Alberto juega para Cornejo, el PJ aplica el teorema de Baglini y la última encuesta radical

La inflación que crece y el tren que aún no tiene fecha para volver favorecen el discurso anti K del radicalismo. Mientras, el peronismo se lanza a una carrera de promesas para aparecer en un mapa electoral que no lo tiene como protagonista. De Marchi insiste en la seducción de peronistas. Qué devela el último sondeo provincial que encargo el comando cornejista.

Alberto juega para Cornejo, el PJ aplica el teorema de Baglini y la última encuesta radical
Ilustración: Gabriel Fernández Raúl Baglini

Faltan cuatro semanas para las primarias mendocinas y en la calle nadie parece haberse enterado. La campaña por ahora es una entelequia que sólo cobra visos de realidad en el micromundo de la política y sus adyacencias.

No hace falta más que mirar las fotos que se multiplican cada día en las redes sociales para percatarse: son candidatos rodeados de más candidatos o candidatos con militantes de siempre. La irrupción esta semana de la publicidad electoral en la vía pública y luego en los medios electrónicos va a empezar a ponerle algo de temperatura a una campaña gélida.

Entre los anotados para esta contienda en la que se definirán los candidatos, hay dos categorías. Están los que tienen su mirada únicamente en las PASO porque allí se juegan la permanencia. Y están los que se saben en la final y esperan esa instancia para empezar a apostar más fuerte.

En la semana que pasó, todos parecieron jugar para Alfredo Cornejo. La oposición, el Gobierno nacional y hasta, indirectamente por supuesto, la Corte Suprema de la Nación.

En el oficialismo lo festejan calladamente, pero sus semblantes no pueden ocultarlo. Después de mucho tiempo, más precisamente desde que Omar de Marchi empezó a tensar la cuerda a fines del ‘22 para dar el salto y generar todo lo que pasó después, creen haber recuperado el control.

La suspensión de la elección de gobernador en San Juan a simple vista es un hecho extraño, ajeno, a la campaña mendocina. Pero la decisión de la Corte pega de lleno en uno de los argumentos más usados por el peronismo y los referentes del frente demarchista para cuestionar las gestiones de Cornejo y Rodolfo Suárez: la comparación con los vecinos.

Una y otra vez han apelado al ejemplo de San Juan y su crecimiento para contrastar con el evidente estancamiento mendocino. ¿Seguirán usándolo ahora? ¿El desarrollo económico habilita todo? “Después nos acusan a nosotros de concentrar el poder”, chicanean en el oficialismo.

Sergio Uñac no sólo eliminó las PASO para reinstalar la cuestionada ley de lemas, sino que además buscó pasar por alto su paso como vicegobernador de José Luis Gioja en el conteo de mandatos.

Fue Gioja, cuando su segundo período expiraba, quien modificó en 2011 un artículo constitucional (el 175) que habilitaba una sola reelección para así quedarse cuatro años más. Aquella enmienda lleva la firma de otro Uñac, José, por entonces vicegobernador. Su sucesor fue su hermano Sergio, el actual gobernador, que antes había sido el sucesor de su padre, Joaquín, como intendente de Pocito. Todo queda en familia. Una y otra vez.

Desde la Nación le dieron otro motivo al oficialismo para profundizar su buscada antinomia dialéctica con el kirchnerismo y así evitar la polarización con La Unión Mendocina.

La respuesta del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, en su informe al Congreso, ante una pregunta hecha por Cornejo sobre la vuelta del tren de pasajeros fue y será usada contra el peronismo en la campaña: no hay fecha para que empiece a recorrer el trayecto de Buenos Aires a Palmira otra vez.

Aquella visita, el 22 de marzo, del presidente Fernández y el ministro Massa para celebrar un retorno improbable tuvo asistencia perfecta de la dirigencia peronista. Todos llegaron y salieron con un mismo discurso épico que desafiaba la realidad.

El índice de inflación de abril, del 8,4%, es otro argumento de campaña que la gestión de los Fernández y Massa le regaló al frente que lidera el radicalismo para su relato anti K. Ese número viene creciendo mes a mes y aunque la difusión del dato es con los hechos consumados y ya percibidos por todos, no deja de asombrar.

Acosado por ese contexto negativo, el peronismo busca asomar la cabeza para existir en una agenda que parece dejarlo de lado. Por eso, pese a su división, se lanzó a presentar propuestas curiosamente coincidentes. Como si en su desacuerdo se hubiesen puesto de acuerdo en algo.

