Tal como se esperaba, la Organización Mundial de Comercio falló ayer contra la Argentina y criticó fuertemente el sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI) que aplica el Gobierno como parte del sistema de restricción de importaciones para limitar la salida de divisas extranjeras.
La OMC consideró esas restricciones “inconsistentes” con los procesos descriptos en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y de Comercio (GATT), que en 1994 definió reglas internacionales del comercio.
Al mismo tiempo llamó a la administración de Cristina Fernández a ajustarse a esas reglas internacionales fijadas por la OMC.
Las conclusiones y recomendaciones se basan en las quejas presentadas por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón. Ayer, tanto Washington como las autoridades europeas celebraron el fallo, que por ahora no contempla sanciones pero sí un escenario negativo, según los sectores afectados.
El presidente de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, explicó en un comunicado que le solicitará al Gobierno “la apertura de un proceso de consultas para tratar las implicancias del informe” del Grupo Especial de árbitros independientes de la OMC que acaba de fallar. Éste se abrió luego de que en 2012 la OMC recibiera un aluvión de denuncias contra el país por las trabas comerciales.
Por su parte, Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores, señaló que el “el Gobierno debería adecuarse a las normas de la OMC, porque el fallo viene a agravar la situación que ya viven los exportadores e importadores”.
Señaló que afecta a ambos sectores teniendo en cuenta que el 80% de lo que se importa está destinado a la industria exportadora nacional.
Según estimó Marcelo Elizondo, de la Consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, el país podría perder hasta U$S 5.000 millones en exportaciones por este fallo adverso que está contenido en 170 páginas bajo el título: “Panel sobre disputas de importación de medidas de importación”.
Ahora, el Gobierno puede apelar el fallo -se calcula que lo hará en setiembre- al órgano de apelación de la OMC, que decidirá en tres meses si confirma o no la primera decisión del panel.
Luego hay un nuevo plazo de más de un año que se da al Estado denunciado para cumplir con la recomendación de dicho panel. Recién en ese momento, si los demandantes consideran que el demandado no cumplió, inician un nuevo proceso de queja, que debería resolverse a mediados de 2016.
Sólo allí podría haber sanciones o represalias en las exportaciones del Estado demandado, pero éste puede discutir el monto y habría entonces un nuevo arbitraje para determinar el monto de la represalia.
El caso lo deben llevar adelante en Buenos Aires los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman; en Ginebra, el embajador Alberto D'Alotto.
Acerca de la entidad
La Organización Mundial del Comercio (OMC) se constituyó formalmente en 1995, como resultado de una serie de negociaciones que tuvieron su inicio 1947 con el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio.
A pesar de ser tributaria de acuerdos generados en la posguerra, la OMC no forma parte de las Naciones Unidas ni de los organismos de Bretton Woods, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
El año de la conformación de la OMC guarda relación con las tendencias comerciales de la época, con la aparición de importantes bloques regionales comerciales y un abandono del proteccionismo que estaba en boga entonces.
Menos ventas al exterior
Ayer el Indec informó que en julio mejoró el superávit comercial en U$S 427 millones. Pero eso se produjo no porque la Argentina vendió más al exterior sino porque las importaciones cayeron 16% en mayor medida que la merma del 9% de las exportaciones.
Esta baja de las compras del exterior se debe a las restricciones oficiales y también a la recesión que está llevando a que las industrias y comercios necesiten menos insumos y maquinarias. Con estas cifras, entre enero y julio de este año, el excedente comercial se redujo un 19%.