A pesar de los esfuerzos del Gobierno por descomprimir el mercado, el blue sigue subiendo y rompiendo récords. En la tarde de ayer, el dólar paralelo alcanzó los $ 14,15 en Mendoza ($ 14,20 en Buenos Aires), registrando una nueva marca histórica desde el inicio del cepo en octubre de 2011 hasta hoy.
Durante todo agosto la tensión post default ha ido en ascenso y se ha librado una “batalla” entre el Gobierno y los grandes actores privados de la economía argentina alrededor del blue.
Por un lado está el Banco Central (BCRA), que usa sus armas para atraer inversores y desalentar el interés por el dólar. Por el otro, los inversores y exportadores, que especulan con las expectativas de devaluación.
La cotización récord del dólar evidencia que por ahora el BCRA no ha logrado llevar calma al mercado, pero los expertos aseguran que aún tiene margen para actuar.
Todo a partir del default
El fracaso en las negociaciones del Gobierno nacional con los fondos buitres fue el detonante de la suba del blue. Más allá de si hubo o no voluntad de pago por parte del Estado, el incumplimiento determinó el default y dio un giro en las expectativas sobre el comportamiento del dólar.
El economista Raúl Mercau explicó cómo la tensión se canalizó en la suba del blue. “Las estadísticas macroeconómicas demuestran que Argentina está gastando más de lo que produce, incrementando su déficit fiscal. Para mantener ese ritmo de gasto, debería buscar respaldo en el mercado financiero internacional, pero esa posibilidad se cerró cuando cayó en déficit. Por tanto, para financiarse deberá vender reservas en los próximos meses”, explicó.
En ese punto es donde comienza la especulación. “Al verse obligado a vender reservas, se prevé que aumentará mucho la demanda de dólares para los últimos meses del año y, por tanto, subirá el precio de la divisa extranjera. El mercado hace esa lectura y compra dólares hoy, esperando que suba en el corto plazo y así hacer su ganancia. Ese interés repentino por el dólar, a su vez, incrementa su valor”, señaló Mercau.
Según estadísticas oficiales, en agosto el BCRA ya perdió U$S 407 millones de reservas. Un agravante de esta situación es la decisión de diferentes actores del sector exportador de no liquidar sus divisas, a la espera también de una futura devaluación.
El contraataque del BCRA
Para liberar la tensión sobre el dólar, el Banco Central ejecuta dos acciones en paralelo. Una de ellas consiste en hacer pequeñas microdevaluaciones que compensan el atraso del dólar y diluyen las expectativas de devaluación futura. Por eso se observó una suba de 14 centavos en la cotización del dólar oficial mayorista en los últimos siete días, cerrando ayer en $ 8,42.
De forma simultánea, el BCRA subió un punto porcentual las tasas de interés de las Lebacs (Letras del Banco Central), quedando en 26,86% a 98 días y en 27,37% a 112 días. Así, busca atraer la intención de los inversores, desviando la atención sobre el dólar y sacando pesos del mercado.
Estas medidas, sin embargo, no han dado resultado por el momento. El economista Sebastián Laza, aseguró que “el mercado considera que las correcciones no son suficientes y exige más devaluación y tasas más altas”.
Para el experto, sólo tasas que oscilen entre un 28% y un 30% y un dólar oficial a $ 8,60 lograrían calmar la tensión sobre el blue.
También dejó su opinión Daniel Garro, economista y titular de Value International Group. Desde su punto de vista, las medidas del BCRA no han visto resultados positivos “porque el problema se centra en la alta emisión monetaria que ejecuta el gobierno para cubrir el déficit fiscal 2014”.
“Las estimaciones muestran que emitirá unos $ 180.000 millones en todo 2014 para cubrir un déficit fiscal que sin dibujos será de alrededor de los $ 230.000 millones. Esta situación, la estanflación y ahora el default, han disminuido mucho la demanda de pesos, con lo cual el proceso se acelera y con ello la desconfianza”, indicó Garro.
En relación a los recursos utilizados por el BCRA, el economista agregó que “frenar la suba del dólar con suba de tasas y torniquete monetario, financiero y cambiario, sólo profundiza la recesión y podría acelerar la estanflación”.