Sintetizando, podría decirse que el sistema de votación de Boleta Única Papel se basa en que cada elector recibe una única boleta, en la cual aparecen las diferentes listas que participan de la elección, generalmente con un casillero en blanco a la derecha de cada categoría que se elige, donde el votante marca eligiendo así con una cruz a quién desea votar.
El sistema es el usado en la mayoría de los países del mundo y adoptado por varias provincias argentinas para comicios locales, adelantando entre sus ventajas respecto al actual de listas sábanas, una mejor logística, mayor equidad, muchos menos gastos, una mayor transparencia y un menor impacto ambiental.
Numerosos dirigentes de distintos partidos políticos y el colectivo Red de Acción Política (RAP) promueven la adhesión a los Proyectos de Ley presentados en el Congreso y que cuentan, según manifiestan, con el respaldo de más de 100 referentes de la política nacional. Por ello, recientemente, la RAP abrió un espacio colectivo amplio bajo la consigna #BoletaÚnicaEsMejor, que no sólo busca difundir los beneficios de la misma, sino que promueve la sanción de la Ley para su implementación en las elecciones presidenciales de 2023. La campaña incluye una petición en www.Change.org/boletaunica que ya suma más de 100.000 firmas.
La boleta única implica múltiples beneficios, por ejemplo en materia de los Gastos que el sistema de listas sábanas representa para el Estado, en tanto debe garantizar a cada partido el dinero correspondiente para afrontar la impresión de boletas de cada distrito en el que compitan. Otro de sus beneficios, está dado por brindar una oferta electoral completa y una mayor equidad, ya que el sistema actual de múltiples boletas afecta sobre todo a los partidos políticos más pequeños, que se encuentran en inferioridad de condiciones frente a las grandes estructuras partidarias.
Apuntando a dichas ventajas en comparación al sistema vigente de listas sábanas, en agosto de 2007, en un proyecto de Ley, decía el Dr. Carlos Aguinaga que “parecería, si nos colocamos en el punto de vista de un ciudadano común, que nada se quiere cambiar. Eso es lo que la clase dirigente está transmitiendo día a día a la sociedad. No se quiere cambiar nada, se quiere seguir manteniendo un sistema que parece ser muy útil para algunos, pero tremendamente perjudicial para la sociedad”.
En idéntico sentido, a nivel nacional, el Diputado Omar De Marchi pidió el tratamiento del Proyecto para que se le ponga fin a las listas sábanas en la Argentina y así implementar el sistema de Boleta Única. Afirmaba el Legislador Nacional: “Boleta única de papel ya. Nada justifica seguir votando con el caro y oscuro sistema de listas sábanas. No avanzar con Boleta Única es mantener un sistema lleno de vicios y de trampas”.
Ahora, afortunadamente y en esa misma línea, el Gobernador de la Provincia, Dr. Rodolfo Suárez, con la anuencia de varios Intendentes, ha puesto énfasis en la necesidad de instrumentar el sistema de “boleta única”, en el que, de palabra muchos manifiestan coincidir, pero en el terreno de los hecho ,son pocos los que exhiben conductas dirigidas a su efectiva concreción. Bien dice el aforismo: “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. Ante esto, el Editorial de Los Andes del 08/12/21 afirmaba: “Resultaría importante que la política mendocina discuta y busque consensuar el mecanismo de boleta única electoral que se impulsa desde el Gobierno”.
Luego de las consideraciones precedentes y ventajas generalmente aceptadas, cabría preguntarse: ¿Por qué en la Nación y en Mendoza, todavía no se vota con boleta única en papel?, máxime cuando existen numerosos Proyectos de Ley para avanzar en ese sentido. No hablamos de experiencia originales o inéditas, en tanto la misma ya se usa en Santa Fe, Córdoba, San Luis y Río Negro; así como con la versión electrónica lo hacen Salta, Chaco, Neuquén y la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en ningún caso logró avanzarse en su aprobación para los comicios nacionales y provinciales.
Lavagna sostiene que resulta “extraña la vocación de cierta dirigencia por discutir cuestiones menores para no enfrentar temas de fondo, como el uso de Boleta Única Papel, que es la mejor forma de reducir las posibilidades del fraude electoral”.
En la búsqueda de una respuesta al interrogante planteado, no podemos obviar considerar la segunda parte de nuestro epígrafe, referida a los “avivados varios”, que dotados con más ambiciones que aptitudes, ven en las “listas sábanas” la única oportunidad de acceder a cargos, prohijados por los aparatos partidarios, en esa nefasta relación parental que la partidocracia argentina ha institucionalizado de hecho, entre “dirigentes, parientes, amigos, entenados y punteros”. La lista sábana se erige así en el medio de pago de los emolumentos hacia esta numerosa pléyade, que mayoritariamente transitan alejados de la idoneidad y reconocimiento que los principios de la República Democrática y de las Constituciones Nacional y Provincial exigen, llegando así a ocupar cargos para los que no están mínimamente capacitados, acrecentando el proceso de crisis institucional por el que la Argentina deambula desde hace décadas y que explica su general degradación y decadencia.
Moral pública, representación genuina, transparencia y la restitución al pueblo de la soberanía que le es propia, demandan al señor Gobernador la persistencia en su intención de instrumentar la boleta única y los Legisladores sancionar la norma respectiva, como herramienta para sanear, aunque más no sea en parte, la institucionalidad que la provincia supo tener y que parece haber extraviado.
*El autor es abogado.
