Será una complicación hasta fin de año, pero cuando las obras finalicen, los resultados hablarán por si solos. Esto es lo que espera la municipalidad de Ciudad que continúa con el proyecto Centralidad, que contempla en sus etapas, la reparación y puesta en valor de calles del microcentro mendocino.
Uno de las obras más llamativas, al menos por el flujo de personas que tiene, es el cruce de peatonal con calle San Martín y Garibaldi.
Allí, las esquinas están cerradas por altas vallas que ocultan las obras que se están llevando tras ellas.
Pablo (29) pasa todos los días por esta esquina, ya que trabaja al lado de un local de telefonía, y opinó que es una obra muy interesante.
“Por esa esquina pasa mucha gente y las veredas lógicamente se van deteriorando. Aunque creo que deberían revisarse otras partes de la ciudad, y especialmente la calle San Martín, ya que tienen tapas de acequias hundidas y deformadas que muchas veces producen inconvenientes entre los peatones”, dijo el mendocino.
En tanto, una kiosquera de calle Garibaldi que prefirió reservar su nombre, dijo que no ha tenido inconvenientes de ningún tipo, aunque durante las horas de labor “el ruido es molesto, pero entiendo que hay que tener paciencia porque están mejorando las calles”.
Otra fisonomía
Según explicaron desde la Municipalidad de Ciudad, Centralidad es la denominación que se le dio a esta gran obra que intenta cambiar la fisonomía de las ciudades asemejándose a aquellas modernas e inteligentes.
Está enmarcada dentro del plan de reformas urbanas y consiste en la intervención integral del cuadrante de la Ciudad conformado por las calles Godoy Cruz, Colón, Belgrano y San Juan, en el que se renovarán veredas y calles priorizando al peatón, mejorando sustancialmente la calidad del espacio público.
Para ello se proveerán espacios de estacionamiento para personas con movilidad reducida por cuadra, se realizarán trabajos de soterramiento de cableado. Por último, se colocará una nueva estación de bicicletas inteligentes y se revitalizarán las acequias tradicionales de la ciudad con piedra bola.
En una primera etapa, que tendrá un valor de 31 millones de pesos y que esperan que finalice en diciembre de este año, es la que se está realizando actualmente. La obra está centrada en mejorar las condiciones generales de los peatones. Así lo explicó Mario Isgró, secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente de la municipalidad comandada por Rodolfo Suárez.
“La intención es poner en valor las veredas y los espacios por donde la gente cruza. Por eso vamos a ensanchar las esquinas, reduciremos distancias de cruce y mejoraremos la visión que tiene el peatón porque muchas veces hay autos estacionados que impiden ver si viene algún conductor circulando”, describió Isgró. Además, dijo que se colocarán bolardos para proteger a quienes caminan por las aceras.
En esta etapa, la empresa encargada de las obras, Ceosa, pondrá foco además del mencionado en avenida San Martín, en las calles Mitre, desde Colón hacia el norte, de Montevideo hasta Colón, en el templo del Sagrado Corazón (Jesuitas). Ninguna de estas calles se encuentra cortada, ya que los trabajos son sobre las veredas y acequias, aunque la circulación vehicular es restringida.
Isgró explicó que en una segunda etapa, cuya licitación está pronta a salir, se trabajará en las 64 manzanas que componen la ciudad refundada e ideada por Julio Balloffet en 1863 luego del terremoto que ocurriera dos años antes. “El monto total de la obra costará 320 millones de pesos”, informó el funcionario del municipio capitalino.
Preocupados y conformes
Fernando, de 34 años, por su parte dijo que habitualmente camina el centro mendocino y que al llegar a esta tradicional esquina, también conocida como kilómetro cero de la ciudad (aunque formalmente el verdadero km0 es en San Martín y Colón), se sorprendió por el vallado.
“He visto las obras, me llamó la atención porque te obliga a cruzar por cualquier lado aunque hayan puesto una pasada. Desde mi punto de vista no creo que haya que arreglar justamente este punto. Va a generar muchos inconvenientes, como lo que pasa en Gutiérrez y España”, remarcó el joven.
En tanto, Martín (20) que también trabaja en los alrededores, señaló que son obras que hay que hacerlas alguna vez, y más que se trata de un punto que independientemente de la época del año, siempre va a estar lleno de gente.
“El tema es que no veo como una alternativa cómoda la forma en que han hecho el by pass para que la gente pueda caminar por el lugar. Más teniendo en cuenta que la semana que viene empiezan las vacaciones y está a metros de un informador turístico. El tránsito suele ser caótico en esa esquina -los peatones ni siquiera respetan los semáforos-, y ahora obligan a los peatones a que caminen por un sector de la calle improvisado como vereda”, dijo Martín.
