La oposición reiteró ayer el pedido para que el vicepresidente Amado Boudou sea apartado de su cargo, mientras espera el juicio oral en el que se intentará determinar si incurrió en “cohecho pasivo y negociaciones incompatibles” con su cargo en un caso de presunta corrupción relacionado con la ex calcográfica Ciccone.
En tanto, el fiscal Jorge Di Lello advirtió que sería “ilusorio” afirmar que el juicio a Boudou “pueda llegar a ser antes de fin de año”, al admitir que “los tiempos judiciales lamentablemente no son todo lo rápido que a uno le gustaría”.
Luego de que el jueves la Cámara Federal porteña confirmara el fallo del juez Ariel Lijo contra el vicepresidente en la causa Ciccone, la diputada nacional Margarita Stolbizer advirtió que Boudou “está en condiciones” de quedar detenido “en cualquier momento” ya que las causas en su contra “están avanzando demasiado rápido”.
Stolbizer también manifestó que “si Boudou no renuncia, si no se aparta de la gestión, nos va a dar vergüenza tener un vicepresidente preso” y remarcó que “ese es el camino por el que vamos”.
En conversación con radio Mitre, la diputada consideró que Boudou no debe tomarse una licencia porque esto significaría “perdonarlo” y manifestó que “lo que hay que hacer es un enjuiciamiento político por la causal que establece la Constitución, que es el mal desempeño”.
El senador nacional Ernesto Sanz (UCR), en tanto, advirtió que la imagen del país “está en manos de la Presidenta”, por lo que reclamó que el funcionario sea “separado del cargo” con cualquiera de los métodos que el Gobierno prefiera.
Sanz recordó que “desde hace más de un año” que la oposición pide el alejamiento de Boudou, cuyo procesamiento fue confirmado recientemente por incompatibilidad entre su función pública y algunos negocios, como la compra de la imprenta Ciccone que le adjudica la Justicia.
“Con las medidas de prueba que faltan, las apelaciones que puede haber o una eventual Casación de quienes han sido confirmados en sus procesamientos, parecería un poco ilusorio que pueda llegar a ser antes de fin de año”, bajó las expectativas el fiscal Di Lello.
Vandenbroele, en tribunales federales
El abogado Alejandro Vandenbroele, señalado como testaferro del vicepresidente Amado Boudou, pasó la noche detenido en una alcaidía de los tribunales federales de Mendoza a la espera de que la Cancillería decida su extradición a Uruguay, donde es requerido en una causa por lavado de dinero que está vinculada a la compra de la imprenta Ciccone.
Vandenbroele, quien fue arrestado el viernes a la noche en Chacras de Coria tras regresar con su hija a la casa de su ex esposa, quedó a disposición del juez federal Walter Bento.
Tras ser arrestado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y ser notificado en las oficinas de esa dependencia en el aeropuerto de Mendoza, Vandenbroele fue llevado detenido a las celdas de los tribunales federales a la espera de que se decida su traslado.
El juez Bento dijo que “la decisión final corresponde a Cancillería ya que se solicitó una extradición” desde la Justicia de Uruguay porque no iba a declarar.