Las personas altruistas se suman en nuestra comunidad, a veces con perfil bajo, por lo que resulta estimulante la difusión de sus existencias y proyecciones.
Es el caso de Ofelia Luengo de Martí, recientemente premiada, junto a otras personas y entidades, por la Cámara de Comerciantes, Industriales, Profesionales y Agropecuarios de Las Heras (CIPA) , que acaba de cumplir 46 años de labor.
Ofelia acredita medio siglo en el servicio de la asistencia social. Tiene 79 abriles y está casada hace 50 años con el artista plástico José Martí. Es una mendocina por adopción, que se ha dedicado a los demás como una forma de vida.
Madre de dos hijos, Hugo, pintor como su padre, y Sandra, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta vecina del barrio Módica acredita una extensa militancia en brindar ayuda al prójimo. Aunque cordobesa de nacimiento, se siente mendocina por habitar este suelo desde hace 52 años.
"El estar pendiente de los demás ha sido una parte de mi existencia, en la que también fue importante la política, a través de la cual alcancé a ser dos veces concejal por Godoy Cruz, cuando vivíamos en Villa Marini". Integrante de un bloque radical con la recordada Margarita Malharro de Torres, estuvo en la banca en 1963 y en 1973, y en las dos oportunidades dejó el cargo por la caída de Arturo Illia, en un caso, y por la destitución del gobernador mendocino Alberto Martínez Baca, en el otro.
Un gesto suyo fue que pudiendo haberse jubilado como legisladora, no aceptó esa opción debido a sus cortos períodos de gestión y accedió por voluntad propia a un beneficio como ama de casa. "No correspondía, no iba a estar tranquila con esa decisión", refiere sin falsa modestia.
"Desde joven -añade- me gustó ayudar a la gente, de cualquier manera, porque al prójimo se lo puede auxiliar hasta con una buena intención. Tuve poca participación en entidades, pero siempre traté de dar una mano, guiando en un trámite difícil de realizar a quien lo pidiese o llegando a una autoridad o institución a la que costaba abordar".
En el hospital El Carmen, al que concurría con su marido por su antiguo domicilio godoicruceño, supo brindar a pacientes que lo requiriesen, el dinero que les faltaba para adquirir un medicamento. "Me ocurre eso porque mucha gente me conoce y sabe que no soy de negarme; creo que por eso me han distinguido".
También trabajó junto a docentes del SUTE, en la década del '70, y una de las pocas veces que se incorporó a una organización fue en la cámara que ahora la reconoció, donde su esposo Martí es el encargado de la parte cultural.
Otras entregas suyas se han plasmado en el hospital Luis Lagomaggiore, junto a las damas que apoyan la labor de ese nosocomio.
A veces para materializar un aporte en forma efectiva, por ejemplo al hospital pediátrico Humberto Notti, Ofelia recurrió a su esposo, quien cedía uno de sus cuadros para una causa altruista que su mujer impulsaba. La labor de la ex concejal también llegó al Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (ex COSE).
Empero, reivindica la colaboración espiritual, al señalar que "hacer una oración por una persona que está mal, vale más que un billete de dinero".
Un gran hombre
Además de Ofelia, la cámara empresaria recordó al noble ciudadano y vecino que fue Ángel Chila, fallecido el 26 de junio pasado a los 80 años. Chila, marca registrada en el medio norteño, ha sido presidente de varias de las instituciones lasherinas (Club Social Las Heras, Rotary Club, CIPA y de la constructora Sacipa).
Reconocido por la Legislatura con la Distinción Sanmartiniana, en 2010 el municipio que encabeza Rubén Miranda le entregó el Premio Cóndor de Oro. Por otra parte, entre las varias entidades y firmas que reconoció CIPA, figura el Club Social y Cultural Las Heras, con 70 años de relación con el vecino y las necesidades de la comunidad. Hoy es presidido por el bancario José Tamagnini.