La presidenta Cristina Fernández de Kirchner utilizó ayer la cadena nacional por trigésima vez en el año para presentar un paquete de anuncios destinado a Santa Cruz y sostener así las candidaturas de su cuñada, Alicia Kirchner, que busca la gobernación, y de su hijo, Máximo Kirchner, quien compartió por primera vez un acto público con su madre desde que se oficializó su precandidatura a diputado nacional.
El acto se celebró en el gimnasio de Río Gallegos “Lucho Fernández” bajo un fuerte operativo de seguridad que incluyó una importante cantidad de gendarmes para evitar posibles protestas de los trabajadores municipales, que desde hace tres meses exigen el pago de un 15 por ciento de la paritaria salarial de 2014.
Temprano y ante la custodia permanente de la Gendarmería, un equipo de contingencia de la Municipalidad había limpiado y acondicionado el centro de la ciudad, en especial los alrededores de donde se hizo el acto, para mostrar el mayor orden posible tras más de 120 días de conflicto municipal, lapso durante el que no se han recolectado los residuos domiciliarios.
Justamente a la hora de anunciar la entrega de nuevos patrulleros para Santa Cruz aludió, aunque sin nombrarlo, al conflicto en Río Gallegos, y reclamó por mayor “seguridad” para los vecinos ante “algún otro que cree tener más derechos como para pasarlo a uno por encima”.
En medio del paquete de anuncios destinados a la Patagonia, la mandataria anunció el otorgamiento de 77 patrulleros para la capital santacruceña y de inmediato expresó su deseo de que “todas las provincias en general puedan brindarle toda la seguridad que nuestros ciudadanos se merecen, seguridad que no solamente está referida a los que delinquen”.
También hizo mención a este conflicto cuando lo comparó elípticamente con la protesta que los trabajadores mineros le solían hacer a su esposo, el fallecido presidente Néstor Kirchner, en su etapa de gobernador.
En este sentido, la Presidenta destacó que las manifestaciones de los mineros se realizaban “con mucho respeto y cariño, no había violencia”, e incluso apuntó que dejaban la calle despejada para que circularan los vecinos.
Más allá del conflicto de los municipales, Fernández viajó a Río Gallegos para darle un espaldarazo a las candidaturas de Alicia y Máximo Kirchner -quien no compartió el escenario con su madre sino que se mantuvo a un costado, para lo cual inauguró un centro de políticas sanitarias y entregó móviles policiales.
Dentro del listado de obras para Santa Cruz incluyó la creación de la Oficina Regional contra la Trata de Personas, formalizó la preadjudicación para el inicio del nuevo Hospital Materno Infantil de Alta Complejidad de Río Gallegos y autorizó la compra de un predio donde se levantará una nueva terminal de recepción, almacenamiento y despacho de combustibles líquidos.
A través de videoconferencia, la Presidenta participó en el “encendido de la antena de la televisión Digital Abierta (TDA)” de Caleta Olivia, oficializó la incorporación de simuladores de capacitación ferroviaria en la localidad bonaerense de Temperley y en una conexión con Ciudad Evita, en el distrito de La Matanza, anunció la entrega de móviles policiales para de Entre Ríos.
Además formalizó el llamado a licitación para la obra de Circunvalación de la ruta 3, a la altura de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Chubut. La jefa de Estado también firmó la creación del fideicomiso de vinculación marítima Santa Cruz-Tierra del Fuego.
Durante el acto, Cristina Fernández estuvo escoltada por sus ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y de Economía, Axel Kicillof, mientras que completaron la mesa, el secretario Legal y Técnico y precandidato a vicepresidente, Carlos Zannini, y el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta.