Mientras Guadalupe Codes (9) continúa luchando por su vida en el hospital Notti, luego de ser derivada en agosto desde el hospital Español con todo el cuerpo paralizado, según denuncian sus papás, por una inyección mal puesta. Sus familiares y amigos también siguen llevando adelante su propia batalla pero en la calle.
Ayer desde las 19.30, y nuevamente en la puerta del hospital Español, donde todo comenzó, unas cien personas, entre ellos Mauricio y Andrea, padres de Guada, realizaron una manifestación para reiterar el pedido de justicia para la pequeña y para que las médicas implicadas sean sancionadas.
"Pedimos la anulación de las matrículas de las doctoras Viviana Bacciedoni y Andrea Piatti (las doctoras que atendieron a Guadalupe en el Español y quienes han sido imputadas por lesiones culposas gravísimas). Ambas siguen trabajando con normalidad", comentó Mauricio Codes a Los Andes.
Los abogados están intentando que cambien las imputaciones para las profesionales: de lesiones culposas gravísimas a lesiones dolosas gravísimas.
“Guada sigue igual, continúa internada. Tiene altos y bajos. Pero en general esta igual al día en el que entró”, dijo Mauricio.
El lunes 24 de agosto, en el Español, le aplicaron a Guadalupe vincristina en la médula, cuando el medicamento debería habérsela suministrado por vía endovenosa.
Solo dos días después, es decir el miércoles 26 de agosto, las médicas de ese nosocomio volvieron a inyectarle la droga pese a la reacción adversa que le había provocado la primera dosis.
“Esto está totalmente contraindicado por la toxicidad del medicamento. Encima al otro día las médicas querían continuar con el tratamiento oncológico”, dijo Pablo Cazabán, abogado querellante.
Guadalupe padece leucemia y, tras las inyecciones mal aplicadas, presenta parálisis en los sistemas respiratorios y digestivos. Su estado es crítico y está con asistencia mecánica respiratoria ya que no puede respirar ni ingerir alimentos por sus medios.