La meteorología está presente en nuestro día a día. ¿Qué temperaturas habrá hoy?, ¿bajará el Zonda?, ¿irá a llover?, son algunas de las preguntas que se encuentran a diario desde en una parada de micro, reuniones familiares hasta en la práctica de pilates. Es muy común que en estas situaciones cotidianas haya algún tema meteorológico en tela de juicio. También es común escuchar tanto en la población como en los medios de comunicación expresiones tales como: ¡dicen que va a caer piedra!, ¡el clima de hoy!, o ¡mal clima para hoy!, etc. Estos son algunos de los errores o gazapos meteorológicos en los que se incurre comúnmente.
Los recientes y conocidos eventos Zonda que afectaron a la provincia invitan a reflexionar sobre el argot o la jerga meteorológica y cuánto lo domina la población y los medios de comunicación. ¿Se conocen las diferencias entre “tiempo” y “clima”?, ¡granizo y no piedra!, ¿por qué es importante que un meteorólogo sea el especialista encargado de transmitir la información meteorológica? Además de la necesidad de regular la ley profesional de Meteorología y hasta incluso, por qué no fomentar el aprendizaje y conocimiento de los aspectos meteorológicos de la localidad.
Los conceptos de “tiempo” y “clima” a menudo son confundidos. Cuando nos referimos al “tiempo” se hace alusión al estado de la atmósfera en un momento y lugar determinado. Por ejemplo, el pronóstico para hoy y los próximos días (si va a estar nublado, va a precipitar o cómo va a fluctuar la temperatura máxima y mínima). En este caso, la pregunta que debemos hacer es: ¿cómo va a estar el tiempo? En cambio, cuando nos referimos al clima hablamos de condiciones meteorológicas características de un lugar determinado durante un período largo de tiempo, de al menos 30 años. Por ejemplo, el clima nos permite saber cuál es la temperatura media y la precipitación promedio de una región. Además, si las condiciones meteorológicas de un día determinado se encuentran dentro o fuera de los parámetros normales para dicha región. La principal diferencia entre tiempo y clima reside en la escala temporal.
Por otro lado, cuando nos referimos a los hidrometeoros que generan tanto daño a la agricultura, construcciones o vehículos; y que se forman bajo situaciones de inestabilidad atmosférica (asociada a nubosidad con precipitaciones, vientos, etc) en nubes convectivas (nubes de desarrollo vertical con fuertes corrientes ascendentes y descendentes), nos referimos a “granizo” en vez de “piedra”.
Un caso interesante en este sentido es Cuba, país donde el Instituto de Meteorología es el ente regulador de la información meteorológica, y destaca una excelente integración entre éste, los medios de comunicación y Defensa Civil al servicio de la sociedad. Además, se le da vital importancia al fomento de la cultura meteorológica y es el meteorólogo el encargado de transmitir la información de una forma coloquial, pero sin perder el rigor científico.
En Argentina, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) brinda información sobre el tiempo y el clima a partir del monitoreo continuo de la atmósfera, basado en el conocimiento científico para la protección de la población y el desarrollo sustentable. Además, el SMN cuenta con un Sistema de Alerta Temprana y excelentes materiales de divulgación científica en las plataformas YouTube, Twitter, Facebook, Instagram. También, mantiene una estrecha relación y retroalimentación con los investigadores del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Universidad de Buenos Aires.
Un tema sumamente importante para los profesionales de la meteorología en Argentina es la necesidad de regular la profesión a nivel nacional. En muchas ocasiones, en particular en los medios de comunicación, personal no especializado brinda información meteorológica, muchas veces presentando algunos errores.
Ante los efectos del cambio climático antrópico tanto a nivel global como regional se requiere la presencia de los meteorólogos como protagonistas imprescindibles a la hora de brindar información confiable y acertada a los diferentes niveles y entidades de la sociedad y de los tomadores de decisiones.
Otro aspecto interesante es que, ante el avance de las nuevas tecnologías y al existir tantas plataformas disponibles con información meteorológica, siempre se debe consultar los pronósticos y alertas de las instituciones especializadas de la meteorología.
Ante lo planteado, Mendoza, una provincia que históricamente se ha beneficiado de las precipitaciones níveas en alta montaña, que año tras año se ve afectada por fenómenos meteorológicos como el Zonda y la caída de granizo, donde el pronóstico del tiempo es vital para el cultivo de la vid y, por sobretodo, con el panorama actual del cambio climático que hace que cada vez tengamos más eventos climáticos extremos y que disminuya la disponibilidad del recurso hídrico por el derretimiento de los glaciares; es indispensable fomentar el aprendizaje y conocimiento de los aspectos meteorológicos de nuestro territorio. Esto contribuirá a una mejor preparación ante los cambios que estamos viviendo y se avecinan, unido a que puede resultar un incentivo para los más jóvenes a pertenecer a las canteras de los meteorólogos del futuro.
*La autora es parte del Programa Regional de Meteorología - IANIGLA-CONICET