La “especie de obsesión” del capo narco Joaquín “El Chapo” Guzmán con la actriz mexicano-estadounidense Kate del Castillo y su deseo de volver a verla, tras una reunión que está siendo investigada por las autoridades, ayudaron a su recaptura, dijeron ayer funcionarios del gobierno.
Del Castillo, una afamada actriz de telenovelas que había alabado al narco en una carta abierta en 2012, fue la gestora de la controvertida reunión de Guzmán con el actor estadounidense Sean Penn el pasado 2 de octubre, tres meses antes de la nueva detención del narcotraficante.
Después de ese encuentro, del que las autoridades tuvieron conocimiento, los soldados rastrearon y cercaron a “El Chapo” en su escondite en la sierra entre su natal Sinaloa (noroeste) y Durango “con el propósito de escupirlo hacia la ciudad” y facilitar su captura, explicó la fuente del gobierno a periodistas.
A escasos días de la reunión con los actores, militares mexicanos realizaron un fuerte operativo en la sierra del que “El Chapo” logró escapar ya que los soldados decidieron no dispararle porque cargaba en brazos a la hija de su cocinera “como escudo humano”, añadió.
Pero la semana pasada Guzmán, que se fugó por segunda vez de una prisión de máxima seguridad en julio humillando al gobierno de Enrique Peña Nieto, bajó de las montañas y se movió hacia la ciudad costera de Los Mochis (Sinaloa), donde fue capturado en un violento operativo militar.
El encuentro bajo la lupa
Uno de los factores que movió a Guzmán a Los Mochis es que estaba “realmente interesadísimo en reunirse nuevamente con la actriz, y este interés casi obsesivo se convierte en otro aliciente para bajarlo a la ciudad que era donde él quería encontrarse con ella”, manifestó el alto funcionario, remarcando que ese segundo encuentro nunca se dio.
Las autoridades mexicanas investigan ahora si se cometió algún delito en la reunión del capo con Del Castillo y Penn, que publicó un artículo en la revista Rolling Stone (ver aparte) donde narra el encuentro e incluye las respuestas que el narcotraficante dio a un cuestionario que la estrella de Hollywood le mandó a través de uno de sus hombres.
En el texto, Penn dijo que Del Castillo había estado en contacto con Guzmán mediante mensajes y cartas -porque el capo quería que ella le ayudara a producir una película autobiográfica- y que ella fue quien gestionó su sonada reunión.
Otro funcionario dijo que “El Chapo”, de 58 años, usaba el apodo “Hermosa” cuando se refería a la actriz de 43 años, que se hizo famosa por interpretar a una poderosa narcotraficante en la serie televisiva “La Reina del Sur”.
De hecho, las autoridades encontraron DVDs de esa serie en la casa de Los Mochis que sirvió de último refugio de “El Chapo”.
Expertos legales ponen en duda que Penn o Del Castillo enfrenten cargos por la reunión, especialmente si es vista como un trabajo periodístico, pero el experto Juan Velázquez dijo que podrían tener problemas si se descubriera la “financiación ilegal” de una eventual película por parte del capo.
El vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, se refirió a la reunión y, de forma indirecta, a Del Castillo al lamentar “que un ciudadano mexicano, cualquiera, teniendo información que permita la detención de un criminal como este u otro, no la comparta con las autoridades”.
Medidas extremas en la cárcel
El poderoso líder del cártel de Sinaloa se encuentra recluido ahora en la cárcel de El Altiplano, a unos 90 km de la Ciudad de México, la misma de donde se fugó de forma espectacular hace seis meses, a través de un túnel cavado debajo de su celda.
A la espera de que se resuelva su solicitud de extradición a Estados Unidos, el gobierno mexicano ha tomado medidas para evitar que Guzmán, que ya se fugó de otra cárcel de máxima seguridad en 2001 supuestamente escondido en un carro de la ropa sucia, lo haga por tercera vez.
Además de la detención de una docena de funcionarios del penal, el gobierno de Peña Nieto añadió nuevas cámaras de seguridad y puso rejas de metal en el suelo del penal para evitar la construcción de nuevos túneles.
Guzmán también será cambiado regularmente de celda en distintos pisos y tendrá un guarda frente a su espacio 24 horas al día, con una cámara que le enfocará, dijo la fuente del gobierno.
