Para poder comprar el cupo de u$s 200 a precio oficial más el impuesto del 30% lo único que se necesita es una caja de ahorro en dólares. De tenerla, se compran divisas a menos de $ 90, con lo cual la inversión asciende a casi $ 18.000. Si los revenden al precio de compra del blue de $ 110, se ganan $ 22.000, por lo que da una utilidad de $ 4000.
El tema es que muchos no cuentan con ese extra hoy para poder afrontar esa inversión, debido a las dificultades económicas de la cuarentena, que implicó en muchos casos una caída importante en la facturación de gran parte de la población.
Lo que hacen, entonces, es endeudarse con la tarjeta, en el sentido de tarjetear lo máximo posible, y luego 'patear' el pago más adelante, aprovechando los tres meses de gracia que dieron los plásticos.
En caso de necesitar más pesos, lo que hacen es ir vendiendo de a puchitos esos u$s 200 en el mercado informal. Claro que para eso primero hay que pedir turno en el banco para poder ir por caja para extraer esas divisas, con lo cual no existe más el puré (comprar en el oficial y vender en el paralelo) en forma automática.
Pero como muchas cuevas no están funcionando, buscan una suerte de dólar amigo, o sea a amigos o familiares que quieran comprar dólares.
El precio pactado en ese caso es el promedio que hay entre el precio de compra y el de venta del dólar blue, que hoy está en $ 110 la punta compradora y $ 120 la vendedora. Por lo tanto, ambas partes pactan $ 115. Para ver el precio a tomar se fijan en los portales de Internet, como el de este diario, y de ahí fijan precio.
El tema es que nadie quiere desprenderse de sus billetes verdes, entonces lo que hacen es ir vendiendo de a u$s 100, o de a u$s 50, porque saben que cuanto más aguanten con sus divisas, encima, mejor precio obtendrán, ya que el dólar siempre suele seguir a la inflación, y la expectativa de alza de precios durante este año se elevó del 40 al 50% por la enorme emisión monetaria que está haciendo el Banco Central.
Según explica un broker, la suba del blue obedece a que hay pesos que provienen de supermercados de barrio con estructura de cadena: "Con tasas nominales bajas no están aceptando ni siquiera tarjeta, piden débito y efectivo. Eso no va a la compra de mercadería, porque hay lista de espera para entrega. Deben esperar a veces una semana para rotar algo que antes lo hacían cada 72 horas. Durante ese periodo dolarizan. Para productos con una rotación más larga, es directamente todo cash".
Desde otra mesa comentan que pesos hay sectorializados; “Esos sectores hoy dolarizan en black, ya que el BCRA les hizo pelota la tasa, en Bolsa no hay instrumentos, y con las mutuales paradas por impagos nadie te toma pesos ahí, va todo a dólar. Aún falta ver qué pasa cuando abran la ventanilla de pesos libremente, que hoy no existe salvo para depósitos mayores a $ 3 millones”.
Los players del blue, en tanto, ensancharon su spread, que es la diferencia entre el precio de compra y el de venta a $ 10 en el mercado minorista, ya que deben incluir el costo del delivery y los mayores riesgos a que los intercepten con plata encima.
Se manejan en motos como si fueran un delivery de los tantos que hay en la ciudad de Buenos Aires, pero lo que transportan son billetes y se manejan sólo con la gente de confianza, aunque deben llevar unos pesos más por si tienen que dar una coima en el camino.
Los corredores y las financieras volvieron al ruedo, en medio de un mercado, reducido, debido a las restricciones de movilidad y a las empresas cerradas. Esto provocó que el mercado a mercado (como denominan en la jerga al mayorista blue) quedó $ 116 para la compra y $ 118 para la venta, con $ 2 de spread, cuando antes eran de apenas $ 0,50.