Con el transcurrir de la cuarentena hay situaciones que van cambiando y el desafío, casi diario, es enfrentar estos cambios. En el caso de los odontólogos que, al estar muy cerca de la boca y la garganta, fuentes directas de contagio del Covid-19, sólo pueden atender urgencias.
Pero a estas alturas, hay pacientes que necesitan otro tipo de tratamientos. Qué dicen los especialistas, los que han necesitado atención y cómo se están manejando las obras sociales.
Para tener un panorama de cómo está funcionando el mundo de estos profesionales en aislamiento, el presidente del Círculo Odontológico de Mendoza dio su visión. "Desde que se inició todo estamos sin atención efectiva, sólo emergencias. Son muy pocos los odontólogos que están atendiendo porque se redujo con esto la cantidad de pacientes.
Como la cuarentena era por dos semanas al principio, los tratamientos que se empezaron y no se terminaron hoy se han transformado en urgencias", comenzó explicando Alejandro Kalbermatten. Además, el odontólogo comentó que la situación económica de estos profesionales también se ha visto resentida.
Aquí se abren varias aristas del mismo tema. Por un lado, como los especialistas deben equiparse con un kit de cuidados completo que es costoso y no están trabajando como siempre, no pueden por ello reunir su salario como lo hacían antes.
Así es que algunos han optado por no atender más a través de las obras sociales y, con el dinero que reúnen de las pocas atenciones que realizan, comprar los elementos de protección que necesitan.
Por otra parte, están los pacientes que por algún dolor repentino, muela infectada o situación excepcional, han recurrido desesperados a las obras sociales que sólo les dicen por teléfono que los odontólogos no están atendiendo o que hay algunos pocos pero son sólo para urgencias.
La queja en este sentido es que los tratamientos son muy costoso sin obra social que los contemple. Una consulta por $5.000 Tal es el caso de Gabriela, que vive en San Martín. El lunes se dio cuenta de que tenía un flemón, como se conoce popularmente al absceso dental, y logró que un odontólogo de su departamento la atendiera. "Obvio que no está recibiendo mi obra social así que me cobró la consulta a 5.000 pesos, por hacerme el tratamiento de conducto y verme dos veces más. Me trató el flemón en una muela y se me hizo uno en otra. Un desastre", contó la mujer, aún dolorida.
Gabriela relató que decidió llamar a su obra social y le dijeron que sólo había una persona atendiendo pero en la Ciudad de Mendoza. Así es que se trasladó en su auto hasta allí, porque además el especialista que sí está cerca de su casa le dijo que no sabe si podrá seguir atendiéndola ya que no tiene insumos suficientes ni lugar para conseguirlos por la cuarentena.
Cambios en la atención
Otro tema que desarrolló también Kalbermatten es el cambio que se ha dado al momento de atender. No sólo que ya no se puede esperar en las salas que antes se usaban para ese fin, sino que además deben utilizar un kit quirúrgico descartable que es costoso y no siempre se consigue.
"Son medidas de bioseguridad y el costo de ese kit tiene que ser absorbido por alguien. Se trata de atender en una sola vez al paciente para no exponer a nadie más", indicó el presidente del Círculo Odontológico.
Claudio Orlando atiende en una clínica de San Rafael junto a cinco odontólogos más. Y desde que comenzó la cuarentena sólo están atendiendo urgencias. "Venimos una hora antes para higienizar todo, le pedimos al paciente cuando llega que no toque nada y le damos alcohol en gel. No hay nadie en la sala de espera. Usamos un equipamiento especial: camisolín, botas, anteojos o antiparras, máscara y doble par de guantes", describió el profesional sureño.
Orlando reconoció que es una queja válida la de los pacientes y que espera que las obras sociales lo entiendan.
"No hay cómo cubrir los gastos extras que tenemos que afrontar. Estamos desamparados los profesionales. Antes un kit de protección valía 300 pesos y ahora 800. Los barbijos también, pasaron de 200 a 800 pesos la caja. Hay una especulación con los precios total, pero hay que comprar todo para protegernos nosotros y a nuestros pacientes", enfatizó el odontólogo.
Automedicación
Ariel viene complicado desde Semana Santa cuando, de golpe, comenzó a sentir un dolor muy fuerte en una muela. "Tengo mutual pero llamé y no tenían información para brindarme sobre en qué lugar me podía hacer ver. Mi mujer recordó que cuando a ella le había pasado algo similar, había tomado un calmante que le había hecho bien. Ante la desesperación, lo compré y lo tomé. Por suerte me hizo bien", contó el hombre.
Igualmente, Ariel siguió insistiendo para que en su mutual le dieran una respuesta, hasta que logró hablar por teléfono con un profesional de la Odontología que le dijo que estaba bien la medicación que había consumido. "Me dijo que siguiera tomando lo mismo.
Estoy mejor pero aún me duele un poco. Si la semana que viene sigo así, supongo que me atenderá", especuló con algo de resignación.
Como él, son muchos los mendocinos que padecen la restricción de la atención odontológica.
