Es una "banda" que permanentemente está recibiendo elogios. Tiene carácter para levantarse en momentos críticos, personalidad para cerrar los partidos, y un futuro que nos hace soñar con repetir parte de lo que supo lograr en su momento la Generación Dorada de Ginóbili, Scola, Nocioni, Oberto y compañía. Es verdad que se trata de jugadores nacidos en el 2000, a lo que no debemos llenarlos de presión, pero es precisamente esa palabra a la que estos chicos que tienen al mendocino Lucas Reyes como base, sortean de manera permanente para lograr sus objetivos.
Primero pasó Rusia, un equipo europeo que siempre es favorita por las condiciones de sus jugadores, pero Argentina no se amedrentó y se quedó con su primera victoria en el Mundial que se disputa en la Isla de Creta (Grecia). Ese 86-84 del final empezó a darle la razón a los que ven en estos pibes que conduce Maximiliano Seigorman, un parecido con el "equipo del pueblo", ese que nos llenó de orgullo y cuyo máximo logró fue la medalla dorada en Atenas 2004. Y es en esa tierra donde otra ilusión celeste y blanca exhibe su mejor forma. La U19 juega como si llevaran años en Primera y, de hecho, son pocos los integrantes de este seleccionado que juegan en la elite: Reyes (Instituto de Córdoba), Marcos (Peñarol de Mar del Plata), Giordano (Regatas Corrientes), Ruesga (Weber Bahía) más otros que tienen roce internacional como Bolmaro (Barcelona de españa), Farabello (Texas University) y Caffaro (Virginia University). Más allá de esa inexperiencia, la Selección deja todo y por momentos brilla. Como sucedió ante Filipina (77-72) en el segundo partido del grupo C, y más aún ante el anfitrión para quedarse con el primer puesto y tener un mejor cruce en octavos, que será hoy ante Puerto Rico (sería desde las 1o).
El 73-68 vs. Grecia tuvo al escolta de Peñarol, Juan Ignacio Marcos, como el valor más destacado del quinteto argentino, con una planilla de 17 puntos (5-7 en triples, 2-2 en libres), 4 rebotes, un robo y una asistencia, mientras que 'Chiriguita' Reyes, ex base de Murialdo y Anzorena, actualmente en Instituto, anotó 11 puntos en casi 20' de acción y completó sus números con 4 rebotes, 2 asistencias y misma cantidad de robos.
El equipo argentino arrancó impreciso y apurado en los primeros 20'. Abusó del tiro exterior (6-18 en triples) y exhibió poca fluidez en el traslado para facilitarle las cosas a un conjunto griego que se apoyó en las labores de Arsenopoulos (8 puntos) y Zois Karampelas (8). En el tercer cuarto, mejoró con el atrevimiento de Reyes para ir hacia el canasto, el oficio silencioso de Juan Fernández bajo los trapecios (5 puntos, 9 rebotes, 2 robos y 2 tapones) y las puntuales contribuciones de Leandro Bolmaro, quien volvió a jugar, tras un esguince de tobillo derecho en el primer partido. De esta manera, el equipo de Seigorman ingresó 48-51 al último capítulo. Y en el cuarto decisivo, Argentina aprovechó el cansancio del local, ajustó las marcas, endureció la defensa y enderezó el pleito a su favor, a partir de un triple clave de Marcos, a falta de 51''. Así pasó otra gran labor de estos pibes que serán parte del recambio generacional del básquetbol argentino, ese que se mantuvo en la elite entre las potencias por el desempeño de otrora de Manu, Chapu y cía. Será cuestion de esperar su desarrollo final y ver hasta donde pueden llegar.
Cruces de octavos de final (hoy): Estados Unidos-Letonia; Nueva Zelanda-Mali; Lituania-Australia; Senegal-Canadá; Argentina-Puerto Rico; Rusia-China; Grecia-Francia y Filipinas-Serbia.