La misteriosa explosión de un cohete de SpaceX el mes pasado dio lugar a un raro encuentro "cordial" entre personal de la firma espacial de Elon Musk y de su eterno rival United Launch Alliance (ULA), según The Washington Post.
En la investigación del incidente, ocurrido a inicios de setiembre, trabajadores de SpaceX encontraron algo sospechoso que querían comprobar, dijo el diario estadounidense, citando a tres trabajadores de la industria conocedores de lo ocurrido.
El pasado 1 de setiembre, un cohete Falcon 9 de la firma espacial SpaceX estalló durante una operación de llenado de combustible, una prueba rutinaria que es conocida como "de fuego estático", en Cabo Cañaveral, Florida (sureste de Estados Unidos). Nadie resultó herido en la explosión.
El accidente ocurrió poco más de un año después de la primera explosión que sufrió la firma, el 28 de junio de 2015, cuando un cohete estalló minutos después de despegar con una cápsula Dragon cuya carga, destinada a la Estación Espacial Internacional (ISS), se perdió por completo.
SpaceX, según el diario, tenía imágenes obtenidas de un video en las que se podía ver una sombra, y luego una mancha blanca en el tejado de un edificio cercano perteneciente a ULA, una empresa conjunta formada por Lockheed Martin y Boeing.
Como consecuencia del hallazgo, un empleado de SpaceX visitó las instalaciones de ULA en Cabo Cañaveral y solicitó acceso al tejado de un edificio de ULA con vistas cercanas a la plataforma de lanzamiento de SpaceX.
En la visita -que según el periódico tuvo un carácter cordial, no acusatorio-, el personal de ULA negó el acceso, pero notificó al Ejército del Aire, que inspeccionó el tejado y no encontró nada relacionado con la explosión.
Antes de la explosión de setiembre, SpaceX, fundada en 2002, había logrado realizar 18 lanzamientos exitosos del Falcon 9, entre ellos seis de las 12 misiones de abastecimiento planeadas para la ISS, en el marco de un contrato con la Nasa de 1.600 millones de dólares.
Musk, un empresario multimillonario que alcanzó la fama como cofundador del servicio de pago en línea PayPal, quiere revolucionar la industria de los lanzadores haciendo que los componentes de los cohetes sean reutilizables.