El francés Sébastien Ogier se proclamó campeón del mundo por tercera vez consecutiva al ganar ayer el Rally de Australia con su compatriota Julien Ingrassia en la butaca derecha del Volkswagen Polo.
Además del tercer título, Ogier agrandó su leyenda con su 31ª victoria, superando al finlandés Marcus Grönholm (vencedor en 30 carreras y dos veces campeón del mundo). Aunque, aún está lejos de su coterráneo Sebastien Loeb, ganador de nueve títulos del mundo.
Más que la victoria, lo que impresionó de Ogier en Australia fue su manera de triunfar: obligado a abrir el polvoriento camino tanto viernes como sábado, tomó muchos riesgos para mantenerse en el grupo de cabeza, sin haber cometido ningún error y saltando a la cima de la clasificación general.
Además, en el último día de carrera, se dio el lujo de firmar el mejor tiempo en los cinco tramos disputados, en lugar de regular para asegurarse el triunfo y la corona.
El finlandés Jari-Matti Latvala completó el 1-2 para Volkswagen, mientras que el británico Kris Meeke (Citroën DS3) resultó tercero.
La próxima fecha será del 1 al 4 de octubre por caminos franceses.
