La gran explosión que ocurrió ayer en una fábrica de fertilizantes en el pueblo de West, cercano a la localidad texana de Waco, en Estados Unidos, provocó un temblor en la tierra de 2,1 grados y puede haber causado un gran número de muertos dejaron entrever autoridades locales y estatales, quienes aún no dieron una cifra exacta de víctimas.
La explosión que provocó un temblor en la tierra de 2,1 grados en la escala de Richter, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), fue calificada por muchos vecinos como "una bomba nuclear", mientras que otros creyeron que se había tratado de un terremoto.
Tanto el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, D.L. Wilson, como el alcalde de West, Tommy Muska, confirmaron que la explosión a causado muertes, pero rehusaron dar una cifra oficial hasta que los trabajadores de emergencias revisen todos los edificios afectados.
Wilson anunció otra rueda de prensa para las 6 (8 en Argentina) en la que dijo que espera confirmar el número de fallecidos.
Sin embargo la cadena local KWTX aseguró, citando fuentes de la dirección de emergencias de la localidad, que el número podría ascender a entre 60 y 70 muertos.
La explosión ocurrió en la fábrica de fertilizantes West Fertilizer Plant ubicada sobre la ruta interestatal 35, en el pequeño municipio del mismo nombre, a unos 100 kilómetros al sur de Dallas y a unos 20 kilómetros al norte de Waco, en el estado norteamericano de Texas, y se llegó a escuchar a más de 70 kilómetros de distancia.
"Tenemos una gran cantidad de personas heridas, y hay mucha gente, estoy seguro, que no va a estar aquí mañana", dijo Muska.
Un testigo de la explosión, Bill Bohannan, que en ese momento estaba de visita en casa de sus padres, cerca de la planta, dijo al diario local Waco Tribune que la explosión fue "devastadora".
"Dije, esto va a explotar... Y les dije a mis padres que entraran dentro del coche. Estaba de pie junto a mi coche con mi novia, a la espera de que mis padres saliesen y (la planta) explotó. Nos golpeó contra el auto", relató.
"Hubo una gran onda expansiva", dijo a la cadena local WFAA Mark Licknovsky, un vecino de la localidad que trabaja a poco más de un kilómetro de la planta. "Fue entonces cuando supimos que estaba ocurriendo algo muy serio", según despacho de EFE.
Wilson explicó también que la explosión de la planta de fertilizantes dejó "entre 50 y 75 casas destrozadas", mientras que el alcalde Muska, explicó que las autoridades están preocupadas por los vapores químicos que hayan podido emanar de la planta.
El problema se presenta con la fuga de amoníaco anhidro -puro, sin agua- que se utiliza como base para los fertilizantes.