Los delfines nariz de botella pueden medir hasta 3,5 metros, son uno de los ejemplares más grandes que se encuentran en las aguas de Nueva Zelanda.
Yates y cruceros se encuentran con estos mamíferos juguetones en sus travesías, pues adoran nadar en las olas de proa. ¿Se imagina tenerlos cerca? Simpáticos, inteligentes parecen querer comunicarse con el humano, se dejan acariciar e incluso hasta llevan de paseo en su lomo.
La maravillosa experiencia se puede llevar a cabo en diversas locaciones para ver desde los enormes nariz de botella, pasando por el delfín oscuro más pequeño (de menos de 2 metros de largo), ágil y divertido, y el delfín Héctor, uno de los más chiquitos y más raros del mundo que sólo se encuentra en los mares neocelandeses.
Un dato interesante: hay normativas de seguridad para proteger a las especies, incluso parte del valor de las excursiones se destina a proyectos de conservación.
Kaikoura es considerada la capital marítima de Nueva Zelanda. Entre agrestes montañas y el océano Pacífico, la población de 3.500 habitantes se encuentra en la Región de Canterbury, en la isla Sur.
Allí ballenas (dependiendo de la temporada jorobadas, piloto, azules y ba franca australes), delfines, focas, lobos y aves marinas son el deleite de los que buscan eco turismo. Pero lo que convoca en esta oportunidad es el encuentro con delfines oscuros para nadar con ellos ( tiene un valor de U$S 70 a U$S 120, con una duración de 3 horas).
Entre los momentos memorables de la isla se encuentra degustar el plato típico: cangrejo de río que precisamente es el nombre del pueblo en maroí.
En Akaroa por su parte, la propuesta es fascinante pues la idea es observar e interactuar con el delfín Héctor. Este es el único lugar en todo el planeta donde se encuentra. Además en la embarcación se llega hasta las playas de pingüinos y albatros. Hay que navegar en torno al cráter del volcán extinto y explorar la avifauna en los acantilados. (Desde U$S 90).
En Auckland, más precisamente en el golfo del Parque Marino de Hauraki, considerado uno de los biológicamente y geográficamente más diversos del orbe, habitan más de 22 especies de cetáceos, entre delfines y ballenas.
Los avistamientos se pueden realizar durante los 12 meses y según la época será la especie que se encuentre, Lo cierto es que la emoción de ver el comportamiento de los mamíferos, está asegurada.