A los rituales se los lleva puestos la modernidad

“Nada es fijo ni permanente. La flexibilidad en todos los sentidos es la norma. En ese marco, las tradiciones, los rituales, todo se va modificando sin ningún tipo de apego a la historia”.

A los rituales se los lleva puestos la modernidad

La Mendoza líquida. Recientes publicaciones de Los Andes reflejaron ciertos cambios de época que nadie mejor que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman supo definir en su momento como “modernidad líquida” en la cual, simplificando por supuesto, el cambio y la inestabilidad afecta las estructuras sociales, económicas y personales. Nada es fijo ni permanente. La flexibilidad en todos los sentidos es la norma. En ese marco, las tradiciones, los rituales, todo se va modificando sin ningún tipo de apego a la historia. Esto, en una provincia tachada justamente de conservadora, se visibiliza doblemente. Impacta. Podría decirse que la pandemia del 2020 marcó en el mundo entero un cambio de paradigmas y esta provincia no quedó fuera de esa lógica. Tan fuerte fue ese impacto planetario que más temprano que tarde los cambios de todo tipo iban a tomar cada vez más una carnadura particular. La venta -a través de Facebook- de un tradicional mausoleo en el cementerio de Capital, y el dato de que ya queda menos del 50% de líneas fijas de telefonía son apenas un par de ejemplos de que los cambios empiezan por lo cotidiano pero revelan una tendencia. “Los rituales, que eran fundamentales para la cohesión social y la estabilidad, se han vuelto obsoletos en la era moderna”, apunta el filósofo Byung-Chul Han.

Sin clima. Aún sin certezas de que también sea un cambio de época, lo cierto es que este año la Vendimia genera menos pasiones que Alberto Fernández. No hay “clima vendimial” en las calles ni en las redes. Hablar de una celebración donde “elegir reinas” o “coronar soberanas” ya suena tan anacrónico como cringe. El mundo tuvo su F5 de reinicio en el año pandémico, sin embargo el otro mundo, el vendimial, sigue sin acursar recibo. No se trata de prescindir del festejo tradicional, del merecido elogio a la producción, etc, pero aggiornarlo debería ser parte de la letra grande y la chica. Como siempre, cuestionarlo -aunque sea de buena fe- es garantizarse que suelten los leones y pase lo que pasó con Marcelino Iglesias, el exintendente de Guaymallén que se calzó la camiseta de Mascherano e igual perdió la pulseada. “Con la discusión por la reina de la Vendimia me dejaron muy solo”, confesó tras la derrota, en obvia referencia a que los otros jefes comunales no lo siguieron en su osada idea de terminar con los “reinados”.

El asesino fake. De vivir en estos tiempos, ni a Edgar Alan Poe se le hubiera ocurrido un asesino así. Virtual y despreciable. En realidad, no mata ni a una mosca pero ya se cargó a Mario Vargas Llosa, Haruki Murakami, Michel Houellebecq, Claudia Piñeiro y Noam Chomsky, entre muchos. Hace unos días fue el turno de Eduardo Sacheri. Ante la fake news, el escritor argentino tuvo que salir a responderle “al idiota que anda diciendo que acabo de fallecer”. Tristemente célebre como “el asesino de X (exTwitter), Tommaso Debenedetti es un periodista y profesor italiano que, desde 2012, con su accionar de manipulador serial pretende poner en evidencia a usuarios y medios de comunicación que consideran a las redes sociales como fuentes confiables cuando, a la vista está, no lo son. “Los periodistas utilizan las redes sociales como una fuente fiable”, denuncia el cuervo digital. Ahora bien, para que no quede duda de que sus noticias son falsas, él mismo se contacta y confirma que llevan su firma. De esta manera desenmascara su propio modus operandi. Su método no es gracioso, sin embargo deja al descubierto que para esos paraísos artificiales que son las redes sociales la verdad vale bien poco. En este tipo de peceras nadan los Trump, los Musk y, que duda cabe, allí ellos son los tiburones, nunca las mojarritas.

No va más. Los Andes titulaba así la noticia: “Maltrato animal en el Aconcagua: detuvieron a dos arrieros y decomisaron 70 mulas heridas y desnutridas”. Ese era el resultado de un amplio operativo en distintos parajes de alta montaña donde se habían revisado unos 300 animales utilizados para llevar carga en zonas turísticas. El control se hizo con personal de Áreas Protegidas, Policía de Mendoza y Colegio Veterinario. Precisamente esta última entidad dijo basta. Desde el 15 de enero finalizó de manera unilateral sus convenios con el gobierno para trabajar en conjunto en el Programa de Bienestar Animal-Parque Provincial Aconcagua. Las razones: “No se garantizaron condiciones dignas y necesarias para el correcto desempeño profesional de nuestros/as colegas en el Parque. Entre las deficiencias que llevaron a tomar esta decisión: cuestionamientos públicos sobre la actuación profesional de nuestros veterinarios por parte de entidades, medios, guardaparques, generando un ambiente de máxima tensión... Párrafo aparte merecen las acusaciones sobre supuestas coimas recibidas por nuestros inspectores que han creado un clima de desconfianza”. Los argumentos continúan hasta concluir sin medias tintas: “Desde el 16 de enero todos nuestros veterinarios han renunciado al Programa de Bienestar Animal y el Colegio acompaña esa decisión”. Más allá del planteo en cuestión, que no se pierdan de vista esos animales que aún cumplen su dura tarea en tan adversas condiciones.

El poder de las historias. El director más surrealista, metafórico, abstracto por momentos, también fue el director de una joyita como Una historia sencilla. Un anciano compra un tractor John Deere y conduce desde Iowa hasta Wisconsin para reencontrarse con su hermano enfermo y agonizante del que estaba distanciado. Un relato tan simple como épico donde el recientemente fallecido David Lynch reafirma una idea que el periodismo, hoy más que nunca, necesita recuperar o intensificar: contar historias, mostrar que pese a lo que dicen no pocas encuestas de que la gente ya no quiere noticias una historia también puede serlo. Y encima conmover, emocionar. Algo así como corrernos de la batalla de los algoritmos y humanizar todo aquello donde la IA no puede dejar huella.

Maridaje de la semana: Alarmados por la fuerte caída de las reservas, la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria, la Cámara de Turismo, el municipio de San Rafael y el EMETUR unieron fuerzas para avanzar en una agresiva campaña de promociones y descuentos para atraer turistas al sur mendocino.

* El autor es secretario General de Redacción de diario Los Andes.

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