El miércoles pasadas las 19.30, cuando el ritmo del local donde Omar Galdame y su esposa Estela Morán tienen un maxiquiosco y un local de Pago Fácil, comienza a mermar, fue que aparecieron dos ladrones jóvenes que dejaron su moto estacionada en calle Salta a la altura del 411 de Godoy Cruz, a tres cuadras del Ministerio de Seguridad.
En ese momento, en el local solo estaba Estela. Su marido se encontraba en la parte de atrás -donde viven- y comenzó a escuchar los gritos.
"Pensaba que era algún cliente que se quejaba, como a veces pasa, y entonces me asomé por una puerta y vi a los dos ladrones: uno ya había saltado el mostrador y estaba al lado de mi mujer.
El otro gritaba que le diera la plata. Los dos apuntaban con sus armas a la cabeza de mi esposa, por lo que me puse muy nervioso", rememora el comerciante.
"Como nadie me vio -ni mi esposa ni los ladrones-, me fui por la otra salida y ya en plena calle empecé a los gritos como loco. Para ese momento, los delincuentes ya se habían llevado algo del dinero y salieron corriendo porque el quilombo que yo hacía era grande".
Al salir a la calle, los dos delincuentes ya eran observados por muchos vecinos de la zona que salieron por los gritos de Galdame.
"Entonces intentaron irse en la moto en contramano por Salta, pero el que iba atrás se cayó y el otro siguió solo en la moto. Ése se fue por calle Beltrán hacia el norte y el que quedó a pie escapó corriendo para el sur por la misma Beltrán y tiró el casco a la acequia", cuenta Galdame.
El comerciante, en un rapto de impotencia, comenzó a correr al delincuente con el casco en la mano. Ese mismo ladrón fue el que a las tres cuadras se llevó el auto en el que estaba el nieto de la fiscal Laura Chaves.
Por el auto
Ese delincuente que escapaba corriendo llegó hasta calle Castelli al 100. En ese momento, una mujer había dejado su Renault Sandero en el puente con la idea de guardar el auto en el garaje.
El asaltante que pasó por el lugar, armado, amenazó a la nuera de la fiscal y se llevó el auto en cuyo interior estaba sentado el hijo de la mujer: un nene de tres años.
La mujer le suplicó que dejara al nene. El delincuente, inconmovible, partió igual. "Cuando llegué pensé que se había cometido otro robo, porque en esta zona se roba mucho, pero no; vi a la mujer del auto en estado de shock", rememora Galdame.
Temor
Una vez conocida la novedad por las autoridades, se implementó un operativo cerrojo en procura del Renault Sandero.
Mientras tanto, se recibió el dato de que en calle Álvarez Thomas al 94, dos sujetos que iban en moto se cayeron y se metieron a una casa.
La Policía llegó a ese sitio y un joven que se presentó como dueño de la vivienda, de apellido Ceballos, dijo "que la moto se la había prestado a un amigo". Ceballos quedó detenido.
De inmediato, se recibió un llamado del 911 que daba cuenta de que el Sandero se encontraba abandonado en el cruce de las calles República del Líbano y Benavente de Godoy Cruz: allí estaba el nene de tres años sano y salvo.
Una ambulancia de “A Tiempo” se hizo presente y trasladó a madre e hijo al hospital Español.
Por orden del magistrado interviniente se hizo un allanamiento en la casa de Álvarez Thomas 94: allí estaba el dinero robado al Pago Fácil de Galdame: unos 6.500 pesos. También secuestraron una moto Zanella y una Yamaha.
Finalmente quedaron tres imputados por el robo agravado: Dante Piñeiro (24), Mateo Ochiopinti (21) y el dueño de casa Leandro Ceballos (20).
El caso mantuvo en vilo a mucha gente del Gobierno, básicamente porque dos de las víctimas eran familiares directos de la fiscal Chaves.
De hecho, el procurador Alejandro Gullé se hizo presente en el lugar de los hechos y fue quien motorizó todo para que el hecho no terminara en desgracia.
Sin embargo, para Galdame -que ayer trabajaba en su lugar junto con su esposa con el tesón de siempre- el suceso no es para nada aislado: "A nosotros es la segunda vez que nos asaltan. Y en la zona a muchos los han asaltado", culminó.