“Todas y cada unas de esas fallas fueron ya cubiertas”, dijo el alto funcionario.
Las mujeres en la vida del narco más sanguinario
Según los que lo conocen, las mujeres y el sexo son la debilidad de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, y por ellas ha sido capturado dos veces.
De hecho, los cuerpos especiales de la Secretaría de Marina y la Policía Federal mexicanas que lo reaprehendieron tenían como rutina vigilar los movimientos de su pareja más reciente. Una estrategia que les dio pistas para localizarlo.
En febrero de 2014, cuando fue recapturado por primera vez, “El Chapo” se encontraba con una de sus esposas y dos de sus hijas en el balneario de Mazatlán, Sinaloa.
Luego, en la segunda aprehensión, el sistema de inteligencia del gobierno mexicano detectó que iba a bajar de las montañas donde se encontraba para reunirse con su familia.
Y fue una mujer la que involuntariamente ofreció pistas para localizar su paradero, dijo la procuradora general de la República Arely Gómez. Se trata de la actriz Kate del Castillo, a quien “El Chapo” invitó a conversar en su escondite junto con el actor Sean Penn. Ambos artistas, especialmente del Castillo, fueron vigilados permanentemente en sus visitas a México.
Mascota delatora
Legalmente Guzmán Loera se ha casado tres veces, aunque en distintos momentos se le ha vinculado con varias mujeres. Por ejemplo la revista Proceso señaló, con base en su expediente carcelario, que “El Chapo” ha tenido 18 hijos con 7 esposas.
Los matrimonios que se le conocen son con Alejandrina Salazar, Griselda López Pérez y Emma Coronel. Con la última es padre de dos gemelas, por las que, según las autoridades, el capo tiene especial devoción.
El periodista Carlos Loret de Mola ha señalado, por ejemplo, que una de las pistas para ubicar a “El Chapo” cuando estaba prófugo fue la mascota de las niñas. Se trata de un mono llamado Botas, el cual fue visto por los militares que buscaban al capo dentro de un auto lujoso en Mazatlán. Supieron entonces que las hijas de Guzmán Loera estaban cerca y también su padre, a quien no le gusta separarse mucho tiempo de ellas.
Pero ésa no fue la primera vez que por una mujer se ubicó el paradero de “El Chapo”.
En febrero de 2012 la Policía Federal estuvo a punto de capturarlo en una mansión en el balneario de Los Cabos, Baja California. Guzmán Loera citó allí a una mujer a la que contrató por sus servicios sexuales. El capo se fue cinco minutos antes de que llegaran por él. La Procuraduría General de la República (PGR) reconoció que una filtración permitió la fuga.
En 2009, por ejemplo, el ejército mexicano localizó el que hasta ese momento fue el laboratorio de producción de drogas sintéticas más grande de la historia.
Se encontraba en la comunidad de Las Trancas, municipio de Tamazula, Durango, una zona montañosa de muy difícil acceso.
Allí vivía “El Chapo”, y en ese lugar citaba a sus acompañantes a quienes elegía de un catálogo con fotos y teléfonos de contacto. Y en la casa de Los Mochis, Sinaloa, donde se escondió antes de ser recapturado el 8 de enero pasado, los militares encontraron el recibo de una farmacia donde se compraron varios productos. Entre ellos, miles de pesos en medicamentos para mejorar el rendimiento sexual.
La primera esposa de “El Chapo” fue Alejandrina Salazar, con quien se casó en 1977. La familia de ella está vinculada con otro capo de las drogas, Héctor Luis Palma Salazar, “El Güero”, socio de “El Chapo”. Es el mismo caso de su última pareja, Emma Coronel Aispuro, quien es sobrina del fallecido Ignacio Coronel Villarreal, “El Nacho”, operador financiero del Cartel de Sinaloa.
Otra de sus mujeres, luego asesinada, fue Zulema Hernández, quien fuera su pareja en el tiempo que permaneció en la prisión de Puente Grande, Jalisco, de la que se fugó por primera vez el 19 de febrero de 2001. Hernández era interna de la cárcel en el área de mujeres. Ella visitaba con frecuencia a Guzmán Loera y de hecho fue su compañera sentimental por varios años.
Hernández fue asesinada en diciembre de 2008. Las autoridades culparon del crimen al cartel de Los Zetas, enemigo de “El Chapo”. Fuente: La Nación