Considero de interés público dar a conocer la imagen del grabado sobre la Batalla de Maipo (también conocida como batalla de Maipú), enfrentamiento armado decisivo dentro del contexto de la guerra de la independencia de Chile, que realizó el artista inglés T. E. Brown en Londres en 1818, bajo indicaciones de José Álvarez Condarco.
Álvarez Condarco se encontraba en Inglaterra por mandato patriota para adquirir naves que permitiesen conformar la flota que debía transportar las tropas de la campaña al Perú.
Todos hemos leído cómo se confeccionó la bandera por las Damas Mendocinas en nuestra provincia y se colocó bajo protección de la Virgen del Carmen de Cuyo.
Pero no existe en Mendoza ningún documento o imagen que indique qué dimensiones tuvo el original confeccionado en 1816.
Atesoramos actualmente en el Memorial de la Bandera el ejemplar original de la misma, que lamentablemente y en circunstancias que nadie conoce, fue recortado en sus dimensiones originales dado el deterioro sufrido por los años (estamos a 207 años de su creación).
Es por ello que, investigando al respecto y por informes del experto Miguel Carrillo, me entero que el grabado de Brown se encontraba depositado en el Museo Histórico Nacional.
Intenté durante varios años corroborar esto con resultado negativo, nadie supo darme información si allí estaba el original del grabado.
Felizmente, hace algunas semanas, el señor Eduardo Nolazco intercedió ante personal experto del Museo Histórico Nacional y recibí una copia virtual de alta definición del grabado de Brown.
Su tremenda importancia histórica es que es único documento donde puede apreciarse cómo fue el diseño y dimensiones aproximadas de la bandera que cruzó Los Andes y estuvo presente en Chacabuco (1817) y Maipo (1818), siendo luego depositada en la Sala del Directorio de Chile donde estuvo custodiada hasta el año 1823.
Entonces, el coronel Corvalán, veterano del Perú, por indicación del gobernador de Mendoza, Pedro Molina, trajo la misma a nuestra provincia junto con tres ejemplares de banderas argentinas que debieron estar presentes en el cruce de la cordillera, en las batallas de Chile y luego llevadas hacia el Perú.
En 1823 San Martín ordena a Corvalán que sean retornadas a Chile y luego a Mendoza.
Muy poco se sabe de estos ejemplares de enseñas argentinas con los colores celeste y blanco, establecidos en el Congreso de Tucumán y cuál fue su destino al llegar a Mendoza en 1823.
Vuelvo a la Bandera de Los Andes. Tenemos ahora la posibilidad de hacer copias para obsequiarlas a unidades militares que integraron el Ejército de Los Andes y también porque no a aquellas instituciones historicistas o ciudadanos patriotas que quieran tener esta imagen.
Reitero que nada podríamos haber logrado sin la guía del experto Miguel Carrillo y aquí en Mendoza del coronel (R) Roberto Corvalán, y en Buenos Aires, como ya dije, de Eduardo Nolazco.
* El autor es Presidente Fundación Regimiento 11 de Infantería “Juan Gregorio Las Heras”. Tupungato.
