Sociedad
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hace 25 minutos
Ocho de cada 10 argentinos consultados manifestaron tener molestias auditivas, en forma de pitidos. El dato surge de un relevamiento nacional de hábitos de cuidado auditivo en Argentina, que mostró también que los más afectados son los jóvenes entre 18 y 24 años. Los integrantes de este grupo reconocieron, en más de la mitad de los casos, que escuchan música a alto volumen.
La encuesta, realizado para GAES Centros Auditivos, arrojó que 80% de los encuestados ha experimentado un síntoma auditivo en forma de pitido y 62% de los jóvenes de entre 18 a 24 años sufre estas molestias.
Un dato curioso es que los denominados "millenials", entre 25 y 34 años, prefieren estudiar y/o trabajar con música, mientras la generación más joven, de 18 a 24 años, considera mejor hacerlo en silencio.
"Es importante tener en cuenta que desde edades muy tempranas los ruidos intensos generan un daño auditivo y estos pueden ser muy nocivos. Como sociedad debemos asumir el compromiso de disminuir el ruido que generamos, ya que provoca consecuencias en nuestra salud auditiva y en la de quienes nos rodean", planteó Ana Carolina Binetti, otorrinolaringóloga y asesora de Gaes Centros Auditivos.
Por su parte, el otorrinolaringólogo Alejandro Pons indicó que no es habitual que los jóvenes consulten por un zumbido cuando es ocasional, pero que es importante acudir a un profesional cuando se torna permanente. Los efectos de la exposición a ruidos intensos, en lugares bailables o con dispositivos para escuchar música, añadió el médico, suelen pasar desapercibidos en un comienzo.
Es que lo habitual, manifestó, es que afecten la frecuencia 4 mil -de sonidos agudos- y no la del habla. Esto puede ir acompañado de zumbidos, o no. Recién cuando la afectación del oído interno progresa, se van perdiendo otras frecuencias de audición, hasta llegar a la de la palabra hablada (en un estadio avanzado).
Pons resaltó que los auriculares que se utilizan mucho actualmente, que van dentro del oído, a nivel intracanal, pueden generar cierta repercusión aún a volúmenes bajos, por lo que habría que restringir su uso. De todos modos, lo recomendable, indicó, es evitar la exposición, aún más si es prolongada, a sonidos intensos.
El otorrinolaringólogo Fernando Salomón recordó que Hellen Keller, quien era ciega y sorda, decía que el ciego está separado de las cosas pero el sordo de las personas. En este sentido, señaló que el hipoacúsico se aísla porque no puede participar de las conversaciones. De ahí la importancia de evitar los traumas acústicos, los ruidos laborales y cierta medicación que puede afectar al oído. También, de utilizar los auriculares con el volumen de la mitad hacia abajo.
En cuanto a los síntomas de una hipoacusia adquirida, Salomón señaló que pueden aparecer zumbidos, pero que el más frecuente es la falta de discriminación o entendimiento del habla en sitios ruidosos.
