Leyendo algo sobre nuestros Congresistas (Diputados y Senadores Nacionales;) se puede considerar que a través de los años el Congreso fue perdiendo calidad y sus miembros sus responsabilidades. Así encontramos miembros de fortuna que compraron sus cargos, otros que hicieron su carrera en el comité sin importar su capacidad, sino su obsecuencia y otros con prontuarios penales, ya no interesa las concesiones sobre los principios fundamentales de las personas ni las corrupciones por oportunismo.
Por lo tanto no es posible poner mucha confianza y honradez en varios Congresistas.
Y aun así queda demostrado que los votantes mantienen su confianza en las promesas anti eleccionarias. Promesas que hablan de mejorar el Bien Común y no de que su actuación como legisladores será sólo para mejorar sus intereses particulares.
Mientras los Congresales Nacionales continúen descascarándose moralmente y además apuntalados por un Poder Judicial que no le imparta justicia sino que más bien adjudique impunidad, ¿a la Argentina qué le espera?