Por lo bajo, muchos de los empresarios que fueron a ProWein, una de las ferias más grandes de vino del mundo que se lleva a cabo en Alemania, se quejaron amargamente de la menor concurrencia comparada con años anteriores de nuevos importadores o clientes al pabellón donde estaba Argentina. ¿Será que el negocio se achica por la caída global del consumo?, se preguntaban. Aunque otros reparaban en el hecho de que quizás sea un espacio de negocios que está pasando de “moda”, hubo mucho ruido con la Wine Paris & Vinexpo Paris y varios expositores admitían que el año próximo evaluarían participar allí en vez de Düsseldorf.
El flagelo de la caída del consumo que afecta a Argentina, recordemos que los últimos datos del INV mostraron que el consumo per cápita en el país se ubica en los 16 litros, no sólo se trata de un efecto local, sino que corresponde más bien a un efecto global. Hay menos consumo de vino en el mundo. Los datos más recientes de la OIV, a los que tuvimos acceso, mostraron que el consumo del vino crece en Estados Unidos, Francia, Rusia, Portugal y Sudáfrica. Pero cae en Italia, Alemania, Reino Unido, España, China, Argentina, Australia, Brasil, entre otros. Hay 200 países consumidores de vino en el mundo. Los 5 principales países representan la mitad del consumo mundial de vino. Los 10 principales países representan más de dos tercios.
Vale recordar que durante la presentación de Giorgio Delgrosso de la OIV aquí en Mendoza, el experto señaló que el consumo mundial de vino en 2022 se estimó en 232 millones de hectolitros, marcando una disminución del 1% en comparación con 2021. “La tendencia negativa que comenzó en 2018 se puede atribuir principalmente al descenso en el consumo de China, que ha perdido en promedio 2 millones de hectolitros por año desde 2018. Esta tendencia a la baja se acentuó en 2020 debido a la pandemia que tuvo un efecto a la baja en muchos de los grandes mercados vinícolas. A esto se sumó que en 2022, la crisis energética y las interrupciones en las cadenas de suministro globales llevaron a costos más altos de producción y distribución, lo que resultó en precios más altos del vino y altos niveles de inflación que afectaron el poder adquisitivo de los consumidores”, sentenció.
Un reciente reporte del Observatorio Vitivinícola Argentino da cuenta de que “tras un 2022 récord, Chile cae al peor nivel de exportaciones en diez años. En 2023 perdió el 22% del valor del vino exportado contra 2022, que pasó de 1.815 millones de euros a 1.413 millones de euros. Es el nivel más bajo de ventas al exterior en facturación desde los 1.398 millones de euros de 2014″.
¿A qué lo atribuyen? El informe indica que tras años de un crecimiento exponencial en el mercado chino, este mismo mercado ha sufrido una caída del 34% en la comparación interanual, a pesar de seguir siendo el más importante para las exportaciones de vino chileno. En segundo lugar, en la lista de factores determinantes se encuentra Estados Unidos, que históricamente ha sido el segundo mercado más grande para Chile, pero que en el año 2023 cayó al cuarto lugar con una disminución cercana al 30%. En términos de facturación, las ventas de vino chileno a Estados Unidos han disminuido en un 29% durante el último año.
Un dato para aportar, para el caso las exportaciones de vino en valor de Argentina a Estados Unidos, su principal mercado bajaron 21% en 2023, mientras que en Reino Unido se desmoronaron 12% y Brasil bajó 2%.
