Los argentinos Cristian Simari y Jorge Birkner quedaron muy lejos de la vanguardia en el supergigante de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, ocupando respectivamente los puestos 47 y 49 entre los 52 participantes que terminaron la prueba, de 63 inscriptos.
Cristian Simari, de 31 años, había sido 29º en la supercombinada, mientras que su primo Jorge Birkner, de 23, no pudo terminar esa prueba, después de que ambos no corrieran el descenso, en el que también estaban inscriptos. Tanto Simari, que fue 47º con un tiempo de 1’23’’/36, como Birkner, que terminó 49º con 1’23’’/89, resaltaron que el supergigante no es su prueba y que esperan ofrecer una mejor impresión en la dos últimas, el gigante, el miércoles, y el eslalon, el sábado.
“La verdad es que estoy contento con esta participación en el supergigante. Fue una preparación para el gigante. No hice una gran carrera, pero estuvo bueno”, señaló Simari. A lo que agregó: “Estaba focalizado en las dos últimas carreras, pero quería largar también el supergigante porque no pude largar el descenso. En toda la parte con sol se corrían mucho los esquíes debido a la nieve blanda y no sentías nunca seguridad. Entonces no empujé mucho porque no me sentía bien apoyado en los esquíes”.
“La rodilla me molesta un poco, pero las Olimpíadas son cada cuatro años, así que quería estar y correr todas. Ya dejé pasar el descenso, la combinada fue durísima y no me fue como quería, por lo que tenía que largar sí o sí en el supergigante y estoy contento por ello. Ahora intentaré dar el máximo en las dos últimas pruebas. Esperemos que las cosas se den mejor. Seguro que voy a arriesgar más para intentar un buen resultado. Me gustaría entrar entre los 30 primeros en las dos”, concluyó.
Por su parte, su primo Jorge Birkner, tras haberse salido de pista en el eslalon de la supercombinada, quiso correr el supergigante, pese a su problema en una uña del dedo gordo del pie derecho. “El otro día me dieron una inyección con un calmante y hemos hecho unos arreglos a la bota, por lo que con un poco de dolor en el pie, voy a correr todas las carreras. La uña sigue parecida. Me dijeron que es bueno que pare algunos días y ahí me cure”, contó, sobre la prueba ganada por el noruego Kjetil Jansrud, con un tiempo de 1’18’’/14.
Lo mejor está en la vestimenta
Los deportistas latinoamericanos se hacen notar en Sochi. Si los resultados no aparecen, sus trajes deportivos causan sensación. Las combinaciones de los argentinos Cristian y Macarena Simari Birkner y del mexicano Hubertus de Hohenlohe atraen muchas miradas. Solamente los representantes del equipo de curling de Noruega, y sus coloridos pantalones con la bandera de su país estampada, parecen hacer sombra a los latinos en esta particular lucha por las medallas de la moda.
Los esquiadores argentinos atraen las miradas por su combinación blanca estampada de enormes lunares negros, realizada para ellos por una marca italiana de ropa deportiva. Por su parte, el príncipe de origen alemán Hubertus de Hohenlohe, que corre con México, país en el que nació hace 55 años, fue expresamente a Italia a intervenir en la confección de la combinación, en la que se transforma en un mariachi mexicano.
Tanto los argentinos como el mexicano han dado que hablar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi más allá de sus resultados deportivos.