El cáncer de mama es el cáncer más común en mujeres en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en los de ingresos bajos o medianos.
Su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años, debido al incremento en la expectativa de vida, la creciente urbanización y la adopción de estilos de vida occidentales.
La detección temprana de la enfermedad es fundamental para el control del cáncer de mama. Detectado a tiempo (diagnóstico) y con un tratamiento adecuado, hay una buena probabilidad de que se pueda curar.
Si se detecta tarde, el tratamiento curativo habitualmente deja de ser una opción. En tales casos, se requiere del cuidado esmerado de la calidad de vida, sin el sufrimiento de los pacientes y sus familias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve programas integrales de control del cáncer de mama como parte de los planes nacionales de control del cáncer. La estrategia de detección precoz recomendada es la mamografía.
La mayoría de las muertes ocurren en países de ingresos bajos y medianos, donde las mujeres con cáncer de mama son diagnosticadas, lamentablemente, en etapas tardías debido principalmente a la falta de conciencia sobre la detección temprana (educación) y a las barreras a los servicios de salud.
Esta situación puede revertirse fácilmente, si se establecen políticas adecuadas de salud pública.
El lazo rosado, símbolo del apoyo
El lazo rosado es un símbolo internacional utilizado por personas, compañías y organizaciones con el compromiso de generar la concientización sobre el cáncer de mama.
Charlotte Hayley, una mujer que había luchado contra el cáncer de mama, introdujo el concepto de una cinta de color melocotón para generar la conciencia sobre esta enfermedad y que este símbolo llegara a los legisladores, con el objetivo de aumentar el presupuesto nacional destinado al cáncer.
La cinta de Hayley despertó el interés de Alexandra Penney, jefe de redacción de la revista Self, quien estaba trabajando en la edición de 1992 del National Breast Cancer Awareness Month.
Penney tuvo la iniciativa de adaptarse a la idea de Hayley, trabajando con ella. Pero Charlotte Hayley rechazó la oferta por considerar la propuesta demasiado comercial.
Entonces, la revista Self -interesada en promover la concientización sobre el cáncer de mama- por razones legales optó por proponer una cinta de color rosa.
Desde entonces, la cinta rosa representa el miedo al cáncer de mama, la esperanza para el futuro y la bondad caritativa de las personas y las empresas que apoyan públicamente el movimiento del cáncer de mama. Con ella, además, se pretende evocar la solidaridad con las mujeres que actualmente tienen cáncer de mama.
Las organizaciones abocadas a la temática utilizan la cinta rosa para promover la conciencia acerca del cáncer de mama y para apoyar la recaudación de fondos.
Algunas entidades como la Pink Ribbon International también utilizan la cinta rosa como su símbolo principal, mientras que la fundación Susan G. Komen utiliza una estilizada “cinta de correr” como su logotipo.
Comprar, usar, exhibir o patrocinar cintas rosas indica que la persona o negocio se preocupan por la salud de las mujeres.
Este símbolo es una marca de comercialización para las empresas que se identifican como socialmente conscientes acerca del cáncer de mama.