Existe una Nueva York para cada ser humano que intenta descubrirla. Tantas formas de abordarla como almas curiosas la caminan todos los días.
El encanto de los barrios más allá de sus hitos turísticos, las calles donde se refugian los neoyorquinos y el ritual de un café sin prisa, esperan pacientemente que los millones de visitantes que recibe por minuto esta ciudad sosieguen su prisa y su sed de verlo todo para revelar sus otras muchas versiones. Cualquiera sea el camino elegido, revelará un hallazgo
Al sur de la calle 34 y al oeste de Broadway, se agrupan Chelsea, el Village, Garmency District, Flatiron District, el Soho, Tribeca y Meatpacking District. Mi Nueva York favorita se circunscribe a este rosario de barrios vecinos ubicados al sudoeste de Manhattan que concentra un sinfín de propuestas para perderse en sus calles, recorrer mercados y calmar la voracidad del shopping en un laberinto que siempre arroja a rincones increíbles. Sin mapa, sin tiempo y sin lista de obligaciones. Con la tranquilidad de que a Nueva York siempre se podrá volver por primera vez.
Comprar y comer en los mercados
La urbe se anticipó hace años a la fiebre que trajo de regreso los mercados como nuevos núcleos de consumo gastronómico. La Grand Central Terminal es una parada obvia para el turista que pisa por primera vez este destino. Sin embargo, muy pocos conocen el tesoro escondido de la mítica estación de trenes: el Grand Central Market, un mercado boutique que ofrece "Magnificent food at every turn".
El oeste de la Isla, se encuentra el que fuera el edificio de la National Biscuit Company -donde fueron creadas las galletas Oreo- que alberga hoy el Chelsea Market. Una construcción totalmente reciclada en Meatpacking District contiene un patio de comidas, un centro comercial y hasta una planta de televisión.
Almorzar langosta y disfrutar de un cannoli italiano o un gelatto artesanal mientras uno se pierde en las góndolas de los distintos locales entre sales del Himalaya, azafrán español y especias marroquíes es un buen programa para la hora del mediodía.
Eataly es un Marketplace ubicado frente a Madison Square Park, a pocos pasos del Flatiron Building. Es el edén de los foodies: una cafetería con pastelería maravillosa, un mercado donde se puede comprar burrata italiana, trufas, frutos de mar o panificados, entre una inmensa variedad de productos frescos. Un patio de restaurantes con diversas especialidades que invita a disfrutar de una pausa y desear quedarse a vivir ahí. Cualquier horario es bueno para ir y recorrerlo tranquilo.
El Union Square Farmers Greenmarket probablemente haya sido el precursor de los mercados orgánicos que hoy florecen en espacios abiertos alrededor del mundo. Una tradicional feria de productores locales, donde se puede comprar desde flores, frutas y verduras hasta chutneys y mermeladas caseras, panadería y pastelería o lanas teñidas con pigmentos naturales. Sencillo y artesanal -nada sofisticado-, convoca a neoyorquinos y turistas cuatro veces por semana en Union Square.
En la esquina más concurrida del Soho se encuentra Dean & Deluca: Productos gourmet de todo el mundo que incluye desde vainas de vainilla de Madagascar, quesos franceses y pastas secas italianas, hasta dulce de leche argentino, y un bazar con utensilios y regalos para la mesa o la cocina.
Es un mercado moderno y sofisticado donde se puede comprar todo tipo de ingredientes o comida fresca para llevar.
Es el lugar ideal para comer al paso en la barra o comprar insumos para un picnic en Washington Square Park, donde descansan los alumnos de la New York University y es muy probable encontrar algún pianista o saxofonista musicalizando el lugar, que queda muy cerca de esta sucursal.
Gastronomía de película
Una de las particularidades de Nueva York es el impacto que genera encontrarse en una ciudad que uno ya visitó cientos de veces a través de películas y series de TV. Restaurantes o cafeterías que abrazaron escenas memorables que nos hicieron soñar, están abiertos al público y a veces hasta pasan desapercibidos en medio de la inagotable oferta que propone la ciudad.
En otros casos, rincones donde uno disfruta tranquilamente de su hamburguesa, Adrien Brody o Woody Allen esperan por una mesa, como suele suceder en Balthazar, el bistró americano con reminiscencias francesas de moda en el Soho.
Después, se puede ir por un cronut a Dominique Ansel Bakery, una pastelería que alcanzó la fama gracias a su invento que combina las clásicas donuts y croissants en un bocado dulce, hoy una parada imperdible en el barrio.
Pastis en Meatpacking District es un bistró chic, pero además fue el elegido por Carrie Bradshaw y sus amigas en Sex and the City para el brunch de los domingos o por Miranda Priestly en El Diablo Viste a la Moda para cenar.
En el Village, Magnolia Bakery es un paraíso para los golosos por sus míticos puddings y tortas artesanales, pero las más románticas querrán disfrutar de su tradicional cupcake en el mismo banco de la vereda donde Carrie y Miranda charlaban y tomaban su café. En las cercanías de Garmency District, sobre Park Avenue, se encuentra una de las dos sucursales de Brasserie Les Halles, el restaurante del famoso chef Anthony Bourdain, donde se puede comer foie gras, sopa de cebollas y otras delicias francesas al estilo americano.
