En estos momentos tan especiales que vive el mundo y Mendoza sobre la pandemia, quiero compartir con la comunidad mendocina mi experiencia vivida, internada por 12 días en el hospital Italiano y con la obra social OSDE.
Todos los días vivimos noticias dramáticas y situaciones agobiantes, que nos producen un estado de vida en tensión y estrés que hace que no podamos darnos cuenta de lo maravilloso que también tenemos.
La posibilidad que me brindo Dios y la Vida de estar contagiada del Covid, y vivir la posibilidad inminente de la incertidumbre de poder morir durante mi enfermedad, han sido un alto en mi vida y me ha permitido valorar mucho más las maravillosas personas que tenemos a nuestro alrededor y que se brindan con una vocación de servicio, calidad humana, profesionalismo, humanidad, alegría y contención afectiva, que me dejó tremendamente impactada durante mi internación en el Hospital Italiano.
Vivir en estos momentos de angustias y exigencias personales, sociales y económicas, hace que perdamos la capacidad de ver y valorar, lo importante y lo esencial del ser humano comprometido y el recurso humano altamente calificado de la medicina, técnicos, enfermeros, fisioterapeutas, personal de limpieza, mantenimiento que dedica su vidas con esmero, a contener y apoyar en esta pandemia y que viven y existen en Mendoza
Por ello quiero en estas palabras, dar mí reconcomiendo formal a todas estas personas con las que tuve el honor de compartir y poner mi vida en sus manos.
Estoy convencida que mi recuperación no hubiera sido posible, sin el aporte de cada uno.
Han sido un ejemplo de alegría y de vocación profunda al servicio del otro.
Una cultura organizacional que los convierte en un equipo humano de excelencia.
Mis respetos y agradecimiento profundo.