En el Gobierno no evalúan tanto las consecuencias del nuevo choque político con el kirchnerismo a raíz de la visita del ministro de Obras Públicas de la Nación. Prefieren enfocar hacia mañana, cuando comiencen las clases y se cumpla con una de las apuestas fuertes de Suárez. Sí se sienten satisfechos por la formalización de los trabajos de la doble vía a San Juan en territorio mendocino y las mejores en el túnel limítrofe Caracoles.
Hay optimismo con respecto al arranque formal del año educativo luego de un 2020 nulo en cuanto a cursado en las aulas. Con los recaudos que aseguran haber tomado, las autoridades de Salud y educativas consideran que la situación sanitaria está lo suficientemente equilibrada en la provincia como para garantizar un dictado de clases que tienda a la normalidad.
Se espera una relativa repercusión del conflicto con el gremio de los docentes, pero, además, hay expectativas para ir a una solución por las diferencias existentes cuando se reabra la discusión paritaria estatal en marzo, según lo acordado en su momento con la dirigencia gremial por el ministro Víctor Ibáñez.
En lo referido a la visita del ministro Gabriel Katopodis, en el Gobierno atribuyen la confusión por las dos ceremonias de acuerdo realizadas al proceder de la dirigencia local del peronismo. Aseguran en el Ejecutivo que el colaborador de Alberto Fernández no conocía detalles organizativos de la jornada, los que estuvieron a cargo de la conducción partidaria provincial, en manos de Anabel Fernández Sagasti, la que expresa un fuerte nexo entre los funcionarios y legisladores del PJ provincial y la Casa Rosada.
Previo al acuerdo que sellaron Suárez y Katopodis, intendentes peronistas del Sur y el Valle de Uco estuvieron reunidos con los ministros Ibáñez y Nadal en la sede del Gobierno para interiorizarse del plan de vacunación en la provincia. Allí se enteraron algunos que debían ir a Maipú para firmar sus respectivos convenios de obras.
Los funcionarios de Suárez coinciden en que toda la actividad protocolar debió haberse desarrollado en la Casa de Gobierno. Pero en el PJ prefirieron que los acuerdos con los 18 intendentes se firmaran en el territorio maipucino, el de más tradición peronista en la provincia desde 1983 hasta ahora. También, un mimo a Stevanato y a la vieja guardia de los Bermejo.
Además, del lado del PJ comentan, a modo de descargo por las culpas que se les atribuyen desde el oficialismo, que la senadora Fernández Sagasti no fue invitada a la firma entre el Gobernador y el ministro nacional en el cuarto piso de Casa de Gobierno.
Los mayoritarios intendentes radicales no fueron a Maipú con la excusa de no prestarse a una puesta en escena política por parte del peronismo. Cuota de razón tuvieron. Por lo bajo, algunos allegados a los tradicionales “caciques” del PJ lo admitieron. Pero todo quedó inmerso en el clima belicoso que hay entre el oficialismo y el peronismo.
Pero ayer todavía había otra cuestión para dilucidar: quién dio la orden para que los jefes departamentales de la UCR no fueran a la firma en Maipú. Desde el peronismo (lo hizo públicamente Fernández Sagasti) salieron a culpar a Suárez. El habría ordenado el faltazo en el Museo del Vino, según la líder opositora. “Totalmente falso, erróneo”, dijeron con énfasis en el equipo de gobierno. Otros, en cambio, pusieron en sospecha al ex gobernador Cornejo, especialmente porque el vocero de la rebelión fue alguien de su cantera política, Tadeo García Zalazar; “no nos consta”, dijeron en este caso los colaboradores de Suárez.
Por el escandalete desatado fue un funcionario del propio intendente de Godoy Cruz el que, finalmente, se acercó a firmar lo que la Nación dispuso para obras en el departamento que condujo Cornejo durante ocho años. Y ayer, en la recorrida que hizo el funcionario nacional por el Valle de Uco, estuvo presente el ministro Isgró, dejando una imagen totalmente opuesta a la de la tensión vivida el viernes. En este caso hubo ponderación a lo dispuesto por la Nación.
Anticipos del año electoral
Todo se puede enmarcar ya en el año electoral en marcha. Independientemente de cuándo decida Suárez convocar a las legislativas locales, la gran disputa en Mendoza se va a producir con las elecciones nacionales.
En el justicialismo muchos dan por descontada la participación de Alfredo Cornejo como candidato a senador, con el respaldo ciudadano hacia su desempeño en el que coincide la gran mayoría de las encuestas. Esto estaría justificando, de algún modo, la estrategia del peronismo de arremeter contra Suárez y su gestión aun si éste dispone, como se señaló antes, mantener la convocatoria a las urnas en los plazos que fija la legislación electoral en nuestra provincia. Es decir, no unificar.
Pero las perspectivas no son fáciles para la oposición local. Una encuesta reciente encargada por el Ministerio del Interior ratifica el apoyo mayoritario de los mendocinos al gobierno de Suárez, siempre cercano al 50%. Curiosamente, al diputado nacional Ramón se lo ubica en la consulta realizada con casi un 5% como representante de una tercera posición. Para el controvertido mentor de Protectora ese módico porcentaje es, sin embargo, una tentadora oferta a fin de poder sellar un acuerdo electoral con el PJ, como él pretende, si se tiene en cuenta que la ponderación hacia los referentes locales del peronismo es aún baja.
De todos modos, es de prever que desde la Nación paulatinamente se vaya intensificando el apoyo a Anabel Fernández Sagasti, que seguramente buscará renovar su banca de senadora en el Congreso. En ese plan, son previsibles las visitas más frecuentes de funcionarios, como la reciente de Katopodis. O los anuncios desde Buenos Aires por gestiones que pueda realizar la joven legisladora siempre pensando en el escenario electoral.
Por el lado de Cambia Mendoza, lo más trascendente en este momento es la previa a la elección interna por la conducción del Pro. De Marchi y Priore son los referentes de los dos sectores en pugna. El diputado nacional es la representación clara del macrismo en Mendoza. El resultado de dicha pulseada puede influir en el futuro de la coalición gobernante aquí. Cualquiera fuese el resultado, De Marchi mantiene su idea de negociación dentro de dicho frente, siempre que pueda arribar a un marco de acuerdo satisfactorio con el radicalismo pensando en las elecciones de este año. En ese plano es donde juega fuerte Cornejo.
Cuesta pensar en una eventual ruptura de De Marchi con la coalición provincial. Si lo hace sería sólo para reunir y encabezar un bien definido sector de centro derecha que se abastezca de las distintas propuestas dispersas hoy en la provincia, empezando por el Partido Demócrata tras su ruptura con el radicalismo. Por ahora, algo muy lejano, especialmente hasta que Cornejo, Cobos y otros posibles aspirantes a cargos electivos nacionales definan si realmente van a participar y en qué lugar.
Puño con puño, como marca el ritual de la pandemia, fue el cordial y protocolar saludo entre Suárez y el funcionario nacional que lo visitó en nombre de Alberto Fernández. Detrás de esa escena, una picardía del kirchnerismo agravó tensiones. ¿Cuál será el próximo capítulo?