Tribeca -que significa Triangle Below Canal Street- es un barrio que conserva su estilo distendido, sin aglomeraciones ni embotellamientos, que cobró protagonismo luego del 11 de Setiembre del 2001 debido a su proximidad geográfica con el Groud Zero.
Robert De Niro es el embajador natural del lugar que lo vio nacer -hoy poblándose de diseñadores internacionales y turistas-, fundó allí su productora de cine y desde el 2002 organiza anualmente el Tribeca Film Festival. El actor abrió la parrilla Tribeca Grill y es socio creador del mejor restaurante de comida japonesa de la ciudad, Nobu.
En el año 2008 estrenó el hotel The Greenwich, con habitaciones frente al río Hudson, y el restaurante Locanda Verde, que ofrece cocina de base italiana, pastelería y brunch los domingos. No es extraño encontrar al actor leyendo los diarios allí o cruzárselo saludando a los vecinos.
Compras & consumo
Miles de webs y blogs alrededor del mundo y en todos los idiomas sugieren al turista desprevenido tomar tours que requieren días enteros para hacer compras en los famosos outlets de las afueras de Nueva York.
La opción de viajar hasta Nueva Jersey se justifica para quienes llevan a la Gran Manzana el shopping como prioridad más que como una alternativa de paseo. Lo cierto es que en Manhattan hay opciones para comprar mucho y gastar no tanto, evitando las aglomeraciones de gente revolviendo mesas de "sales" o eternas colas en los probadores en un entorno sin el encanto de las calles neoyorquinas. Es factible comprar a buenos precios sin salir de la isla y sin necesidad de gastar fortunas en las suntuosas tiendas internacionales del downtown.
Garmency District es el barrio de todas las posibilidades. Sobre la calle 34 y Broadway, a la altura de Herald Square, donde se dividen el lado este y oeste de la ciudad, se encuentran alineadas todas las tiendas como Zara, Gap, Uniqlo, H&M, Victoria's Secret, Banana Republic o Forever 21, entre otras miles.
A pocos pasos, con entradas por Broadway y la Séptima Avenida, está Macy's, tienda departamental que comparte el podio de las más grandes del mundo con Harrods en Londres y Galeries Lafayette Haussmann en París.
Se puede comprar desde ropa, calzados, juguetes y artículos de decoración hasta muebles, electrónica y cosmética importada con increíbles descuentos y liquidaciones en marcas como Calvin Klein, Desigual, Ralph Lauren, Tommy Hilfiger, Lacoste, Hugo Boss, entre otras, y todas las marcas de deportes. En Macy's entregan a los turistas que van con su pasaporte hasta el entrepiso, un descuento adicional del 10% válido por 30 días en todas las compras, excepto cosmética y electrónica.
Hay que revisar los percheros y las etiquetas, muchas veces remarcadas con más de tres descuentos en prendas discontinuas. La tienda tiene un patio de comidas, varios Starbucks, su propio Mc Donald's y góndolas con chocolates y delicatessen importadas.
Las mismas cadenas de marcas internacionales se encuentran en el Soho, sumadas a otras exclusivas como Stella Mc Cartney, un local imponente de Adidas Originals y una sucursal del Apple Store, donde es posible probar todos los equipos, chequear mails o hacer uso de wi-fi gratuito desde cualquier dispositivo, propio o del lugar.
En la Quinta Avenida a la altura de las calles 16 a 23, más sucursales de estas tiendas y una enorme de la librería Barnes&Noble, enormes pisos repletos de títulos de todo el mundo, discos, dvds, juegos didácticos, libros electrónicos y otras curiosidades. Una tienda para no perderse es Anthropologie, con sucursales en el Soho, en el Chelsea Market y en la Quinta Avenida y calle 16.
Piezas originales de ropa, zapatos, caprichos para la casa, libros y accesorios en un entorno estético entre romántico y hippie chic, inigualable. En los diferentes locales siempre hay alguna sorpresa: un mercado pop up, pastelería conmemorativa de alguna fiesta, promociones o descuentos por el día. La mayoría de las tiendas en todos los barrios tienen percheros, mesones y racks de liquidación.
Un imperdible: la bici es una opción nueva para conocer la Gran Manzana. Desde junio de este año hay paradas Citi Bike en todos los barrios de Manhattan, donde se puede alquilar un rodado por U$S 9,95 y recorrer la isla todo el día. Un moderno sistema de bici sendas y señalización hacen que el paseo sea fácil y seguro, además de ecológico.
Hay que tener en cuenta que el ticket de acceso dura 24 horas, pero fraccionado en paseos ilimitados de 30 minutos, cada media hora hay que dejar la bici en una parada y tomar otra. En citibikenyc.com están los mapas, recorridos, estaciones y hasta aplicaciones móviles para teléfonos y dispositivos.
