Otra vez en busca de degradar las normas que contribuyen al buen vivir de los mendocinos; como el intento de cambiar la 7722 o la Resolución 52/2020 que permitirá legalmente contaminar el agua de los cauces, la Resolución 408/20 limitando derechos, ambas de Irrigación o las excepciones en Códigos de Edificación departamentales, un conjunto de legisladores se propone transformar regresivamente la ley 7874 de arbolado público, que nació en 2008 luego de un arduo e intenso análisis de destacados profesionales de Mendoza, especialistas en la materia de Dirección de Recursos Naturales, Consejo de Defensa del Arbolado Público, Universidades, Municipalidades, Reparticiones Públicas, Organizaciones No Gubernamentales e interesados particulares de buena fe.
Absolutamente todos tuvieron la oportunidad en aquel momento de formular aportes y objeciones al proyecto, no quedando detalle sin atender, tanto en las generales de la ley, como en su Decreto reglamentario 1099/09.
No obstante hoy, sin aportes técnicos fundados, ni verificación por parte del Consejo de Defensa del Arbolado Público, de por sí solos, un grupo de legisladores pretende aprobar un proyecto de ley modificatorio de la 7874 totalmente regresivo que pone en serio riesgo al arbolado público mendocino, de por sí bastante mal tratado y en gran parte olvidado por los municipios, Vialidad e Irrigación, a pesar de la importancia que tiene en lo ambiental, social y hasta económico, porque es uno de los factores de mayor atracción turística de los núcleos urbanos y rurales.
No se sabe cuál es el interés que se persigue en esta nueva afrenta legislativa, pero en lo personal estoy seguro que se trata de degradar aún más de lo que está el arbolado público, por lo que si bien la Carta Magna dice en su Artículo Nº 22: “El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución”, esto, no da derecho, a ese grupo de legisladores a hacer lo que se les de la gana.