A casi nadie se le ocurre preguntar el significado del término “piedra” puesto que es una palabra básica de nuestro vocabulario cotidiano. En efecto, como término suelto tiene acepciones conocidas por todos: es una sustancia mineral, más o menos dura y compacta: “Salimos con los niños a buscar piedras blancas para nuestra colección”. También llamamos “piedra” al granizo grueso: “Una manga de piedra destrozó la cosecha”. Para quienes padecen el problema de concreciones anormales en los riñones y en la vejiga, se habla de “cálculos”, tomando en cuenta que es una voz derivada del latín “calculus”, lengua en que significaba “piedrecilla”.
Otros valores de “piedra” se vinculan con la piedra o disco para moler; también, con el lugar o sitio donde se dejaban los niños expósitos; con las piedras preciosas y, en numerosas combinaciones, con elementos de la vida real que usamos a diario.
Lo que nos interesa es cómo se une a otras palabras para sugerir otros sentidos diferentes al del valor literal de los términos. Lo advertimos en algunas expresiones como las siguientes:
PIEDRA FUNDAMENTAL: Literalmente, alude a la primera piedra que se pone en los edificios, pero, metafóricamente, se refiere al origen y principio de donde dimana algo que sirve como base y fundamento.
PIEDRA ANGULAR: Igual que en el caso anterior, el significado literal señala la piedra que en los edificios hace esquina pues junta y sostiene dos paredes; a ello se suma, connotativamente, el valor de base o fundamento de algo.
PIEDRA DEL ESCÁNDALO: Figuradamente, se refiere al hecho que dispara el estallido de algo lo cual provoca impacto o asombro.
PIEDRA FILOSOFAL: Era la materia con que los alquimistas pretendían hacer oro de modo artificial; pero, por extensión y con valor metafórico, se llama así a lo que se presenta como remedio o solución para cualquier problema.
PIEDRA PÓMEZ: Se llama así a la piedra volcánica, de textura esponjosa, frágil, de color agrisado, que raya el vidrio y el acero, muy usada para desgastar y pulir.
PIEDRA RODADA: Es llamada también “canto rodado o pelado”; se trata de la que es alisada y redondeada a fuerza de rodar impulsada por las aguas.
A PIEDRA Y LODO: Se usa esta expresión para señalar que una puerta o una ventana se encuentran completamente cerradas: “Se instaló el miedo en la cuarentena y todo aparecía clausurado a piedra y lodo”.
ABLANDAR LAS PIEDRAS: Se utiliza esta expresión para señalar que algo produce gran compasión: “En la homilía, el nuevo párroco consiguió ablandar las piedras”.
CONVIDADO DE PIEDRA: Se denomina así a la persona que, en una reunión, fiesta o evento permanece quieta o silenciosa y no participa o no se le permite tomar parte activa: “Llegó a sentirse como un convidado de piedra”.
QUEDARSE DE PIEDRA: Equivale a decir, coloquialmente, que alguien se ha quedado atónito, paralizado por la sorpresa: “Con semejante novedad, nos quedamos de piedra”.
BIEN ESTÁ LA PIEDRA EN EL AGUJERO: Esta expresión coloquial se usa cuando se quiere advertir que una cosa o una persona no deben ser sacadas del lugar que les corresponde: “Ha sido inútil ese traslado porque la piedra estaba bien en el agujero”.
ECHAR/PONER LA PRIMERA PIEDRA: Puede tener el valor literal de realizar la ceremonia, al inaugurar un edificio notable, de enterrar una piedra o un cofre con objetos que evocan ese día; pero, además, puede indicar, coloquialmente, que se da inicio a una pretensión o negocio: “Fue mi abuelo materno el valiente que puso la primera piedra”.
HABLAR LAS PIEDRAS: Esta expresión es equivalente a “hablar las paredes”, locuciones verbales que denotan la posibilidad de que se pueda descubrir algo que se dice o hace con mucho secreto: “Sea discreta, por favor, porque aquí hablan las piedras”.
LEVANTARSE LAS PIEDRAS CONTRA ALGUIEN: Con esta locución se ponderan las excesivas desgracias que le ocurren a una persona; también se usa para señalar mala fama: “A partir de su expulsión, las piedras se levantaron contra Luis”.
MENOS DA UNA PIEDRA: Esta expresión coloquial se usa cuando se quiere aconsejar a alguien que se conforme con lo que pueda obtener, aunque sea poco: “Quedate tranquilo con lo que lograste pues menos da una piedra”.
NO QUEDAR PIEDRA SOBRE PIEDRA: Con esta locución se señala que todo ha quedado en la ruina: “Fue asolador el sismo pues no quedó piedra sobre piedra”.
NO QUEDAR PIEDRA POR MOVER: Con esta locución, se indica que alguien ha usado todos los medios a su alcance para lograr algo: “Con tal de acomodar a sus hijos, no ha quedado piedra por mover”.
PASAR POR LA PIEDRA A ALGUIEN: Esta locución coloquial da idea de la dureza con que se trata de escarmentar o castigar a alguien: “Sus jefes lo pasaron por la piedra después de semejante acto de corrupción”.
”PIEDRA PRECIOSA”: Puede interpretarse en dos sentidos; el primero, literal, alude a una piedra fina, dura, rara y, por lo común, transparente o traslúcida que, cuando se talla, puede emplearse para adornos lujosos. También, metafóricamente, puede referirse a una persona excepcional por sus dotes: “Era una piedra preciosa en esa familia por su carácter y su forma de ser”.
SACAR ALGUIEN DE DEBAJO DE LAS PIEDRAS UN BENEFICIO: Con esta locución de carácter coloquial, se demuestra que una persona tiene la habilidad para obtener un beneficio, sobre todo económico, de algún sitio de donde, en apariencia, no se podía conseguir: “Marcos es siempre hábil porque saca plata de debajo de las piedras”.
SEÑALAR CON PIEDRA BLANCA/NEGRA: Respectivamente, se quiere indicar que se celebra con aplauso y regocijo un día feliz o que se lamenta y llora por un día desdichado: “Con él siempre señalaba con piedra blanca cada triunfo y con piedra negra cada fracaso o retroceso”.
TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO: Esta expresión, bastante usual, señala que se hace daño a otra persona, pero con disimulo, ocultando el accionar: “No obra nunca de frente ya que es de los que tiran la piedra y esconden la mano”.
TIRAR ALGUIEN PIEDRAS CONTRA SU PROPIO TEJADO: Esta locución indica que, a veces, una persona puede obrar de manera perjudicial para sí misma: “Con esa decisión, Pedro no ha hecho más que tirar piedras contra su propio tejado”.