Tres robos más a escuelas en San Rafael se agregaron a una larga lista, más de 20, ocurridos este año. Ahora fue el turno de la técnica Reynaldo Merín de calle Alberdi de ciudad; de la Bufano, en calle Ortubia de las afueras de la ciudad (del Instituto del Verbo Encarnado); y de la Hortensio Ojeda, ubicada en el corazón del conflictivo barrio Constitución, al norte de la ciudad y a pocas cuadras del kilómetro cero. Todas estas zonas también sufren una ola de robos a casas particulares, negocios y como se señala, escuelas.
La Merín, que tiene una matrícula aproximada de 570 alumnos y un plantel de 180 profesores, es una de las técnicas de más renombre y prestigio de San Rafael y su directora, Viviana Tortosa, igual que su colega de la Bufano, Cecilia de Ansaldi, se mostraron resignadas y a la vez consternadas por lo sucedido.
Ambas coincidieron que en ninguno de los establecimientos se guarda dinero en efectivo, mientras Tortosa destacó que -según los investigadores- es eso lo que los delincuentes buscan. “El dinero que tiene la escuela se maneja a través de una cuenta bancaria, así que aquí no se guarda efectivo de ninguna naturaleza”, aclaró.
En la escuela Merín se llevaron de todo pese a que cuenta con sistema de alarmas monitoreadas, sensores en todos los lugares estratégicos y un vecindario que avisa a la policía cualquier movimiento sospechoso que ven. En principio se robaron un TV plasma y otros elementos electrónicos pero aún no se finaliza con el inventario porque el personal está dedicado a la preparación de la Expotécnica, una muestra que se hace año tras año y en la que se presentan los trabajos de los alumnos que suelen ser de interés para el empresariado local por su alta calidad de diseño.
“Ya estamos cansados de sentir las alarmas y avisar a la Policía. Y vienen rápido pero los ladrones les tienen calculado el tiempo y cuando llegan, ya no están”, dice un lugareño que conoce bien el establecimiento.
“Hay cámaras y todo”, cuentan los padres, que están preocupados porque cada robo perjudica a sus hijos directamente ya que se llevan elementos útiles para sus estudios y crean preocupaciones que ellos “no deberían tener”.
Hasta se deslizó una broma en la charla con Los Andes: uno de los padres sugirió que algún profesor con cambio de funciones podría ser trasladado como sereno a cada uno de los siete establecimientos técnicos que hay en San Rafael. “Qué mejor lugar para estar tranquilo”, dijo alguien con alguna dosis de ironía. El peligro, señalan, es que los ladrones se lleven herramientas que en muchos casos son muy caras de reponer.
En realidad ningún edificio escolar cuenta con sereno en un tramo de alrededor de 6 horas en la noche. La mayoría de los establecimientos tiene clases hasta cerca de la medianoche y desde esa hora hasta las 6, horario en que ingresan los celadores, es cuando se producen lo robos.
Desde la Inspección Zona Sur de la DGE, Carlos Agüero se lamentó por la situación de las escuelas saqueadas y coincidió en que es necesario buscar una solución a la problemática, la que podría ser el nombramiento de celadores serenos.
En la escuela Bufano, semirural, el vandalismo producido acabó con el esfuerzo de muchos padres que habían logrado adquirir dos equipos de aire acondicionado frío-calor para las salitas de 3 y 4 años. “Es un edificio nuevo -dijo la directora- y no tiene gas, por lo que los padres decidieron juntar dinero con venta de comidas y otras cosas y comprar estos equipos que ahora robaron”.
Evidentemente, quienes ingresaron tras forzar puertas sabían lo que buscaban y estaban preparados para llevárselos, porque no necesitaron cortar la luz y tenían calculado el tiempo desde la activación de la alarma y la llegada de la policía: cuando llegaron los efectivos ya no estaban y no rompieron nada.
“Vinieron a buscar los aires acondicionados”, dijo uno de los padres. En esta escuela, si bien es privada, la mayoría de sus alumnos proviene de zonas humildes y la cuota es subvencionada por lo que la prestación social es significativa para la zona. También hay un gran número de alumnos becados.
Serie de robos
En lo que va del año ya robaron en al menos 20 escuelas en San Rafael. Entre las últimas se encuentra la Pessano, donde se llevaron dinero y rompieron los baños.
En la escuela Ana Guyot de Calzada violentaron tres cerraduras y sustrajeron 5.000 pesos, además de romper el sistema de alarma. El jardín de infantes nucleado N°0-111 de la escuela José Villanueva -que se encuentra en San Juan Bosco y Avellaneda- también fue víctima de un hecho delictivo.
Otro establecimiento saqueado fue la escuela Antonio Díaz, donde forzaron dos rejas y desactivaron la alarma para robar unos 10.000 pesos. También se llevaron cámaras fotográficas, un proyector y otros elementos electrónicos.
Además, se perpetraron robos en la escuela Bufano -cinco en el año más el último relatado en esta nota-, la 4-230, la técnica agraria Pascual Iaccarini que sufrió dos robos en cinco días; la Argentinos Uruguayos del distrito de Villa Atuel; la Zapata, ubicada en Pueblo Quiroga de donde robaron leche y mercadería; y la Armada Argentina, del barrio El Molino.
En todas el accionar de los ladrones fue similar: romper puertas o ventanas, tratar de llevarse cosas de valor, desde dinero en efectivo a televisores, computadoras, DVD, proyectores o equipos electrónicos, y destrozar carpetas, archivos, material didáctico y hasta los sanitarios.