor permanente en lo que hace al conocimiento y difusión del pasado mendocino y cuyano. En su sede se han dictado cientos de conferencias, se han impartido cursos, presentación de libros, actos académicos y culturales, celebraciones y publicado la Revista con periodicidad. Se recibieron visitantes de talla académica nacional e internacional, 14 gobernadores provinciales, 17 rectores universitarios, legisladores y el cuerpo diplomático asentado en Mendoza, como así también delegaciones extranjeras.

Un dato relevante es que previamente a la creación de la Universidad Nacional de Cuyo (1939), la Junta fue la institución que más prestigió a Mendoza, contribuyendo a afianzar el sólido ambiente de cultura que se formó en la provincia. Así la materialización, con su auspicio del Primer Congreso de Historia de Cuyo, demostró al mundo que estaban dadas las bases para cumplir el reclamo de la sociedad mendocina de creación de su universidad local a la vera de Los Andes. Existen también otras instituciones cuya génesis es la junta histórica como es la Dirección de Patrimonio de la Provincia en ocasión del IV Encuentro Nacional de Directores de Museos en 1989, por considerarse de primordial importancia la preservación de los valores y bienes patrimoniales y culturales de la zona.

En otro orden de ideas, es dable destacar que la subsistencia de la Junta se debe en gran parte al hecho de contar con una sede que no es otra que la vivienda particular de Francisco Civit inaugurada en 1873. En este solar fueron huéspedes, entre otros, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Julio A. Roca, Miguel Juárez Celman, Luis y Roque Sáenz Peña, el presidente de Chile Pedro Montt, Bernardo de Irigoyen y otras personalidades. Posteriormente la provincia adquirió el inmueble y, en 1959 a instancias del entonces presidente de la Junta, Dr. Edmundo Correas, durante la gobernación del Dr. Arturo Ueltschi, se logró el dictado de la ley nº 2845/60 que cedió en propiedad la casa a la Junta con el cargo de organizar un Museo, el que fue inaugurado el 24 de mayo de 1967. Consecuentemente se creó el “Museo del Pasado Cuyano” cuya función primordial es la de reunir y conservar todas las piezas que, por su valor histórico y tradicional, hayan de pasar a constituir el acervo característico del pasado Cuyano. Y así a través de las décadas, donación tras donación, mueble tras mueble, cañón tras retablo, cuadro tras espada, vitrina tras quinqué, se fue conformando el actual museo con 16 salas que exhiben a través de sus piezas sacras y profanas la historia regional. Posteriormente, el 12 de noviembre de 1970 el caserón fue declarado Monumento Histórico Nacional.

La entidad también cuenta con una biblioteca especializada en historia regional que posee, a la fecha, más de 13.500 volúmenes, siendo importante resaltar que a sus inicios contó con dos protectores, el Dr. Gustavo Martínez Zubiría, director de la Biblioteca Nacional y Don Juan Pablo Echagüe, presidente de las Bibliotecas Populares. Por su parte, en la hemeroteca “Dra. Martha Páramo de Isleño” se presentan ejemplares de la prensa mendocina y argentina, además de álbumes y documentación de personalidades cuyanas. No es un detalle menor que conjuntamente se preserva una colección de 10.000 fotografías, actualmente digitalizadas.

Finalmente, nos referiremos a la revista institucional. Como dijéramos previamente, en agosto del 34, se autorizó la publicación de la Revista. Al respecto, Edmundo Correas, manifestó: “La acción aparente de la Junta se traduce en su revista y sus conferencias. La difusión de los estudios históricos ha provocado nobles estímulos y se ha logrado despertar el culto de la literatura histórica. La revista implica la difusión de estudios históricos; de traducciones de viajeros extranjeros, de periódicos antiguos, del archivo provincial, entre otros”. Desde 1965, la editó la Imprenta Oficial de Mendoza y cuando esta desapareció la comenzó a financiar FUNDAJEHM utilizándose distintas editoriales.

En fin, el patrimonio tangible e intangible de la Junta de estudios Históricos de Mendoza se ha hecho evidente en sus cien años de existencia, pero cierro estas palabras con: “El lustre que a la estirpe fueron dando los antepasados, no es herencia personal; es mandato de superación para todos sus descendientes en el arte, la ciencia o la acción”.

* El autor es presidente de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza.

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