Por 300 pesos un hombre ofrecía los servicios sexuales de una adolescente de 17 años en el hipódromo de Mendoza. La muchacha fue rescatada por una policía que prestaba servicios extraordinarios el pasado domingo. El presunto proxeneta fue detenido pero horas después recuperó la libertad porque no había denunciante formal.
El aberrante caso se constató el domingo, alrededor de las 15, en las instalaciones del hipódromo provincial mientras se disputaban adrenalínicas carreras de caballos. Un hombre de 49 años se paseaba con una menor que parecía aletargada. La chica caminaba con dificultad, como si estuviera mareada por haber ingerido alcohol o drogas.
Fuentes vinculadas la investigación precisaron a Los Andes que el sujeto, oriundo del barrio Horneros III de Godoy Cruz, ofrecía los servicios sexuales de la menor por 300 pesos a jockeys y apostadores del lugar.
La situación fue advertida por un guardia de la empresa de seguridad privada que ofrece servicios en el predio dedicado al turf, ubicado sobre calle Montes de Oca de Godoy Cruz. El vigilador ya había visto en otras ocasiones al sospechoso acompañado por chicas muy jóvenes -presuntamente menores de edad- ofreciéndolas a cambio de dinero. Ello se venía registrando desde hacía un tiempo.
Por eso, se dirigió a una efectivo del servicio de Notificaciones Judiciales, Flagrancia y Leyes Especiales que estaba en el lugar y le contó lo que había visto. La policía solicitó apoyo, el guardia les señaló al sospechoso y los uniformados lo aprehendieron.
El detenido fue trasladado a los calabozos de la Oficina Fiscal 4 de Godoy Cruz.
La menor que estaba con el sospechoso se notaba perdida y, con dificultad, pudo contarles a los efectivos que tenía 17 años y cuál era su nombre.
La madre de la adolescente fue notificada y la muchacha quedó nuevamente bajo su cuidado. Fuentes consultadas señalaron que se trata de una familia muy humilde que vive en el barrio Arturo Vázquez, conocido por su grado de conflictividad en el Oeste de Godoy Cruz.
La madre debió hacerse cargo de los análisis toxicológicos de su hija por lo que, conociendo la situación, los sabuesos no se esperanzan en contar con esos resultados, que determinarían si la víctima había sido drogada o alcoholizada para inhibir su voluntad.
El acusado recuperó la libertad ya que no hubo denunciante formal, detallaron con impotencia las fuentes.