El presidente Barack Obama canceló su viaje a la cumbre de la APEC en Indonesia por la parálisis presupuestal en el Congreso en Washington, en donde el tono sube entre demócratas y republicanos.
"Debido a la parálisis de servicios, el viaje del presidente Obama a Indonesia y Brunei ha sido cancelado", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
"El presidente tomó esta decisión a causa de las dificultades para realizar la gira ante la parálisis gubernamental y su determinación de continuar presionando para que los republicanos habiliten una votación inmediata para reanudar las actividades", agregó.
El secretario de Estado, John Kerry, presidirá la delegación a ambos países en lugar del mandatario, que debía partir hoy y quien hizo de sus relaciones con Asia una prioridad desde que asumió en 2009.
Analistas políticos habían estimado que un viaje de Obama podría brindar ocasión a sus enemigos republicanos para acusarlo de dar más importancia a la escena internacional que a atender sus obligaciones en casa.
No obstante, también habían advertido que la ausencia de Obama en Asia podría dañar los intereses de Washington en esa región, permitiendo a competidores como China argumentar que EEUU no es un socio confiable.
Una pulseada sin ganadores
La parálisis de servicios públicos que comenzó el martes dejó parados y sin sueldo a 800.000 funcionarios del Estado, alrededor de 43% del total, según estimaciones privadas.
El Congreso, controlado a medias por demócratas y republicanos, no llega a un acuerdo que permita aprobar un presupuesto y el Estado federal no puede funcionar sin esa ley.
"No hay ganadores cuando las familias no tienen certezas sobre si recibirán sus salarios o no", dijo Obama en la Casa Blanca.
"Nadie gana. Ese es el punto. Debemos superar esto lo antes posible", añadió Obama, que realizó un inusual paseo: junto con el vicepresidente Joe Biden y rodeados de agentes del servicio secreto, caminaron por la avenida Pennsylvania, frente a la Casa Blanca hasta una tienda de venta de sandwiches que ofrece 10% de descuento a empleados públicos de vacaciones forzadas.
"Este cierre (shutdown, como se conoce a este bloqueo en inglés) podría terminar hoy", dijo Obama a reporteros y llamó al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, a permitir que se vote sobre un presupuesto.
"¡Esto no es un maldito juego!", dijo un enojado Boehner a periodistas, luego de que un responsable del gobierno, bajo anonimato, fuera citado por el diario The Wall Street Journal señalando que estaban "ganando" la batalla contra los republicanos en esta crisis.
La opinión pública, según las encuestas, responsabiliza en más del 70% a los republicanos por la parálisis.
Obama dijo el jueves que Boehner busca complacer a los extremistas de su partido.
El presidente se ha negado a negociar con los republicanos bajo condiciones como la de establecer recortes al presupuesto de la ley de salud -el principal logro del mandatario- aprobada en 2010 y refrendada por la Corte Suprema.
Los republicanos amenazan por su parte con atar a esta negociación presupuestal la autorización para que EEUU emita más deuda.
Sin acuerdo que permita aumentar el tope legal de endeudamiento del país, EEUU podría entrar en moratoria por primera vez en su historia.
El tope de endeudamiento, que se alcanzó en mayo, es de 16,7 billones de dólares, y el déficit mensual ronda los 60.000 millones de dólares que deben ser obtenidos en los mercados financieros.