Los edificios comienzan por los cimientos. Es el caso del que va a levantarse en el denominado "pozo de Maristas", entre las calles Don Bosco, San Martín y Alem, aunque con la salvedad de que esas fundaciones se hicieron hace casi 20 años. Después vino el silencio y el abandono en la zona.
Ahora, por fin, la postergada mole prometida para esta manzana vacía en pleno centro de Mendoza empieza a ver la luz. Ingresando por una abertura en la empalizada en calle Alem, se observa un gran movimiento de excavación y retiro de tierra y materiales.
En el lugar, el grupo inmobiliario Corrientes Palace desarrollará un gran centro comercial, que prevé ejecutar 75.000 m2 en una etapa inicial.
De ese total, unos 30.000 m2 corresponderán al subsuelo y las cocheras y el resto será parte del proyectado shopping (unos 45.000 m2).
Sin embargo, el proyecto definitivo sumará la friolera de 112.600 m2, que es la superficie final que sumarán la galería comercial, los estacionamientos y las torres de departamentos y oficinas -con una altura aún no definida-, que es la posibilidad de continuación y conclusión que tiene el megaproyecto de los dueños de Patio Olmos, en Córdoba.
La obra remediará uno de los grandes vacíos o "agujeros negros" que tiene la ciudad, con una profundidad de 6 metros y que ha deprimido esa parte del centro.
El shopping, que será lo primero que se haga, tendrá tres pisos, más la planta baja, mientras que el subsuelo será destinado a la ubicación de vehículos.
Toda la obra se desarrollará en un terreno de 10.000 m2, es decir una hectárea, y de acuerdo a los representantes de la firma, la ejecución del centro comercial concluirá en 2015.
El volumen de los metros cuadrados que se ejecutarán transformará a la obra en la de mayor dimensión del centro. Por ejemplo, el Sheraton, a pocos metros de este nuevo emprendimiento, sumó 35.531 m2, con 19 pisos de altura. Si los valores se mantienen, el shopping y los demás edificios, cuando todo esté terminado, triplicarán a la construcción del hotel de calle Primitivo de la Reta.
En tanto, el proyectado supermercado de la cadena Coto, que se según se anuncia será levantado en la Cuarta Oeste, sobre la calle Perú, estima desarrollar 80.000 m2 cubiertos.
Nuevos cimientos
Actualmente, la empresa Parisi está sacando los restos de cimientos de un proyecto anterior trunco, y además está profundizando la excavación con el objetivo de llegar a los 10 metros, cuatro más de los seis que tenía el lugar en el momento de iniciarse los trabajos.
Esto es así porque se construirán tres niveles en el subsuelo, destinados a cocheras, para estacionar 900 automóviles, 300 por piso.
A diario se observa el ingreso de grandes camiones batea en el predio, para retirar el material, con una capacidad de carga 36 m3. Por jornada salen cargados unos 12 camiones, que trasladan los restos de concreto y tierra a diferentes destinos para relleno, pero especialmente a la ampliación del Parque General San Martín, detrás del Liceo Agrícola.
Además de los rodados de carga, se están utilizando en el foso un martillo neumático, una excavadora y una cargadora.
Todavía están en pie y pronto serán erradicadas 24 columnas de fundación de la malograda obra anterior, demolición que también será realizada por la firma Parisi, empresa que en 1994 redujo a escombros la antigua sede del colegio Hermanos Maristas, hoy en El Challao.
El personal afectado en esta parte de la tarea trabaja todos los días hábiles y también sábados y domingo. Y planean concluir en unos cuatro meses.
En todo el perímetro se observan submuraciones, que es el recurso técnico para evitar que peligre la estabilidad de los edificios vecinos, que son casas de familia, un banco y negocios de diferente rango. También se hará esta protección -submuración- cuando se alcancen distintas profundidades del nuevo foso, para brindar seguridad y evitar desmoronamientos.
Como son varios los ingresos que hacen los camiones de carga a la obra, se agrava el congestionamiento de tráfico vehicular en la ya saturada calle Alem. De todos modos y para mitigar los contratiempos, personal de control de la obra toma los recaudos cortando la circulación.
Cuando empiece la obra propiamente dicha, la Municipalidad de Capital exigirá a la constructora que todo el movimiento de carga y descarga se haga dentro del predio. Sin embargo, es innegable que el operativo de construcción de una estructura tan voluminosa generará diversas dificultades en ese sector de la ciudad.