El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó ayer por la noche a Sudáfrica para una visita histórica a ese país, donde el grave estado de salud del héroe de la lucha contra el apartheid, Nelson Mandela, mantiene en vilo a la nación.
"En comparación con cómo estaba hace unos días, hay una gran mejoría, aunque clínicamente sigue sin estar bien", declaró ayer su ex esposa, Winnie Madikizela-Mandela, dando un poco de esperanza a los sudafricanos.
El gobierno confirmó por su parte que no está previsto que Obama visite a Mandela, de 94 años, en el hospital de Pretoria donde está ingresado desde el pasado 8 de junio por una recaída de su infección pulmonar.
"Veremos cómo está la situación cuando aterricemos. No necesito una foto con él. Lo último que quiero es ser inoportuno en momentos de preocupación familiar", dijo Obama a los periodistas a bordo del avión presidencial. El Air Force One aterrizó en una base militar de Pretoria.
Mientras, ayer decenas de periodistas de todo el mundo y sudafricanos de todo el país se congregaban frente al Hospital Mediclinic Heart de Pretoria.
"Pensé que tenía que venir a ver lo que pasa y también para dejar un mensaje en el muro del hospital. Mandela nos enseñó a perdonar, es nuestro héroe y nuestro padre", dijo Sikelela Dube, un estudiante de 23 años.
Un periodista fue detenido por hacer volar sobre el hospital un pequeño helicóptero teledirigido que llevaba una cámara.
Al iniciar su gira africana, Obama rindió un vibrante homenaje el jueves en Dakar a aquél que fue, al igual que él, el primer presidente negro de su país y premio Nobel de la Paz en 1993.
Mandela "es un héroe para el mundo", declaró Obama durante una conferencia de prensa en la capital senegalesa. "Cuando se vaya de este mundo, todos sabremos que su legado es uno de los que perdurarán en el tiempo", añadió.
Obama se entrevistará con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, y visitará el célebre barrio de Soweto en Johannesburgo antes de viajar mañana a Ciudad del Cabo.
El presidente estadounidense visitará también Robben Island, donde Mandela -el detenido más célebre de esta prisión- pasó 18 de los 27 años en los que estuvo preso. Se trata de una nueva etapa simbólica en la gira de Obama, que visitó el jueves la isla de Gorea, frente a Dakar, símbolo de la trata de esclavos.
En Robben Island, Mandela pasó varios años picando piedras y respirando el polvo que dañó para siempre sus pulmones.
Activistas propalestinos, opositores al uso de drones estadounidenses, activistas del partido comunista sudafricano y sindicalistas, tienen previsto manifestarse durante la visita del presidente de EEUU.
Además, medio centenar de estudiantes musulmanes se reunieron ayer por la tarde frente a la embajada de EEUU en Pretoria para protestar contra la visita del presidente estadounidense.
Ayer el hospital señaló una leve mejoría de Mandela, confirmada por su ex esposa.