Tras la renuncia de la cúpula de la Policía Federal, el comisario mayor Néstor Roncaglia fue designado al frente de esa fuerza. Como subjefa fue nombrada la comisario general Ester Mabel Franco, que se convirtió en la primera mujer en llegar a ese cargo.
Roncaglia, quien desde 2012 era jefe de la superintendencia de Drogas Peligrosas de la Federal, asumirá en lugar de Román Di Santo. Franco se desempeñaba en la superintendencia de Asuntos Internos.
Di Santo dejó ayer su cargo. Adujo que su alejamiento se debía a “razones personales”, aunque su renuncia se da apenas 48 horas después de que por televisión Elisa Carrió dijera que había “ensuciado el crimen (del fiscal Alberto) Nisman”.
Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, el flamante jefe de la Federal es un abogado con posgrado en derecho constitucional y derecho procesal penal, especialista en grandes organizaciones de narcotráfico.
Desde 1992 se encuentra dentro del área de investigación e inteligencia criminal de la Federal. Además, realizó cursos de especialización sobre combate al tráfico de drogas en la DEA, y se capacitó en Bolivia, Colombia y Perú.
En junio de 2013, cuando estacionaba su camioneta al frente de su vivienda en Olivos, Roncaglia fue sorprendido por un hombre armado. Hubo un tiroteo y fue herido. Para la Justicia, se trató de una típica “entradera”.
Por su parte, Franco se encontraba al frente de Asuntos Internos también desde 2012. Al igual que Roncaglia, es abogada.
Casada y con dos hijas, ingresó a la fuerza en 1975, a los 19 años, al igual que otras 150 mujeres que terminarían la carrera en la entonces Escuela “Ramón Falcón”, cuando todavía no había escalafones femeninos. Franco, que estudiaba para ser maestra jardinera, se decidió a convertirse en policía tras la muerte de su padre.
En 1994, convocó a una División para trabajar con las víctimas de violencia sexual. En esta línea, supo estar al mando del Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual.