Educación
Dos palabras para la educación
El compromiso de realizar un programa de alfabetización está certificando de manera inobjetable que no lo han estado haciendo o lo han estado haciendo tan mal que es necesario barajar y dar de nuevo.
El compromiso de realizar un programa de alfabetización está certificando de manera inobjetable que no lo han estado haciendo o lo han estado haciendo tan mal que es necesario barajar y dar de nuevo.
Ni Cristina ni Alberto han desempeñado sus altas funciones con honor, lealtad ni patriotismo. Han deshonrado sus investiduras. Resulta grotesco y absurdo que no obstante la gravedad de los delitos presuntamente cometidos sigan disfrutando de estas asignaciones honoríficas, una contradictio in terminis.
Viola el decreto del Sr. Presidente la prohibición constitucional de que el Congreso (y menos aún el Poder Ejecutivo, como es este caso) no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta (en sentido amplio de libertad de expresión) ni que impongan la jurisdicción federal sobre ella y el art. 14 de la Ley Fundamental en cuanto se concede a los habitantes de la Nación el derecho de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa.
Con solo la discusión de cuánto cree el gobierno que debe destinar de los fondos públicos a las instituciones universitarias o cuánto creen las instituciones universitarias y su personal que el gobierno deben proveerle, no es suficiente para que un ciudadano pueda opinar asertivamente y fijar su postura. Hay que iniciar un debate integral sobre la universidad.
Algunas breves crónicas de esta Argentina desquiciada donde los marginales y los golpeadores han tomado la conducción del país. Con especial referencia a dos películas italianas (”La Armada Brancaleone” y “Siempre habrá un mañana”) que parecen pintar de cuerpo entero las dolencias de este querido pero sufrido pobre país nuestro.
Emociones como la ansiedad intensa, la baja autoestima, la irritabilidad y un miedo constante al juicio externo pueden llevar a una parálisis emocional, dificultando la toma de decisiones y la acción.
Cuando asumió Chávez, González Urrutia, entonces embajador en la Argentina, se mostraba comprensivo respecto al cambio político que había tenido lugar en su país -como resulta lógico para un diplomático profesional-, el cual trataba de explicar.
Quizás, uno de los desafíos que tengamos como sociedad en los tiempos que vienen es que esos consensos básicos que reflejaron tanto la Constituyente de 1853 como la de 1994; esos acuerdos esenciales que dieron origen a nuestra propia organización nacional, puedan ser recreados en aras de las urgencias de los tiempos que corren.
Desde 1941, en Argentina, el 2 de septiembre se celebra el Día de la Industria, reconocida como la fecha de la primera exportación argentina (1857). La efeméride propicia un escenario de reflexión, a partir de la publicación de un reciente libro sobre la temática.
Papelones, agresiones, discursos delirantes, peleas con insultos, pronunciamientos desopilantes, posicionamientos de lunático extremismo no son la excepción sino la regla en el gobierno de Milei.
Los españoles tuvieron su pacto de la Moncloa. Nosotros tuvimos nuestro pacto de Olivos. En principio los objetivos del acuerdo español parecen más altruistas que los del argentino, ya que en la Moncloa lo esencial fue consolidar una democracia aún frágil mientras que en Olivos el punto central fue la reelección de Carlos Menem. Pero con el paso de los años, la historia separa lo coyuntural de lo trascendente y un poco de eso queremos hablar ahora que se cumplen 30 años de nuestra reforma constitucional.
El peronismo mendocino, que corre desde atrás hacia la todavía lejana carrera electoral 2025, ya vislumbra un escenario compartido con el cornejismo gobernante y con el renovado Pro, en el que nuevamente aparece como dirigente referencial Omar de Marchi. Pero si la economía acompaña medianamente a la gestión de Milei, es casi seguro que los libertarios, liderados por la hermana del Presidente, pretendan armar listas propias en la mayoría de las provincias, incluyendo a Mendoza. Una opción local más (serían cuatro) si ese pronóstico se concreta.
Una larga cadena de agravios por parte de la política revela con crudeza una visión utilitarista del conocimiento científico que confronta con las convicciones e iniciativas promovidas por los padres fundadores de la Argentina republicana que, paradójicamente, suelen ser invocadas más de una vez por el discurso presidencial.
Es crucial la vocación de ahorro de las familias japonesas. Ahorran con esfuerzo para las contingencias de la vida, especialmente para la educación de los hijos, que es muy cara. Pero ahorrar es la condición básica de la familia japonesa, no es sólo un asunto económico, es moral.
La superficie cultivada de esta variedad alcanzó las 13.006 hectáreas y el vino argentino gana espacio en los mercados internacionales.
El primero que debe dar el ejemplo para asegurar la convivencia civilizada entre los argentinos es el presidente. Y eso no está ocurriendo hoy en nuestro país.
Teniendo en cuenta la gran historia ferroviaria y la actualidad del Metrotranvía como medio de transporte, sería sumamente importante para los usuarios aumentar la inversión para reforzar el transporte de pasajeros hacia el interior de la provincia.
Las Heras fue elegido como el lugar icono de patriotismo y cuna de la libertad de tres naciones. Este pueblo reclama una recompensa a su legado histórico. Es buen momento para compensar tantos aportes lasherinos a la historia de nuestra nación. El Campo Histórico El Plumerillo merece ser custodiado por el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
Lo grave es la indiferencia provincial de todo el país para desregular. Se nos pasará nuevamente el tren, si no aprovechamos la peripecia rara (primera vez en cincuenta años) de aprobación de la gente, para quitarnos tanto impedimento y apostar a la libertad. La regulación impeditiva de creación de riqueza, matando la formación de capital, anula el ahorro. Eso desestimula la demanda de trabajo. No habrá crecimiento con tanto impedimento.
El presidente brasileño calificó al gobierno bolivariano de “desagradable y autoritario, aunque no sea una dictadura”, tomando distancia del mismo.