Al menos una persona murió en un enfrentamiento con la policía en Río de Janeiro en medio de disturbios que desató la aplastante derrota de ayer del seleccionado brasileño con el de Alemania por 7-1, mientras en otras ciudades también se produjeron desmanes y algunos incendios de colectivos.
La muerte se produjo anoche durante un tiroteo entre la Policía Militar y dos personas que incendiaron un autobús, informaron hoy las autoridades locales, citadas por la agencia ANSA
En varias ciudades brasileñas se registraron hechos de vandalismo, como en Río de Janeiro, Recife y San Pablo, con asaltos, peleas e incendio de autobuses, tras la humillante goleada.
En Belo Horizonte, donde se jugó la semifinal, el bohemio barrio de Savassi, el más visitado por los turistas con un promedio de 25.000 personas en sus bares y calles, fue escenario de varias peleas callejeras y la policía detuvo a 12 personas, muchas de ellas alcoholizadas.
A su vez, en San Pablo, hubo desmanes y varias personas que intentaron destruir parte del patrimonio público fueon reprimidas por la policía.
En distintos puntos de esa populosa ciudad, se desataron hechos de violencia como la quema deliberada de una docena de autobuses estacionados, en la zona sur, cerca de la represa de Guarapiranga.
En la avenida Yervant Kissajikian, en la región sureste de la capital paulista, un autobús fue quemado, mientras que en el barrio Jardim Presidente Dutra, en la región metropolitana, otro más fue parcialmente incendiado.
Reuniones públicas en Salvador, capital del nororiental estado de Bahía y una de las 12 sedes del Mundial, en la FanFest de la FIFA, terminaron con desmanes e intervenciones policiales.
En Recife, capital de Pernambuco (nordeste) y otra de las sedes mundialistas, la Policía Montada tuvo que interrumpir la FanFest y usar gases lacrimógenos para dispersar una pelea entre hinchas.
