La presidenta Cristina Fernández reclamó una pronta respuesta de Irán sobre el acuerdo para destrabar la investigación judicial del atentado a la Amia; sostuvo que Argentina es "víctima serial" de los fondos buitres y exigió poder continuar con el pago de la deuda; reafirmó la necesidad de una solución política a la crisis en Siria, al tiempo que hizo un reconocimiento en ese sentido al papa Francisco, y volvió a insistir en un diálogo con Gran Bretaña por las islas Malvinas.
"Ahora pedimos que nos digan si se aprobó, y si no se aprobó, cuándo se aprobará; cuándo se conformará la comisión (de garantía integrada por juristas independientes) y cuándo podrá ir el juez (argentino Rodolfo Canicoba Corral) a Teherán para indagar a los cinco iraníes acusados", planteó con firmeza la Presidente en uno de los tramos medulares de su discurso de 45 minutos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
Y remató sobre el acuerdo firmado hace nueve meses con el gobierno de Teherán, ratificado por el Congreso argentino y pendiente de un pronunciamiento similar del iraní: "Hemos esperado un tiempo prudencial. Queremos respeto. Lo merecen las víctimas (de la Amia), pero también el gobierno de Irán a partir de que dice que es distinto (al anterior)".
Así, la Presidenta tomó la posta del discurso dialoguista con Estados Unidos y sus aliados que horas antes había tenido en su primera intervención en una asamblea general de la ONU el nuevo mandatario iraní, el moderado Hasan Rohani, electo hace tres meses, y ante el cual el propio Barack Obama expresó su beneplácito.
Después de recordar que Argentina cumplió con todos sus pagos, tras el canje de la deuda al que adhirieron 93 por ciento de los accionistas, Cristina Fernández dijo que Argentina es "víctima serial" de las "normas no escritas" de los fondos buitres, que pretenden cobrar 1.700 millones por papeles que compraron en 40 millones de dólares. La demanda de los fondos buitres tuvo dos fallos favorables de la Justicia estadounidense y en las próximas semanas la Corte Suprema de ese país tiene que decidir si toma o no el caso.
"Dejen pagar", clamó la jefa de Estado. "No es un problema de Argentina sino del mundo que se debate en reestructuraciones de deuda", subrayó, tras agradecer a Francia y a la ex titular del FMI Anne Krueger por presentarse como "amicus curiae" de Argentina ante el máximo tribunal estadounidense.
Recordó, al final, los dichos del entonces secretario del Tesoro de EEUU Paul O'Neill, ante el default de 2001, cuando dijo que los plomeros de su país "no tienen por qué pagar la fiesta (de los argentinos)", y replicó: "Tampoco los argentinos que desde 2003 han recuperado la esperanza tienen por qué pagar la fiesta de los fondos buitres", que tienen, dijo, la protección de los políticos estadounidenses a cuyas campañas electorales contribuyen.
Al tiempo que volvió a reclamar un cambio estructural del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo que "no hay guerra justa sino que sólo la paz es justa", en referencia al conflicto en Siria. Sobre este particular, hizo al final un reconocimiento explícito al Papa por su "intervención fundamental" para impedir una intervención militar decidida por Estados Unidos, que quedó en suspenso con el acuerdo de un plan para la extinción de armas químicas en Siria.
Malvinas volvió a ser tema de la presentación en un discurso en el que retomó conceptos del discurso de apertura del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y que abrió con condenas a los recientes atentados en Kenia y Paquistán.
En ese contexto, la Presidenta volvió a denunciar que Inglaterra "militariza el Atlántico Sur y envía submarinos nucleares", y reiteró el reclamo para que ese país respete la resolución de las Naciones Unidas para "sentarse a dialogar" por el diferendo sobre la soberanía de las Islas Malvinas. "No tenemos doble estándar no somos hipócritas", planteó al exponer en la asamblea de la ONU.
La primera mandataria remarcó la "necesidad de terminar con este doble estándar y de que se cumplan las resoluciones y decisiones de este organismo (ONU) a raja tabla, para débiles y para fuertes, para grandes y pequeños".
Cristina Fernández recordó que la asamblea y el Comité de Descolonización "obligaron a ambos países (Argentina e Inglaterra) a sentarse dialogar porque hay controversia de soberanía" las islas del Atlántico Sur.
En tal sentido, recordó que hasta el momento, hubo un "caso omiso de parte del Reino Unido" y lamentó que "así seguimos con esto de los dobles estándares".
