En un contexto de no muchas obras viales en la provincia, es de esperar que pueda materializarse, aunque sea por etapas, la proyectada vía de comunicación en paralelo al Corredor del Oeste, que empezó a ejecutar el municipio de Godoy Cruz.
Esta nueva traza, de 6 kilómetros de extensión, tendrá su recorrido desde la rotonda ubicada detrás del barrio Palmares (el límite entre Luján de Cuyo y Godoy Cruz) y conectará uno de sus brazos con el Corredor del Oeste; a la vez se construirá una nueva salida que vincule con la calle Perón norte. El recorrido continuará por Perón detrás del barrio La Estanzuela, hasta conectar con el bulevar San Vicente y desde allí hasta la arteria San Francisco de Asís, llegando de esa manera al Parque General San Martín.
En buena medida el proyecto se afianzará sobre la actual traza de la calle Presidente Perón, que cruza el barrio La Estanzuela, y luego coincidirá sobre las actuales Chuquisaca y San Vicente.
La intención es buscar una mejor conexión entre Luján de Cuyo, la ciudad capital y hasta Las Heras. Hay que recordar además que en el futuro se anexará la vinculación entre la ruta provincial Nº 10 (calle Juan José Paso) con el tramo IV del Corredor del Oeste.
El operativo vial podría terminarse en marzo o abril de 2020, de no mediar contratiempos en su ejecución, y demandará una inversión estimada de 215 millones de pesos.
Como aclararon los técnicos municipales, no se tratará de una autopista propiamente dicho sino una avenida que permitiría desarrollar, de mediar la responsabilidad de los conductores, una velocidad de circulación de unos 60 km/hora. Todavía falta decidir si dispondrá de una pequeña banquina o calle lateral o colectora.
La bautizada como autopista urbana del oeste tendrá dos carriles por mano, disponiendo en el medio de una separación con bloques de hormigón del estilo 'New Jersey'.
Como se recordará en la década del '90 se hablaba, en atención al aumento del tráfico vehicular mendocino, un anillo de circunvalación por el pedemonte de sur a norte y en el sentido inverso, que finalmente no se ejecutó. Ahora disponemos del Corredor del Oeste, que en la actualidad se utiliza intensamente, pero que resulta riesgoso por su angosto trazado, excesos de velocidad de ciertos conductores y saturación de automotores en determinados horarios y puntos de su recorrido, como por ejemplo en la intersección de Montes de Oca y Carola Lorenzini, donde se han construido costosas pasarelas elevadas. Para más adelante y cuando se inauguren diversos barrios privados actualmente en ejecución, esa vía que lleva el nombre de Presidente Juan Domingo Perón podría colapsar. En el presente y en cualquier jornada laboral de lunes a viernes, recibe un flujo de alrededor de 4.000 vehículos.
Entonces estamos frente a una de las obras más importantes de los últimas dos décadas realizadas por el municipio de Godoy Cruz (60% del costo lo afronta la Municipalidad y 40% la Provincia), y que tenderá a mejorar la circulación vehicular del Gran Mendoza por el oeste. Pero, indudablemente no es la solución final para el grave problema de saturación de las vías de comunicación existente, y por eso el Gobierno provincial tendrá que planificar y llevar a cabo en el tiempo más corto posible una ruta que absorba el tránsito que en un tiempo perentorio se desplazará por la zona con motivo de la inauguración de nuevos hábitats residenciales.