"Mi tarea principal es ser intendente y mi foco está siempre puesto allí", dice Omar De Marchi al día siguiente de haber lanzado su precandidatura a gobernador.
Es viernes en la mañana y recibe a Los Andes en su última "adquisición": el Punto Malbec, una esquina donde alguna vez funcionó un banco y que ahora son oficinas modernas, luminosas y vidriadas. Allí funcionan las áreas de Cultura y Turismo de Luján, pero también se hacen reuniones de gabinete, exposiciones artísticas y hasta tendrá una radio, la primera FM municipal.
-¿Va a competir en la PASO de Cambia Mendoza?
-Hay que consolidar esta coalición de gobierno, pero también es cierto que los frentes terminan el mismo día de la elección, luego hay que volver a juntarlos. La discusión que tenemos en este próximo tiempo es justamente darle forma a un nuevo frente para competir.
-¿Y cómo se va a dar eso dentro del oficialismo en un escenario que se vislumbra con menos diálogo y más competencia entre usted y Alfredo Cornejo?
-Bueno, la ventaja que tenemos en este tiempo es que los candidatos no se eligen más a dedo, los elige la gente. La gente está lo suficientemente informada para tomar decisiones.
-¿Para usted Cornejo no va a elegir a su candidato?
-La opinión del Gobernador es una opinión calificada pero como dije recién, a los candidatos los elige la gente. Yo aspiro a ser el candidato del consenso, aspiro a que haya consenso.
-¿Antes de la PASO?
-Claro. Pero si no hay consenso, la ley establece un procedimiento, la PASO, donde sea la gente la que finalmente resuelva quién es el candidato. La gente no está esperando que Cornejo elija un candidato, la gente está esperando tener un gobernador que resuelva los problemas que Mendoza tiene y que sea capaz de proyectarla para el próximo tiempo.
-¿Tiene el apoyo de Cobos en esta candidatura?
-Con Cobos tenemos muy buena relación, es un ex gobernador y ex vicepresidente, es una fuente de consulta. Hablamos mucho.
-¿Pero no lo ve como un competidor también?
-Es una decisión que va a tener que tomar él, evidentemente tiene un gran predicamento en Mendoza y es una buena persona, pero si es candidato o no lo tendrá que decidir él.
-¿Tiene ya compañero o compañera de fórmula?
-No, aun no. Eso se resolverá después.
-¿Puede ser un radical?
-Yo creo que el próximo tiempo no tiene que estar encasillado en las pertenencias partidarias sino en aquellas personas que tengan el consenso de la gente, más allá de los partidos.
-¿Cómo es su relación con el peronismo? Con usted en Luján trabajan peronistas...
-Tengo una relación personal muy buena con todos los dirigentes peronistas, lo cual no quiere decir que hay un acuerdo político. Lo que pasa es que la Mendoza que viene tiene que ser la Mendoza del gran acuerdo y para eso tiene que haber una gran actitud de quien gobierna de convocar a todos los sectores y escucharlos.
-¿Usted lo haría, sumaría dirigentes de todos los partidos a su gabinete?
-Absolutamente, el límite sería la buena fe y la capacidad. Los gabinetes tienen que estar integrados por buenas personas que conozcan lo que hacen. Son las dos condiciones. Pero insisto: Mendoza se debe un plan estratégico de al menos 10 años que incluya tres pilares: sistema productivo, sistema educativo y marco social.
-Pero eso lo vienen diciendo todos los dirigentes de todos los partidos y nunca se ha concretado, ¿por qué ahora va a ser diferente?
-Porque yo lo voy a hacer.
-¿Y cómo va a convencer al resto de los dirigentes?
-Están todos ansiosos de sentarse a participar, pero necesitan ser escuchados.
-¿Qué diferencia hay entre su primera candidatura a gobernador (en 2007) y esta de ahora?
-Son contextos absolutamente distintos. En aquel momento estaba casi obligado a hacerlo porque presidía el Partido Demócrata y era una obligación asumir esa responsabilidad. Hoy es al revés: siento que están dadas las condiciones, que hay un contexto muy favorable y que es casi natural que sea candidato. Creo que en esta etapa de mi vida estoy lo suficientemente sereno, en armonía, tengo la experiencia y sobre todo tengo muchísimas ganas de ser gobernador.
-¿Cornejo le dijo a Los Andes hace poco que usted cometió un error cuando dejó el municipio (Luján) para irse al Congreso. ¿Cree que ahora estará pensando lo mismo?
