La Presidenta de la Nación será operada esta mañana para evacuarle el hematoma en la cabeza que le fue diagnosticado el sábado pasado. La decisión de abandonar la recomendación inicial de 30 días de reposo para realizar una cirugía fue tomada luego de que Cristina Kirchner comenzara en la noche del domingo con una sensación de "hormigueo" en su brazo izquierdo, según se informó recién ayer por la tarde, poco después de que la Presidenta regresara a la Fundación Favaloro.
Fue otro día de escasa y demorada información oficial. Pasadas las 11 de la mañana, Amado Boudou encabezó dos actos en la Casa de Gobierno. "No hay ninguna cuestión de incertidumbre ni nada raro", afirmó el vicepresidente, luego de firmar el acta ante el escribano general de Gobierno, Natalio Etchegaray, haciéndose cargo del Poder Ejecutivo "en atención al reposo de un mes indicado por prescripción médica a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner". (Ver aparte)
"Ella se está tomando un descanso, lo necesita, se lo merece por el esfuerzo que hace todos los días", insistió el Vice, sin información de lo que en realidad sucedía. Según aseguraban en Balcarce 50, Boudou tendrá un margen de maniobra acotado y se limitará a lo que le vayan indicando Carlos Zannini y Máximo Kirchner.
A esa misma hora, el diario Clarín confirmaba con fuentes oficiales y adelantaba en su web que la Presidenta sería trasladada nuevamente a la Fundación Favaloro para realizarle los estudios prequirúrgicos antes de pasar hoy por el quirófano. Poco después, pasada las 13, Cristina ingresó al sanatorio. Detrás del polarizado del auto oficial, los flashes la descubrieron sin maquillaje y con sus pómulos colorados.
Pasadas las 14, el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, entregó a los periodistas acreditados en la Casa Rosada el comunicado del director técnico de la Fundación, Gerardo Bozovich, y el director del Instituto de Neurociencias, Facundo Manes.
Allí se informaba que "la inicial propuesta de reposo y observación indicada el día sábado" indicada el sábado para el tratamiento del hematoma subdural crónico que se habría producido tras un golpe en la cabeza el 12 de agosto, "debió ser modificada" debido a que la Presidenta "presentó el domingo, a las 19.30, una sensación de ?hormigueo' en su brazo izquierdo", se informaba.
El "examen físico-neurológico" que se le realizó de inmediato a Cristina en la Quinta de Olivos constató una "transitoria y leve pérdida de la fuerza muscular". Ante dicho cuadro, el equipo de la Favaloro recomendó la intervención para evacuar el hematoma.
La Presidenta fue alojada en la habitación 601 del sexto piso. Dos pisos más abajo se encuentra el quirófano donde esta mañana será sometida a una cirugía que los especialistas describen como "simple". La operación estará a cargo del joven jefe de neurocirugía Cristian Fuster, formado en Francia y en el equipo del Instituto Fleni a cargo de Jorge Salvat.
Durante la tarde se vio entrar y salir del sanatorio a Máximo y Alicia Kirchner, la madre de la Presidenta, Ofelia Wilhelm, Boudou y varios de los custodios presidenciales. En la entrada de la avenida Belgrano se apostaron media docena de militantes de la Tupac Amaru con sus banderas y algunos pegaron carteles manuscritos para darle fuerzas a la Presidenta. "Coágulo gorila", decía uno, firmado por el Movimiento Evita.
La llegada de la Presidenta revolucionó a la Favaloro, que extremó sus medidas de seguridad y sometió su política informativa a las prácticas herméticas de la Rosada. Un correo electrónico que se distribuyó ayer a todo el personal advierte que "será severamente sancionado todo aquel que difunda cualquier información o imagen de las personas que se atienden en nuestra institución".
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