La propuesta fue asesorada por el Arq. Emilio Piñeiro y utilizó como premisa de diseño un sistema constructivo compuesto por una estructura metálica modulada con papelería exterior tipo panel sandwich y divisiones interiores de placas durlock. Este centro oncológico infantil surge a partir de una investigación previa realizada en el área sanitaria infantil a nivel provincial y nacional. Se pudo determinar a partir de la misma la alta migración de casos desde otras provincias y por lo tanto, que la cantidad y complejidad de los centros existentes en el Interior del país resultan insuficientes.
Las arquitectas manifestaron: "Todo esto nos llevó a concluir la urgente necesidad de contar con un centro oncológico infantil a nivel regional, que abarque las provincias de la Rioja, San Luis, Mendoza y Neuquén, el mismo, como se planteó desde un principio trabajará en conjunto con el hospital infantil Dr. Humberto Notti".
Se desarrolló un programa partiendo principalmente del número de casos (234 niños), dando por resultado un pabellón de oncología, oficinas administrativas, puestos de hospital de día, consultorios, camas de internación, enfermería correspondiente, salas de espera y diferentes servicios para el mencionado Centro.
Las jóvenes agregaron además que "nuestro proyecto busca dar respuesta a una necesidad real a partir de la arquitectura, teniendo como base dotar al hospital de espacios que no tiene. Generar ambientes que promuevan sentimientos de aceptación y motivación a través de colores vivos. Incentivar en estos lugares para el juego y la contención espacial. También se buscó incorporar la escala humana, atendiendo principalmente al niño (contención). Se generaron salas individuales permitiendo la privacidad y comodidad de los chicos y se diferenciaron las circulaciones pública y técnica. De esta manera, a través de estructuras moduladas y pautas de arquitectura se tuvo en cuenta su entorno, orientaciones y funciones".
La idea generadora
La idea parte de dos volúmenes que se interceptan, siguiendo siempre proporciones y líneas guías del hospital tanto en planta como en alzado y buscando priorizar los aportes de espacios exteriores al mismo.
En la intersección de estos volúmenes se encuentra el núcleo vertical de instalaciones, que es a su vez el núcleo rígido estructural del proyecto y un ordenador funcional, ya que por delante de él se ubican las áreas de internación (priorizando para éstas orientaciones norte) mientras que por detrás y a su vez en altura, se ubican las áreas de tratamiento y espacios polivalentes, privilegiando en este caso las orientaciones oeste y este.