81° aniversario de la Independencia del Líbano

El espíritu del pueblo libanés es un ejemplo mundial de resiliencia, solidaridad y coexistencia pacífica. Tal como expresó el papa San Juan Pablo II, el Líbano no es solo un país: es “un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo” para Oriente y Occidente. Este mensaje resuena hoy como nunca antes, recordándonos la importancia de mantener vivos los ideales de unidad y diversidad.

81° aniversario de la  Independencia del Líbano
Luján de Cuyo la tierra elegida por los inmigrantes Libaneses. Integrantes de la primera comisión directiva de la Sociedad Libanesa de Luján. (1925) Provincia de Mendoza

Un día como este viernes 22, hace 81 años, el Líbano alcanzó su independencia, un logro que simboliza el sacrificio, la valentía y la firmeza de un pueblo decidido a asegurar su soberanía y preservar su identidad única.

Este hito histórico no solo debe ser motivo de celebración, sino también un llamado permanente a defenderlo a través de un compromiso inquebrantable con la unidad nacional, la justicia social y el progreso colectivo.

En este aniversario, el Líbano rinde homenaje a su rica historia y a la resiliencia tenaz de su gente, quienes, generación tras generación, han enfrentado y superado adversidades para proteger la diversidad cultural, la integridad territorial y los valores que definen su esencia.

La independencia no es simplemente un logro del pasado; es una invitación constante a construir un futuro basado en la paz, la solidaridad y la convivencia. La juventud, en alianza con las generaciones mayores, desempeña un papel fundamental como motor de cambio y renovación. Con su energía, conocimiento y esperanza, los jóvenes deberán liderar la acción por un Líbano más próspero, enfrentando con determinación las complejas crisis económicas, sociales y políticas que atraviesa el país.

El espíritu del pueblo libanés es un ejemplo mundial de resiliencia, solidaridad y coexistencia pacífica. Tal como expresó el papa San Juan Pablo II, el Líbano no es solo un país: es “un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo” para Oriente y Occidente. Este mensaje resuena hoy como nunca antes, recordándonos la importancia de mantener vivos los ideales de unidad y diversidad.

Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso con un Líbano más justo, unido y próspero. Como el ave fénix, confío en su capacidad de renacer de las cenizas, impulsado por el amor, la devoción de su pueblo y el apoyo constante de su diáspora, que ha sido un pilar en su desarrollo y un puente con el mundo.

Con orgullo, esperanza y gratitud hacia quienes han construido y continúan construyendo esta gran nación, les deseo un ¡Feliz día de la independencia del Líbano! Que esta celebración sea un faro de inspiración para la unidad, la paz y un futuro lleno de luz.

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