El eje elegido es la vivienda. Guillermo Carmona incluyó la construcción de casas entre sus propuestas, aunque sin precisar una meta. Omar Parisi, en cambio, prometió 16 mil casas en cuatro años, para igualar las entregadas por el gobierno récord desde 1983, el de José Octavio Bordón.

Una vieja regla de la política es no ponerle números a una promesa. Lo sabe bien Celso Jaque, que vio cómo su gobierno se deshacía en la consideración popular a poco de iniciado por aquella propuesta inalcanzable de reducir 30% la cantidad de delitos en seis meses.

Pero en campaña los candidatos más urgidos repiten una y otra vez ese error, necesitados de sumar votos y a sabiendas de que no deberán cumplirlo. Una reivindicación del “teorema de Baglini” que también se percibe en las promesas opositoras dirigidas a los empleados estatales.

El fallecido dirigente radical se ganó un lugar en la historia política argentina cuando enunció que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder.

Parisi justamente presidió el IPV durante la gestión de Paco Pérez, quien había prometido que entregaría 12.000 casas durante su mandato. Pero la gestión terminó y apenas llegó a la mitad del objetivo que se había fijado.

En el entorno del precandidato dicen estar muy seguros del plan y saber cómo hacerlo, pero sobre todo destacan lo logrado al anunciarlo: “El PJ se reinstaló con esta propuesta”.

Menos explicación tiene lo que definen como un “furcio” de Parisi en la entrevista que concedió a Agenda Los Andes. Allí aseguró que “la construcción de viviendas baja la inseguridad porque el 90% de los presos son albañiles”. Una afirmación que no está respaldada por ninguna estadística penitenciaria y que por eso mismo parece encerrar mucho de prejuicio.

En La Unión Mendocina están ocupados en lo que denominan un proceso de “homogeneización” ante tanta diversidad de socios en el frente y su objetivo inmediato es polarizar con el oficialismo de Cambia Mendoza.

Por eso ahora la agenda se limita a lanzamientos municipales. El viernes fue el turno de Luján, el territorio del candidato a gobernador. Y allí llamó la atención una ausencia, sobre todo por la importancia de ese municipio en el esquema del frente: la del candidato a vice Daniel Orozco. Aducen que tenía una actividad en Las Heras, donde parece haber concentrado todos sus esfuerzos proselitistas.

Entre tanta foto de campaña, hubo otra que no pasó desapercibida en la semana: De Marchi y Jorge Difonso, de recorrida por Tunuyán, se encontraron allí con el candidato peronista a la intendencia, Emir Andraos, el más votado en las primarias lejos y discípulo de Martín Aveiro.

Sin presencia en ninguna de las cuatro listas provinciales que competirán en las PASO, el peronismo tunuyanino teme el impacto de lo que prevé como dos derrotas contundentes del PJ en Mendoza y en la Nación. De pronto, De Marchi puede haber encontrado el aliado peronista que tanto buscó en el lugar menos pensado.

El plazo para inaugurar obras antes de las elecciones está a días de vencer y llamativamente no se ve al Gobierno y sus candidatos corriendo de un corte de cinta a otro. “No tienen nada para inaugurar”, dicen los malpensados que nunca faltan.

La respuesta oficiosa es que dejarán esas obras para la previa de la elección general. Por ahora, se concentrarán en desarrollar los ejes de empleo, educación, salud y seguridad.

Lo cierto es que sin ninguna obra de envergadura para mostrar, algunos apuestan a la licitación de El Baqueano como el gran hecho preelectoral a mostrar. Anunciada inicialmente para enero, pasó luego para marzo, después abril y ahora julio.

Algunos creen que esa demora, pese al acuerdo firmado con Cammesa que garantiza un alto precio por la energía que allí se producirá, tiene que ver con ciertas objeciones de Cornejo al dique. De hecho, hay otra licitación paralizada que llama la atención: la recuperación de Puente del Inca.

En el comando electoral oficialista ayer recibieron la última encuesta que encargaron y esperaban ansiosamente. Y los datos relevados la semana pasada los dejaron algo más tranquilos: aseguran que Cambia Mendoza gana por 15 puntos en Las Heras en la categoría de gobernador y por 10 en la de intendente. Allí es donde más dudas tenían después del pase de Orozco a la oposición. Esa ventaja se estira levemente en la provincia, con una paridad con final abierto entre el frente del peronismo y De Marchi en la pelea por el segundo lugar.

Para unos puede ser la gloria electoral, para otros el infierno.

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