Trump, cuando tiene lugar el momento más complejo en materia de expansión del coronavirus, ha lanzado una operación político-militar para precipitar la salida de Maduro del poder. Ello sucede cuando la Pandemia escala peligrosamente en el país, llegando a los 300.000 infectados y los 10.000 muertos y la economía ya ha entrado en recesión y sus efectos ya se concretan en el plano social.
La faz política de la operación estadounidense ha sido judicial. Semanas atrás, la justicia estadounidense denunció a 17 integrantes del gobierno venezolano por realizar actividades de narcotráficos dentro del territorio estadounidense. Ofreció recompensas, que en el caso de Maduro llegó a 15 millones de dólares, una de las más altas que se registre para terroristas o jefe de carteles de la droga. Esta fase inicial de la operación es la que permitiría a EE.UU. capturar donde se encuentren a algunos de los 17 requeridos por la justicia estadounidense. El mensaje de la Administración Trump fue claro y directo: exhortó a Maduro a dejar el poder para no terminar como “Noriega, Pablo Escobar o el Chapo Guzmán”.
Seguidamente, el Secretario de Estado de los EE.UU., Mike Pompeo, presentó su plan de 13 puntos para un gobierno de transición que permita un llamado a elecciones libres en Venezuela. Fue presentado como un “marco” para permitirlo, planteando que era necesario para ello constituir un gobierno de transición, que no estuviera integrado ni por Maduro ni por Guaidó. El primero rechazó la propuesta en forma inmediata. El delegado de Trump para Venezuela (Abrams) aclaró después que aunque no podrían integrar dicho gobierno, si podrían (ambos) ser candidatos en la elección presidencial.
El Grupo de Lima integrado por 12 países del continente (Canadá, Brasil, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Bolivia, Costa Rica, Panamá, Guatemala y Honduras -se está sumando Uruguay) respaldó la propuesta dos días después en una cumbre de cancilleres realizada en Ottawa.
Al día siguiente viernes 3 de abril, el comisionado de la Unión Europea para relaciones exterior (Borrell) anunció que los 27 países que la integran, también apoyaban el plan presentado por el Secretario de Estado para llamar a elecciones en Venezuela.
Al día siguiente de presentar el “marco” para lograr el llamado a elecciones, el presidente Trump anunció “la mayor operación contra el narcotráfico en la historia de occidente”. Lo hizo acompañado del Secretario de Estado, el Jefe del Pentágono, el Procurador, el Jefe del Estado Mayor Conjunto y el Asesor de Seguridad Nacional. Dijo que la operación militar tenía por objetivo neutralizar a los carteles de la droga que actúan en Venezuela, Colombia (incluidas las FARC) y México. Dijo que se actuaría en el Caribe y en el Pacífico. El Director para Asuntos Hemisféricos del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Claver Carona integrante de la comunidad cubano-americana y el asesor más influyente del Presidente en temas latinoamericanos- explicó que “nunca se había visto un Estado usurpada por un cartel de la droga” al referirse a Venezuela. En los servicios de inteligencia estadounidenses, se denomina el “Cartel de los Soles” -por los grados militares, a los 17 militares y funcionarios que encabezados por Maduro hoy son requeridos por la justicia estadounidense-. Agregó que esta situación “pone en peligro la seguridad de EE.UU. La operación militar puesta en marcha, está al mando del Almirante Craig Faller, titular del Comando Sur de EE.UU. con sede en Miami, que tiene a su cargo las operaciones militares en el Caribe, Centro-América y América del Sur. Claver Carona dijo también que este operativo aeronaval está destinado a cortar los vínculos del gobierno venezolano con el narcotráfico.
La operación que comanda el Almirante Faller se puso en marcha la semana pasada, para estar en condiciones de operar en la que se ha iniciado. En su componente naval, tiene destructores clase Arleigh Burke, Buques Cuter de la Guardia Costera, buques de combate de litoral clase Freedom y helicópteros embarcados. En el área, hay aviones de patrullaje marítimo Boeing P-8 Poseidón, de alerta temprana y control aéreo Boeing E-3 Awacs, Aviones de Vigilancia Electrónica Northrop Gruman E-8 JSTARS. En el componente terrestre, está una compañía de la Brigada de Fuerzas de Asistencia de Seguridad (SFAB). Algunas informaciones sostienen que sería algo mayor, con una unidad Stryke y comandos. Con estos elementos se iniciaría un bloqueo aeronaval a Venezuela y eventualmente podría haber un “golpe de mano” para capturar a uno de los 17 requeridos. El plan estadounidense busca que Maduro se vaya a Cuba, que la Presidencia la asuma el Ministro de Defensa General Padrino López y que ello permita mantener unidas a las Fuerzas Armadas en apoyo del gobierno de transición que convoque a elecciones. Está planteado el objetivo de evitar el derive en un anarquía militar que complique más la ya compleja situación. Aviones estadounidenses ya están operando desde las posicio nes holandesas de Aruba y Curazao y pueden hacerlo también desde Costa Rica o Colombia. El Almirante Faller desde enero de 2019 -cuando Guaidó fue designado “Presidente Delegado”- ha tenido un rol importante, tanto en sus visitas al Congreso como en declaraciones públicas, fundamentando porqué el régimen de Maduro es una “amenaza” para los EE.UU. Ha sido comandante de Portaaviones en la segunda guerra de Irak en 2003 y en la asistencia al Tsunami que sufrió Indonesia en 2010. Fue designado en el cargo por el anterior Jefe del Pentágono de Trump (Mattis). Hay 22 países que participaron en la operación -la mayoría simbólicamente- tanto de Europa como de América Latina. Pero se encuentra en la zona un buque multipropósito británico, artillado y que puede llevar 2 helicópteros y otro francés del mismo tipo, también artillado y que puede llevar 6 helicópteros. Ambos pueden ser usados como buque hospital y llegaron al Caribe para asistir a las posiciones de ambos países frente al coronavirus.
En cuanto a Rusia, Putin anunció dos semanas atrás, que la petrolera estatal rusa (Rosfnet) ponía en venta todos sus activos en Venezuela, posiblemente porque no descartan un cambio de situación. Por su parte China, renovó su acuerdo bilateral con Venezuela, confirmando su competencia con EEUU en esta parte del mundo.
En este marco, el Comando Sur estadounidense informó el 15 de abril que sumaba un portaaviones a la fuerza aeronaval. No fue una señal de que es lo que va a pasar, pero sí de que algo va a pasar.