Habrá que buscar intensamente en cantinas, mesas de café y bares de Mendoza una historia futbolera que supere a la de Once Corazones, el grupo de amigos que se junta a jugar ininterrumpidamente desde hace 53 años y que, a pesar de las vicisitudes de la vida, sigue vigente llueve, nieve o truene, acá o en Europa, para seguir escribiendo páginas tan mínimas como asombrosas dentro de una cancha.
Con el amor como camiseta y la felicidad de patear la pelota todos los sábados, parte de este conjunto formado el 14 de diciembre de 1963 por ex jugadores y amantes del balompié visitó la redacción de Los Andes para recordar los inicios y vivencias que mantienen viva la llama de una pasión que trasciende fronteras.
Entre risas y embanderados en Alcides "Tito" González, Sergio García, Augusto Armani, Raúl Rogel y Roberto "Taca" Chavero, el histórico equipo por el que pasaron más de cien jugadores, entre ellos Mario Alberto Kempes, encaró el grabador periodístico con pelota dominada para regalar relatos inolvidables y soñar con su próximo objetivo: la vuelta a España.
"Empezamos a jugar en Maristas por diversión allá por los '60 con un grupo formado por 'Pocho' Sosa, el 'Cabezón' Chimino y 'Paco' Sánchez, entre otros fundadores. Luego, cuando empezamos a juntarnos en Gimnasia y Esgrima se sumaron el 'Taca' Chavero, el periodista Hugo 'Cacho' Cortéz y muchos más. Ya en YPF, hace unos 35 años atrás, apareció Sergio García, Ernesto Garín y tantos otros...", apuntó González.
El porqué de un nombre que late
"Once corazones es una muletilla que se usaba en la década del '30 para destacar a los equipos que no tenían cambios ni bancos de suplentes. Entonces se hacía referencia a la garra y el amor propio de los que estaban en cancha. Si se lesionaba uno se decía 'somos once corazones' y a jugar", explicó García.
A lo que agregó: "Jugamos todos los sábados sí o sí, así seamos seis o veintiocho, en canchas de tierra, pasto o lo que sea. Con el tiempo se han ido sumando nuestros hijos y amigos, otros han dejado este mundo y los recordamos con mucho cariño. Por nuestro equipo ha pasado desde un tipo que manejaba mujeres hasta un Procurador General de la Corte. Es una hermosa rareza, un estilo de vida, un fenómeno difícil de explicar".
Los mejores momentos y el paso de otros históricos
Más de cinco décadas de juegos imposibles y abrazos de gol trajeron a la memoria dos victorias que están en el Top five de la agrupación. "En Buenos Aires, hace muchos años, frente a La Martona, jugamos un gran partido en una cancha espectacular ante un equipo muy difícil. Ganamos 4-1. A ese lo disfrutamos mucho, como aquel que ganamos en Valencia, España, ante Alcasser".
También vistieron la camiseta de Once Corazones Darío Felman (Gimnasia y Esgrima, Independiente Rivadavia, Boca Juniors, Valencia y Selección argentina) y Roberto Rogel (Gimnasia y Esgrima y Boca Juniors, entre otros).
Pero claro que no todo termina en la contienda futbolera ya que, como corresponde, después de cada encuentro (entre ellos mismos o frente a equipos de otros países y provincias) se disfruta religiosamente de un asado o una bebida para ponerse al tanto de sus vidas y, entre carcajadas, rememorar hazañas y anécdotas imperdibles. Lo que se dice, un verdadero grupo de amigos tanto dentro como fuera de los límites del campo de acción.
En el 2013, Once Corazones festejó 50 años de actividad en el salón Palatium. Al evento asistieron alrededor de 150 personas.
El día del "Matador"
En el año 1992 fue invitado a jugar nada menos que el campeón del mundo Mario Alberto Kempes, en ese entonces parte del Kremser S.C. de Austria. Dicen que el "Matador" la rompió con su habilidad y goles en una noche más que divertida.
Y hasta el mundo de la música se ha hecho presente en este particular grupo, ya que además de "Pocho" Sosa el cantautor Víctor Heredia supo integrar la defensa en varias ocasiones.
Volar con los sueños hacia el Viejo Continente
Los años no pesan y Once Corazones pisará suelo español por tercera vez en su historia. Durante el mes de septiembre jugará en Valencia y Madrid frente a combinados locales en el marco de torneos amistosos.
"Ser parte de esto es una felicidad, una elección de vida. Una marca registrada mezcla de pasión, amor y amistad", concluyeron los integrantes de un equipo que pretende "veinte años más" de vigencia y que está pensando en editar próximamente su primer libro.
