Avances electorales de la derecha en la región

En vísperas de la elección presidencial estadounidense, los comicios realizados en América del Sur muestran cierto giro a la derecha.

Avances electorales de la derecha en la región
Elecciones en Uruguay: Yamandú Orsi y Alvaro Delgado son los que irán al ballotage.

La elección presidencial uruguaya, como era previsible, ha derivado en una segunda vuelta, ya que ninguno de los competidores principales alcanzó el 50% necesario para ganar en la primera. El Frente Amplio, la coalición de centroizquierda que ha gobernado en tres de los últimos cuatro períodos presidenciales, ocupó el primer lugar con el 43,94%. En el segundo quedó el oficialista Partido Nacional con el 26,76%. Esta fuerza ha gobernado dos de los últimos cinco periodos. El tercer partido fue el Colorado, que obtuvo el 16,03%. En las últimas décadas ha sido un aliado constante del Partido Blanco o Nacional que gobierna. Estos dos partidos son las dos fuerzas tradicionales que hunden sus raíces a fines de la tercera década del siglo XIX y que recién en 1985 comenzaron a enfrentar una situación realmente competitiva por parte de la coalición de izquierda Frente Amplio. Se gestó así una coalición de los partidos tradicionales -que eligen su candidato en internas que se denominan Ley de Lemas- y que el Partido Nacional las ha ganado desde hace cinco periodos. El actual presidente, Luis Lacalle Pou, ha representado una versión moderna de un partido tradicional, que puede ser denominada de neoliberal de acuerdo a los términos utilizados en la región en este momento. Ha buscado privatizar y mantener la disciplina fiscal, aunque ha enfrentado también el descontento social. Su candidato para la segunda vuelta es Álvaro Delgado, que se enfrentará contra Yamandú Orsi del Frente Amplio. El Partido Colorado apoyará al Nacional y votará masivamente por él. Las demás fuerzas, que tienen porcentajes bajos, pueden definir la elección, dada la paridad del resultado en primera vuelta. En la región, un triunfo del Frente Amplio será visto como una victoria del centroizquierda. En cambio, uno del Partido Nacional será interpretado como un triunfo del centroderecha.

El mismo domingo 27 de octubre tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones municipales de Brasil, votándose en quince capitales estaduales. La más importante fue San Pablo, la ciudad más grande de las Américas. Su población es varias veces la de Uruguay. Esta elección brasileña es vista como un anticipo de la presidencial que tendrá lugar dentro de dos años, en octubre de 2026. El triunfo de la derecha fue marcado y contundente. En San Pablo se impuso el candidato apoyado por el ex presidente Jair Bolsonaro. Se trata de un político de centroderecha (Ricardo Nunes), quien ya venía ejerciendo el cargo. Obtuvo el 59% de los votos. Cabe señalar que en la primera vuelta, entre los dos candidatos de la derecha, el mencionado Nunes y un outsider de ultra derecha, Pedro Marcal, obtuvieron exactamente el mismo porcentaje sumados. A su vez, el candidato apoyado por Lula, Guilherme Boulos, sufrió una fuerte derrota, casi sin poder sumar votos sobre el resultado de la primera vuelta. Bolsonaro queda como un candidato competitivo para 2026, siempre que la Justicia modifique el fallo que le impide presentarse, como sucedió con Lula en el pasado reciente. En las catorce capitales de estado restantes, las distintas expresiones de la derecha ganaron en doce. Es decir, los candidatos de Lula ganaron sólo en dos, Fortaleza y Belem. Pero el candidato aliado de Lula que ya venía gobernando Río de Janeiro, la segunda ciudad del país, se impuso en primera vuelta. Por su parte, el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro tendrá el control de cuatro capitales regionales estaduales, mientras que el resto de la centroderecha se llevó las demás grandes ciudades.

En la elección municipal que tuvo lugar también el mismo día en Chile, hubo un resultado muy diverso, pero la derecha tradicional se impuso en Santiago, la capital del país y el electorado más importante. El candidato ganador fue Mario Desbordes, perteneciente a Chile Vamos, que representa a dicha derecha tradicional. Se impuso con 50,6% a la actual alcaldesa y candidata del presidente Gabriel Boric, la comunista Irací Hassler, que alcanzó el 28,5%. Mario Desbordes fue ministro en el segundo Gobierno de Sebastián Piñera y precandidato presidencial en las últimas generales. Respecto a Boric, se trata de un golpe para su coalición, integrada por el Frente Amplio, el Partido Comunista y la centroizquierda. En total se eligieron 345 alcaldes, 16 gobernadores, 2.256 concejales y 302 consejeros regionales. Las del último domingo fueron las primeras elecciones municipales y regionales realizadas con voto obligatorio, el que fuera reestablecido en 2022 después de diez años de participación voluntaria. Con el 92% de los votos escrutados, la lista del oficialismo perdió 40 alcaldías respecto a 2021 y llega a las 110, mientras que Chile Vamos, de la derecha tradicional, obtuvo 34 más y alcanzó un total de 121. A su vez, el Partido Republicano, de derecha dura, obtuvo la victoria en ocho municipios (antes de esta elección no tenía ninguno), mientras que la nueva formación ultraconservadora, el Partido Social Cristiano, ganó una alcaldía, al igual que el Centro Democrático. Los independientes, por su parte, quedaron con 104 alcaldías tras perder una.

En vísperas de la elección presidencial estadounidense, los comicios realizados en América del Sur muestran cierto giro a la derecha.

* El autor es director del Centro Unión para la Nueva Mayoría.

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