A río revuelto

“Del mismo modo que aparece más pesca cuando las aguas de un rió se revuelven, en las situaciones confusas o cuando se producen cambios o desaveniencias, hay quienes sacan beneficio aprovechando tales circunstancias”.

A río revuelto
A río revuelto...

Sentada frente al río, evoco las figuras de quienes nos han precedido y acompañado y que ya no están con nosotros; inmediatamente, me vienen a la memoria fragmentos de obras literarias leídas en aquellos primeros cursos de estudiantes de Letras, en que nos familiarizábamos con obras eternas. Así, evoco a Jorge Manrique y sus Coplas: “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar en la mar/ que es el morir:/ allí van los señoríos,/ derechos a se acabar/ y consumir;/ allí los ríos caudales,/ y los otros medianos/ y más chicos;/ y llegados, son iguales/ los que viven por sus manos/ y los ricos”. Muchos siglos después, nuestro Borges nos dirá: “Mirar el río hecho de tiempo y agua/ y recordar que el tiempo es otro río,/ saber que nos perdemos como el río/ y que los rostros pasan como el agua”.

¿Cuál ha sido el motivo de comparar el río con la vida y el tiempo? La razón por la que los dos poetas, tan lejanos temporalmente, hayan coincidido en la consideración del río está encerrada en su propia definición: “Corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar en otra, en un lago o en el mar”.

Pero, además de este uso metafórico del término, hallamos acuñadas en español varias frases: la que da el título a la columna de hoy, ‘a río revuelto’, tiene el significado de “en la turbación, confusión y desorden”. Esa idea se replica en la locución más extensa ‘pescar alguien en río revuelto’, que significa “aprovecharse de alguna confusión o desorden en beneficio propio”. Así lo recoge el Refranero multilingüe, del Centro Virtual Cervantes, al incluir la paremia ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’, con la siguiente explicación: “Del mismo modo que aparece más pesca cuando las aguas de un río se revuelven, en las situaciones confusas o cuando se producen cambios o desavenencias, hay quienes sacan beneficio aprovechando tales circunstancias”. Este refrán, de vigencia actual, ya aparecía en La Celestina (fin del siglo XV), en La lozana andaluza (siglo XVI) y en La pícara Justina (siglo XVII).

Otras locuciones en lenguaje figurado son ‘bañarse en el río Jordán’, que indica que alguien se remoza, y ‘de perdidos, al río’, que expresa que, ante una situación desesperada, se propone una solución extrema. Además, ‘cuando el río suena, agua lleva’, explica que de cualquier indicio se puede deducir un hecho. En la oralidad, muchas veces, se enuncia solamente la primera parte (‘Cuando el río suena…’) porque, al ser de uso actual, la segunda parte está en la memoria del oyente, que comprende a la perfección lo que esta expresión quiere decir. Otra manera de expresarlo es ‘Cuando el río suena, es porque piedras trae’.

En relación con ‘río’, buscaremos significados connotativos del vocablo ‘agua’, que solamente pueden comprenderse en contextos adecuados: si una persona se emborracha, si sus sentidos se trastornan, se dice que ‘agarra un agua’; si se insta a alguien a realizar alguna acción determinada, se usa ‘al agua, patos’; cuando una persona se aflige por una situación no demasiado preocupante, se dice que ‘se ahoga en un vaso de agua’’; cuando escampa o deja de llover, la expresión adecuada es ‘alzarse el agua’.

Los sentimientos se exteriorizan y quedan patentes en locuciones como estas: ‘bailarle el agua a alguien’ y ‘bañarse en agua rosada’. Con la primera, de carácter coloquial, se quiere indicar que alguien hace para otra persona, por cariño o adulación, algo que se supone que ha de serle grato. La segunda señala que determinada persona se alegra mucho del bien o del mal ajeno, o se regocija al ver el desengaño o perjuicio de otro, que no hizo caso de sus consejos o que no acató su voluntad.

Carácter comparativo tienen las expresiones ‘como agua’, ‘claro como el agua’, ‘como agua de mayo’ y ‘como agua para chocolate’. La primera de ellas significa “en gran abundancia”: “Allí corría dinero como agua”. La segunda, en cambio, hace alusión a que un tema o asunto se presenta evidente, patente: “Supo exponer el asunto de modo claro como el agua”. No es lo mismo que ‘como agua de mayo’ ya que esta locución sirve para ponderar la oportunidad con que sucede algo beneficioso: “La noticia me llegó como agua de mayo”. La cuarta locución, de tipo coloquial, usada en Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador y México, señala una actitud colérica: “Irritada por lo sucedido, la funcionaria se puso como agua para chocolate”.

Nos llama la atención la aplicación de la locución ‘de agua y lana’, que señala aquello que posee escaso valor: “Le restó importancia a lo sucedido a lo que calificó como de agua y lana”; también son valorativas las expresiones ‘descubrir el agua fría/tibia’, que indica que algo ya muy conocido se presenta como novedad, y ‘echar agua en el mar’ aplicable a lo que se hace inútilmente: “Nos quiso engañar descubriendo el agua fría, como si no supiéramos que estaba reflotando un viejo proyecto”; “No se esmere demasiado porque el asunto es como echar agua en el mar”.

También hay expresiones que dan cuenta de los esfuerzos realizados para efectuar algo: ‘Echar toda el agua al molino’ indica el decidido empeño puesto a fin de conseguir lo que se desea; también, la valentía se observa en ‘echarse al agua’, como determinación para arrostrar algún peligro: “Ponderable labor la de nuestros antepasados que, para progresar, no vacilaban en echarse al agua, para luego echar toda el agua al molino”.

Estar urgido por problemas o peligros o sentir que se carece absolutamente de seguridad se puede expresar, respectivamente, en las locuciones ‘estar con el agua hasta el cuello/la garganta/la boca’ y ‘estar tan seguro como el agua en un cesto’; en ambas, las palabras usadas son ilustrativas de situaciones muy claras para el hablante: el ahogo, en el primer caso, y lo que, irremediablemente, se nos escapa de las manos y se presenta como insoluble.

* La autora es profesora consulta de la UNCuyo.

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