-Creo que fue una chicana del gobernador inadecuada, porque estuve un período y medio en la intendencia, 6 años, e hicimos grandes cosas.
El Gobierno nacional
-Para su campaña, ¿Macri le suma o le resta votos?
-Yo no lo evalúo por si suma o resta, creo que es un Presidente que está haciendo cosas que otros presidentes no se animaron y que forman parte de una transformación profunda que necesita la Argentina y que muchas décadas de demagogia no permitieron concretar. Creo que todo este esfuerzo que se está haciendo -estamos terminando un año muy, muy difícil- tiene el sentido de concluir con una Argentina insertada al mundo, moderna, que empiece a funcionar.
-¿Ve errores en el gobierno nacional?
-Siempre se cometen errores, porque gobernar es tomar decisiones y algunas veces acertás y otras no. De todos modos creo que un error pudo haber sido el exceso de optimismo al comienzo del mandato, que se justificaba en la necesidad de atraer rápidamente inversiones. A pesar del Estado en que se encontraba la Argentina, vos no podías salir a decir ‘estamos en el peor de los mundos’. Ese era el difícil rol que tenía el gobierno nacional: tratar de demostrar con una semblanza, una impronta positiva, que la Argentina tiene que volver rápidamente al mundo. Hay una imagen muy buena de esto que fue la del G20, y esa imagen sirve para mostrar el potencial de la Argentina.
-En el video de su lanzamiento marca algunos errores del gobierno provincial, pero no dice cuáles son...
-Yo más que errores lo que marco son etapas, momentos. El gobierno provincial ha hecho cosas importantes que tienen que ver quizás con una etapa preparatoria del desarrollo que tiene que venir. Esa etapa ha tenido que ver con ordenar las cosas pero no podemos desconocer que hay una demanda social muy fuerte de seguridad y de empleo. Son dos temas pendientes: a pesar de todo lo que se ha hecho, es mucho más lo que falta. Las prioridades próximas tienen que ser las prioridades de la gente, no las de lo política. Y las prioridades de la gente hoy son básicamente dos: seguridad y empleo.
-¿Y cómo cree que se puede generar empleo? ¿Cambiando la matriz productiva como dicen muchos?
-Yo propongo para el año 2020 un gran acuerdo productivo de Mendoza: saber qué provincia queremos, cuáles son las actividades que estamos dispuestos a sostener y a fomentar, porque sino seguimos en debates permanentes y no somos proactivos.
-¿La minería puede ser una de esas actividades?
-Por supuesto, en tanto y en cuanto se desarrolle en un contexto amigable con el ambiente y con los controles suficientes. Pero nos tenemos que poner de acuerdo, Mendoza está teniendo hace muchos años una gran parálisis porque no hay debate de cuál es la provincia que queremos en el terreno productivo.
-Una última pregunta: ¿a quién prefiere como rival, a Suárez o a Kerchner?
-(piensa)... Son dos buenas personas… son ellos quienes tienen que decidir. Yo aspiro a que una vez que concluya la definición electoral, vamos a estar todos juntos alineados para que Mendoza realmente pueda emerger.
Su sucesión
-¿Qué pasará si no gana la PASO o no es el elegido del consenso? Puede quedarse sin la candidatura a gobernador y sin la intendencia en Luján...
-Yo esta decisión no la tomo en el marco de la especulación, francamente. En Luján hemos armado un grupo de trabajo que ha hecho las cosas muy bien: de ser un departamento devastado hoy es un departamento que lidera la provincia. Eso es producto del trabajo no de una persona sino de un grupo que es valioso y que es multipartidario. Y eso está bueno.
-¿Tiene a alguien como favorito en su equipo para sucederlo, para dejarle Luján?
-Si yo te dijera eso me estaría contradiciendo. Nosotros creemos que los candidatos no se deben elegir a dedo. Seguramente, entre algunas personas que tienen ganas y actitud para ser intendente, intentaremos llegar a un consenso.
Perfil
Edad: 52 años
Profesión: Abogado
Fue intendente de Luján de Cuyo en dos períodos consecutivos: 1999-2003 y 2003-2005, cuando dejó el cargo para asumir como diputado nacional. Antes había sido diputado provincial y concejal de Luján.
En 2007 se postuló como candidato a gobernador por el PD. Salió cuarto en las elecciones que ganó el peronista Celso Jaque.
En 2015, tras dejar el Congreso nacional, ganó los comicios y volvió a la intendencia de Luján.